Se reúne en este volumen la totalidad hasta la fecha de la narrativa breve de Felipe Benítez Reyes, una de las voces más singulares de la literatura hispánica actual: no hay página suya que no resulte inconfundiblemente suya. En sus relatos conviven la realidad y la irrealidad, la fantasía más libre y el realismo más descarnado, los planteamientos lógicos y las soluciones absurdas (o viceversa), los trucos del ilusionista literario que es y la indagación en los mecanismos oscuros de la conciencia. Un conjunto que compone un mural tan vivo como diverso gracias a la capacidad fabuladora de un autor que, aparte de su maestría estilística, disfruta del don de poseer una imaginación tan fecunda como sorprendente.
Claudia vive con sus padres en un apartamento invadido por plantas que se estiran para tocarla. Como todas las familias, la suya contiene una crisis, y solo hará falta que algo o alguien llegue a detonarla.
Cada quien tiene un punto de quiebre en la infancia, y Claudia, la protagonista de esta historia, narra, desde la expectación y la mirada aguda de cuando fue una niña, los hechos que abrieron las grietas por donde se colaron los peores temores, aquellos que son irreversibles y empujan al borde del precipicio.
Los abismos es un relato estremecedor en el que una hija asume las revelaciones de su madre y los silencios de su padre para empezar a construir su propio mundo. Tras el éxito de La perra, con esta novela, Pilar Quintana consolida el importante lugar que ha conquistado en las letras hispanoamericanas.
«Los abismos se adentra en la oscuridad del mundo de los adultos a través del punto de vista de una niña que, desde la memoria de su vida familiar, intenta comprender la conflictiva relación entre sus padres. Con el telón de fondo de un mundo femenino de mujeres atadas a la rueda de una noria de la que no pueden o no saben escapar, la autora ha creado una historia poderosa narrada desde una aparente ingenuidad que contrasta con la atmósfera desdichada que rodea a la protagonista. Con una prosa sutil y luminosa en la que la naturaleza nos conecta con las posibilidades simbólicas de la literatura, y los abismos son tanto los reales como los de la intimidad.»
When `Lord of the Flies` appeared in 1954 it received unprecedented reviews for a first novel. Critics used such phrases as `beautifully writeen, tragic and provocative... vivid and enthralling... this beautiful and desperate book... completely convincing and often very frightening... its progress is magnificient... like a fragment of nightmare... a dizzy climax of terror... the terrible spell of this book...` E.M. Forster chose it as the Outstanding Novel of the Year. `Time and Tide` touched upon perhaps the most important facet of this book when it said, `It is not only a first-rate adventure but a parable of our times, ` and articles on this and subsequent Golding novels have stressed these twin aspects of Golding: a consummate control of the novel form, and a superb all-encompassing vision of reality which communicates itself with a power reminiscent of Conrad.
As provocative today as when it was first published in 1954, Lord of the Flies continues to ignite passionate debate with its startling, brutal portrait of human nature. William Golding’s compelling story about a group of very ordinary boys marooned on a coral island has been labeled a parable, an allegory, a myth, a morality tale, a parody, a political treatise, and even a vision of the apocalypse. But above all, it has earned its place as one of the indisputable classics of the twentieth century for readers of any age.
En esta obra, una de las creaciones cumbre de Conrad, relata a un grupo de atentos compañeros la tragedia de Jim, un hombre de mar que en cierto momento de su vida se ve traicionado por un fatal golpe de debilidad moral. A partir de entonces su existencia se convertirá en una despiadada lucha con su pasado, en un intento por alcanzar la redención.