Dominic Davenport se convirtió en el rey de Wall Street a base de sangre, sudor y lágrimas.
Lo tiene todo: una enorme casa, una hermosa esposa y más dinero que podría gastar en su vida.
Pero no importa cuánto acumule, nunca es suficiente, y enfocado en siempre tener más, aleja a la única persona que siempre estuvo a su lado.
Y cuando se va, Dominic se da cuenta de que hay cosas más importantes que riquezas y gloria... pero ya es tarde.
La tuvo, la perdió y hará cualquier cosa por recuperarla.
Poderoso. Brillante. Ambicioso.
Dominic Davenport se convirtió en el rey de Wall Street a base de sangre, sudor y lágrimas.
Lo tiene todo: una enorme casa, una hermosa esposa y más dinero que podría gastar en su vida.
Pero no importa cuánto acumule, nunca es suficiente, y enfocado en siempre tener más, aleja a la única persona que siempre estuvo a su lado.
Y cuando se va, Dominic se da cuenta de que hay cosas más importantes que riquezas y gloria... pero ya es tarde.
La tuvo, la perdió y hará cualquier cosa por recuperarla.
***
Amable. Inteligente. Reflexiva.
Alessandra Davenport ha desempeñado el papel de esposa perfecta durante años.
Acompañó a su marido mientras construía su imperio, pero ahora que han llegado a la cima, se da cuenta de que ya no es el hombre del que se enamoró.
Cuando le queda claro que siempre estará en segundo lugar después de su trabajo, decide ponerse a sí misma en primer lugar, incluso si eso significa dejar al único hombre que ha amado.
INTROVERTIDO. CAUTELOSO. EXTREMADAMENTE CORRECTO.
Kai depende de una votación para convertirse en el CEO de su imperio familiar, por lo que el billonario no puede permitirse el lujo de distraerse con Isabella. Sofocado por responsabilidades y promesas, cuando están juntos siente que finalmente puede respirar.
AUDAZ. IMPULSIVA. ALEGRE.
Isabella no ha asistido a una sola fiesta en la que no fuera el centro de atención ni ha conocido a un hombre al que no
pueda enamorar…, excepto a Kai, que es miembro del club exclusivo en el que trabaja como camarera.
Pero aunque les cueste todo lo que tienen, no pueden resistirse a caer en la tentación de sus deseos prohibidos.
INTROVERTIDO. CAUTELOSO. EXTREMADAMENTE CORRECTO.
Kai depende de una votación para convertirse en el CEO de su imperio familiar, por lo que el billonario no puede permitirse el lujo de distraerse con Isabella. Sofocado por responsabilidades y promesas, cuando están juntos siente que finalmente puede respirar.
AUDAZ. IMPULSIVA. ALEGRE.
Isabella no ha asistido a una sola fiesta en la que no fuera el centro de atención ni ha conocido a un hombre al que no
pueda enamorar…, excepto a Kai, que es miembro del club exclusivo en el que trabaja como camarera.
Pero aunque les cueste todo lo que tienen, no pueden resistirse a caer en la tentación de sus deseos prohibidos.
Ella es la esposa que él nunca quiso… y la debilidad que no vio venir.
Implacable. Meticuloso. Arrogante.
Nada escapa al control del multimillonario Dante Russo, ya sea en su trabajo o en su vida.
Nunca planeó casarse… pero el chantaje lo obliga a comprometerse con Vivian Lau, la heredera de un imperio de la joyería e hija de su mayor enemigo.
No le importa lo hermosa o encantadora que sea. Hará todo lo que esté en su mano para liberarse de la extorsión y de su compromiso.
El único problema es que ahora que la tiene, no quiere dejarla ir.
Ella es la esposa que él nunca quiso… y la debilidad que no vio venir.
Implacable. Meticuloso. Arrogante.
Nada escapa al control del multimillonario Dante Russo, ya sea en su trabajo o en su vida.
Nunca planeó casarse… pero el chantaje lo obliga a comprometerse con Vivian Lau, la heredera de un imperio de la joyería e hija de su mayor enemigo.
No le importa lo hermosa o encantadora que sea. Hará todo lo que esté en su mano para liberarse de la extorsión y de su compromiso.
El único problema es que ahora que la tiene, no quiere dejarla ir.
Elegante. Ambiciosa. Cortés.
Vivian Lau es la hija perfecta.
Casarse con un Russo significa abrir las puertas de un mundo que ni su familia es capaz de comprar. Dante está lejos de ser el marido que ella imaginaba para sí, pero el deber es más fuerte que cualquiera de sus deseos.
Ansiar su tacto nunca fue parte del plan...
Y enamorarse de su futuro marido, tampoco.