Nora Stephens se ha pasado la vida entre libros; es una dura agente literaria que pelea por las obras y los contratos de cada uno de sus clientes. Solo hay una cosa que esté por encima de su trabajo: su hermana pequeña Libby, a la que lleva cuidando desde que su madre falleció. Por eso decide acceder a su petición e ir con ella a Sunshine Falls, el lugar en el que se ambienta su libro favorito. Allí, Libby pretende realizar un viaje de transformación en el que recrear las escenas de sus novelas favoritas hasta lograr que Nora sea la protagonista de su propia novela.
Con lo que ninguna de las dos cuenta es con toparse con Charlie Lastra, un editor con el que Nora ya había tenido un encontronazo en Nueva York y que amenaza con convertirse en una presencia constante en sus vacaciones. A veces, ni siquiera una agente literaria y un editor son capaces de escribir su propia historia.
Jennifer Worth lives to escape into the world of her favorite romantasy series Elytheum Courts, where the romance is sweeping and the men are brave, chivalrous . . . and winged. Newly single and craving connection, she travels to an immersive fan experience celebrating all things Elytheum, only to see the last face she expected—Scott Daniels, her work nemesis, whose disinterest in Jennifer’s favorite series and standoffishness have made their publishing jobs feel like a feuding fae court.
Except the Scott she encounters at the Elytheum Experience, in his secondhand cosplay outfit, is . . . different. Swaggering, flirtatious, confident. Unlucky in romance himself and inspired by Jennifer’s love for the swoonworthy men of Elytheum, Scott is determined to remake himself into the perfect book boyfriend.
Jennifer has no interest in helping the man who vexes her every workday and dismisses her fictional fantasies, but as the immersive convention activities force them together, they’re surprised to discover magic like none Jennifer has ever read about. But is enemies-to-lovers romance only for books, or can Jennifer and Scott bring the trope to life?
Una nueva aventura del comisario Polo: el genero policiaco entendido como alta literatura.
Bolonia, verano de 1947. El comisario Polo se acaba de bajar del tren, procedente de la lejana Granada. Su misión: investigar la desaparición de un compatriota, Guillermo Sola Bosch, profesor de Derecho que se alojaba en el Colegio de España. Un católico aficionado al jazz que, según algunos, tal vez simplemente se haya marchado a un retiro espiritual, y, según la policía, es un asesino.
Comienza así una búsqueda detectivesca en la que irán apareciendo más cadáveres –el de un individuo apodado el polaco, el de una anciana viuda...–, espías de ambos bandos en la incipiente Guerra Fría, delatores, monárquicos y neofascistas, conspiraciones, conexiones vaticanas y de fondo el boogie woogie, el ritmo de moda que, como tantas cosas que fascinan en la Italia en reconstrucción de la posguerra, ha llegado desde Estados Unidos con las tropas de ocupación.