Aunque se siente orgullosa de sus orígenes latinos y del ambiente multicultural de su barrio, Valentina sueña con abandonar Queens para poder cumplir el sueño de ser decoradora.
Haciendo gala de un estilo vibrante y rebelde, lleno de referencias a Lolita, El guardián entre el centeno o Sexo en Nueva York, la periodista y escritora María Zabay construye en Valentina una novela basada en las aventuras y desventuras de una antiheroína de Queens que utiliza su picardía y sensualidad para escapar de su destino mientras sobrevive en el espejismo de sofisticación de Manhattan.
Noviembre de 1944. Rudi Graf es un ingeniero alemán que soñaba con enviar cohetes a la luna, al que la guerra ha llevado hasta una pequeña localidad de la costa de Holanda. Allí colabora con Wernher von Braun en el lanzamiento de los cohetes V2 que están destruyendo la capital británica.
Kay Caton-Walsh es una joven oficial que trabaja para el gobierno británico descifrando imágenes aéreas. Tras sobrevivir al ataque de un V2 mientras se encontraba con su amante en una habitación de hotel, se presenta voluntaria para una misión secreta. En Bélgica, recién liberada de la ocupación alemana, se va a montar un operativo para tratar de averiguar la ubicación desde donde se envían los cohetes. Armadas con una regla de cálculo y algunas ecuaciones, Kay y sus compañeras están decididas a localizar y destruir las lanzaderas de los misiles.
La crónica, descarnada y humana, del proceso judicial por el atentado yihadista contra la sala Bataclan.
V13: viernes 13 de noviembre de 2015. En tres puntos diferentes de París se producen atentados yihadistas. El más grave es el de la sala Bataclan, donde están actuando los Eagles of Death Metal. El resultado de los ataques en el corazón de Francia es de ciento treinta muertos y más de cuatrocientos heridos. Años después, durante nueve meses –entre septiembre de 2021 y junio de 2022–, se celebra el juicio en el Palacio de Justicia de la capital. Hay catorce acusados: el principal es el único superviviente de entre los terroristas de Estado Islámico que participaron en la masacre. Sobrevivió porque no detonó su cinturón con explosivos. ¿Falló el mecanismo? ¿Tuvo miedo? ¿O quizá un fugaz momento de arrepentimiento y humanidad? El resto son colaboradores en distintos grados. Y además están los testigos –que cuentan historias de una gran crudeza–, los familiares de los fallecidos, los severos fiscales, los abogados defensores, que utilizan argucias para tratar de salvar a sus clientes, el tribunal, que debe emitir sentencia… La justicia evalúa con frialdad la barbarie.