Primer libro de Albert Camus, una colección de ensayos sobre su patria y sus viajes escritos con toda la fuerza de la juventud
Ópera prima de Albert Camus, que la escribió con solo veintidós años, El reves y el derecho contiene cinco ensayos autobiográficos sobre el barrio de Argel, los orígenes del autor y dos viajes iniciáticos por Baleares y Europa Central.
Cargado de lirismo, el conjunto es un soberbio testimonio acerca de su juventud y el encuentro sensual con el mundo. Pero en estas páginas se oculta tambien, como afirmó el mismo Camus al final de su vida, el íntimo manantial de su obra, "las dos o tres imágenes sencillas y grandiosas" que nunca dejó de buscar "por los desvíos del arte".
«Que, entendidas en términos extremos, la libertad y la igualdad sean opciones alérgicas la una a la otra no puede querer decir que estemos condenados a la injusticia. Sino, más sencillamente, que hay que renunciar a las utopías, a las opciones extremas».
Firme defensor de ideales como la libertad y la democracia, durante más de cinco décadas Mario Vargas Llosa ha reflexionado en su obra literaria y en sus textos periodísticos sobre los problemas que conlleva la utopía política. Las piezas reunidas en este volumen colocan en el foco tres contextos que el autor conoce de primera mano.
«A pesar de que América Latina, Israel e Irak son lugares distantes, con historias culturales y políticas difícilmente equiparables, no es tan difícil encontrar un hilo invisible que los une. […] Aquel periodo de tranquilidad ideológica que parecía haber llegado con la caída del comunismo demostró ser una ilusión. La historia seguía viva, más que nunca. El radicalismo islámico, el nacionalismo y el populismo no han dejado en estos años de ser amenazas serias para la libertad y la democracia. Estos ideales se han alejado un poco más, lamentablemente. América Latina no se convirtió en un oasis purgado de todos los vicios modernos, ni en la región donde surgiría un socialismo humanista y libertario. Al contrario, ha sido la política del resto de Occidente la que ha terminado pareciéndose a la latinoamericana: los demonios incubados en el reverso de la utopía —el fanatismo, el nacionalismo, el odio sectario, el populismo— andan sueltos, y ahora acechan a la humanidad entera». — Del prólogo de Carlos Granés
Esta novela es el retrato descarnado de la situación de la mujer en el siglo xix, con una aguda indagación en la psicología de la mujer a través de sus personajes femeninos, además de la descripción de las diferencias culturales entre Europa y los Estados Unidos. Apareció publicada primero por entregas (muy habitual en la época) y apareció en forma de libro en 1881.
Era como si el cuadro la hubiera llamado, obligándola a detenerse. Y al leer la inscripción del dorso, «Rose Madder», supo que tenía que ser suyo, el adorno perfecto para su recién estrenado hogar de mujer libre.
Tras años de maltratos, por fin Rosie Daniels había abandonado a su marido y emprendido una nueva vida en otra ciudad.
Pero es muy difícil no dejar pistas, y Norman, el brutal policía con quien se había casado, inicia la caza sistemática e implacable de su mujer. Cada vez está más y más cerca, y Rosie advierte, no sin temor, que su única aliada es esa figura pintada en el cuadro, que la invita a pasar a su lado de la realidad.
"El retrato de Dorian Gray es una novela representativa de la decadencia humana, de llegar a alcanzar el triunfo sin importar los medios y las formas de la pasión olvidándose de los demás. Sin embargo, todos los seres humanos poseemos un alma y una conciencia. ¿Qué ocurriría si esta pudiera mostrarse por medio de una pintura o transformando la fisonomía a medida que la carcoma del mal se haga presente en el cuerpo? De profundis es el título que se dio a la larga carta que Oscar Wilde escribió a su joven amigo Bosie, con quien había mantenido unas relaciones equívocas, desde la cárcel de Reading, donde se vio condenado por cometer presuntos actos homosexuales. Profunda reflexión sobre la dolorosa condición humana, De profundis significa una confesión sincera y emocionada de este tristísimo episodio de la vida de Wilde, en donde el autor intenta reconciliarse consigo mismo y hallar la paz en medio de su humillante situación. El Fantasma de Canterville, escrito por Oscar Wilde (1854-1900), fue el primero de sus relatos cortos en ser publicado. Narra la historia de una familia norteamericana que después de comprar la mansión de Canterville Chase, se ven forzados a convivir con el fantasma que habita la casa. Es uno de los relatos más reconocidos de este autor irlandés y es un excelente ejemplo de su faceta literaria más ligera y humorosa. "
En su única novela, el divino Oscar Wilde puso al día el mito de Fausto. En este caso, la víctima es Dorian Gray, un bello y presuntuoso joven a quien un amigo hace un retrato al óleo. Cuando Dorian trabe amistad con lord Henry Wotton, un cínico filósofo, este le convencerá de que sus más valiosas posesiones son su belleza y su juventud. Y a partir de ahí, su deseo de que su retrato envejezca mientras él permanece joven se hace realidad. Estamos, simple y llanamente, ante uno de de los libros más bellos e ingeniosos de todos los tiempos.
Basil Hallward había terminado el retrato. El joven Dorian, al verlo, no pudo más que desear, desde su frívola inocencia, que fuera su imagen la que envejeciera y se corrompiera con el paso de los años mientras él permanecía intacto. Y así fue: a partir de entonces, Dorian Gray conservó el aspecto puro de los inocentes. Pero ¿a qué precio?
Joven agraciado y bellísimo, dotado de «toda la pasión del espíritu romántico y toda la perfección de lo griego», Dorian Gray es, cuando lo retrata el distinguido pintor Basil Hallward, la encarnación de la armonía vital incorrupta. Sin embargo, inevitablemente, las pasiones, la maldad, el impetuoso torrente de la vida, irrumpen en su existencia. Para su asombro, Gray descubre que es su retrato quien va asumiendo su deterioro físico y moral, protegiendo, en apariencia, su inmaculada imagen. Publicada en 1890, "El retrato de Dorian Gray" supuso el salto a la fama y la popularidad de Oscar Wilde (1854-1900), quien bajo el disfraz de una historia de atracción irresistible, desarrolla a la vez una fábula en torno al ser y la apariencia, la realidad y la imagen, la vida y el arte.
Basil Hallward había terminado el retrato. El joven Dorian, al verlo, no pudo más que desear, desde su frívola inocencia, que fuera su imagen la que envejeciera y se corrompiera con el paso de los años mientras él permanecía intacto. Y así fue: a partir de entonces, Dorian Gray conservó no solo la lozanía y la hermosura propias de la juventud, sino el aspecto puro de los inocentes. Pero ¿a qué precio?