Victor Santos (nominado al premio Eisner por Bad Girls), gran fan del trabajo del artista nipón, repasa la vida y la obra del director que acercó Oriente a Occidente. La introducción perfecta al universo del autor de Los siete samuráis, Ran y Dersu Uzala, uno de los grandes nombres del cine del siglo XX.
Coincidiendo con el centenario de su aparición, Impedimenta publica una nueva traducción de la obra maestra de Sōseki, que prefiguraría la de autores de la importancia de Akutagawa, Kawabata o Murakami. «Kokoro» («corazón», en japonés) narra la historia de una amistad sutil y conmovedora entre dos personajes sin nombre, un joven y un enigmático anciano al que conocemos como «Sensei». Atormentado por trágicos secretos que han proyectado una larga sombra sobre su vida, Sensei se abre lentamente a su joven discípulo, confesando indiscreciones de sus días de estudiante que han dejado en él un rastro de culpa, y que revelan, en el abismo aparentemente insalvable de su angustia moral y su lucha por entender los misterios del amor y el destino, el profundo cambio cultural de una generación a la siguiente que caracterizó el Japón de principios del siglo XX.
Bienvenidos a Knockemstiff, Ohio, una hondonada en medio de ninguna parte a la que a duras penas se puede otorgar la categoría de pueblo. Un lugar del que parece imposible huir y en el que la fatalidad, la desidia y la incapacidad de reescribir el propio destino es como si se transmitieran de padres a hijos. Una especie de agujero negro -y real, aunque hoy día el pueblo está prácticamente despoblado- en el que nunca ocurre nada y en el que, sin embargo, ocurre todo. Pero, por encima de cualquier otra cosa, Knockemstiff es -compartiendo cartel con la galería de personajes más descorazonadora que uno pueda imaginar- el protagonista omnipresente de esta colección de relatos plagados tanto de desazón como de un oscuro sentido del humor.
La esperada novela de Kazuo Ishiguro tras el Premio Nobel. Una historia de ciencia ficción que indaga en lo que nos hace humanos.
Klara es una AA, una Amiga Artificial, especializada en el cuidado de niños. Pasa sus días en una tienda, esperando a que alguien la adquiera y se la lleve a una casa, un hogar. Mientras espera, contempla el exterior desde el escaparate. Observa a los transeúntes, sus actitudes, sus gestos, su modo de caminar, y es testigo de algunos episodios que no acaba de entender, como una extraña pelea entre dos taxistas. Klara es una AA singular, es más observadora y más dada a hacerse preguntas que la mayoría de sus congeneres. Y, como sus compañeros, necesita del Sol para alimentarse, para cargarse de energía...
¿Que le espera en el mundo exterior cuando salga de la tienda y se vaya a vivir con una familia? ¿Comprende bien los comportamientos, los repentinos cambios de humor, las emociones, los sentimientos de los humanos?
Esta es la primera novela de Kazuo Ishiguro tras ser galardonado con el Premio Nobel. En ella vuelve a jugar con la ciencia ficción, como ya hizo en Nunca me abandones, y nos regala una deslumbrante parábola sobre nuestro mundo, como tambien ofreció en El gigante enterrado.
Pero, ¿cómo llega un escritor realista como Turguénev a escribir relatos de terror? Apoyándose en la realidad: desafiará la naturaleza siempre y cuando no solo lo escrito resulte verosímil, sino cuando reflejen esos temas sociales que siempre han dominado su obra. Klara Mílich y otros relatos de terror de Turguénev no es una mera selección cuentos escalofriantes que recurren al horror con el objetivo de asustar. Turguénev emplea el terror para hablarnos de una forma más poética, más simbólica, de los problemas sociales que siempre desataron su pluma. A través de ellos nos plantea las cuestiones que siempre han interesado y afectado a la humanidad.
Enrique Montez, smooth-talking heir to the Taco King empire, is man enough to admit that he made a critical error when he underestimated Carolina Flores. The agricultural hotshot should have been an easy conquest—who would turn down the chance to partner with California’s largest fast-food chain? But instead of signing her name on the dotted line, Carolina has Enrique eating out of the palm of her hand, and when fate steps in with an unexpected opportunity, Enrique is willing to do whatever it takes to capture her heart.
Growing up as the daughter of farmworkers, Carolina spent her youth picking strawberries in the fields of Santa Maria and vowing to improve the lives of people like her parents. Now, as one of only a few Latina farm owners, she has no time for romance and she’s certainly not about to let the notorious Montez brother anywhere near her business—even if just being near Enrique makes her skin tingle.
But she is willing to let him help get her overinvolved family off her back. When Carolina’s father and her lovelorn sisters mistake Enrique for her (nonexistent) boyfriend, she reluctantly agrees to a series of pretend dates to their town’s traditional Mexican-American holiday celebrations. Soon the fake feelings turn real and both Carolina and Enrique must convince each other to take a chance on love before their vacation romance is over.