Toby Fleishman thought he knew what to expect when he and his wife of almost fifteen years separated: weekends and every other holiday with the kids, some residual bitterness, the occasional moment of tension in their co-parenting negotiations. He could not have predicted that one day, in the middle of his summer of sexual emancipation, Rachel would just drop their two children off at his place and simply not return. He had been working so hard to find equilibrium in his single life. The winds of his optimism, long dormant, had finally begun to pick up. Now this.
As Toby tries to figure out where Rachel went, all while juggling his patients at the hospital, his never-ending parental duties, and his new app-assisted sexual popularity, his tidy narrative of the spurned husband with the too-ambitious wife is his sole consolation. But if Toby ever wants to truly understand what happened to Rachel and what happened to his marriage, he is going to have to consider that he might not have seen things all that clearly in the first place.
Toby Fleishman creyó saber qué podía esperar cuando él y su mujer, con quien ha estado casado durante casi quince años, se separan: fines de semana y vacaciones alternadas con los niños, alguna amargura residual, algún momento de tensión esporádico para negociar la crianza compartida de sus hijos. Pero no podía predecir que un día, en el medio de su emancipación sexual recién adquirida, Rachel dejaría a sus dos hijos en su casa y no volvería más. Toby se había esforzado tanto por encontrar un equilibrio en su vida de soltero. Los vientos de su optimismo, largamente inactivos, recién se habían puesto en marcha. Y ahora esto.
Mientras Toby intenta averiguar dónde fue Rachel, a la vez que hace malabarismos con sus pacientes del hospital, sus tareas parentales que no se acaban nunca y su recientemente adquirida popularidad sexual en las apps, termina siendo la prolija narrativa del marido rechazado y la mujer excesivamente ambiciosa. Pero si Toby quiere comprender de veras lo que le sucedió a Rachel y a su matrimonio, tendrá que aceptar que quizá no ha sido totalmente objetivo en su análisis de los hechos.
Un debut mordaz y sin tapujos, Fleishman está en apuros es una exploración perspicaz, inquietante y a menudo hilarante de una cultura que intenta gestionar las profundas líneas divisorias de una institución que ha demostrado ser digna de profundos recelos y profundas esperanzas.
aqueros cascarrabias, romances ardientes... Bienvenidos a Chestnut Springs, una saga ambientada en un pueblo del mismo nombre que está pegando fuerte y firmada por la sensación de TikTok Elsie Silver.
Las normas eran muy sencillas: no meterme en líos y no ponerle ni un dedo encima a su hija.
Pero ahora no puedo escapar de ella. Y solo hay una cama. Y, bueno..., las normas están para romperlas.
Soy el chico de oro de la monta de toros profesional... O, mejor dicho, lo era, hasta que todo se volvió en mi contra. Ahora, mi representante dice que he de lavar mi imagen, así que no me queda más remedio que aguantar que la tocapelotas de su hija me "supervise a tiempo completo" lo que queda de temporada.
TUNANTE, MENTIROSO, FULLERO, LADRÓN, COBARDE Y BRIBÓN DE MARCA MAYOR
A Harry Flashman lo han expulsado de su elitista internado por embriaguez. ¡Cómo se atreven! Un hombre como él, viril y decidido, ¡cómo es posible que no le dejen beber cerveza hasta caer redondo!
Pero el futuro tiene planes para Flashman. Tras un fugaz romance con la amante de su padre, se alista en el Ejército para trepar y hacer fortuna, pero ni los húsares de lord Cardigan conseguirán meterlo en vereda.
De Inglaterra a Escocia, de la India a Afganistán. ¡Únete al caballero más canalla en sus peligrosas y excitantes aventuras por todo el mundo!
EL TRUHAN MÁS GRANDE QUE JAMÁS HA EXISTIDO, AL SERVICIO DE SU BRITÁNICA MAJESTAD
On the other side of town, in the dark glades, under the rain…
Macon is the oldest. Thirty-one. Ex-Marine. I don’t think I’ve ever seen him smile.
Army is twenty-eight. A single dad with the most beautiful green eyes. He has no idea who he is, if not a Jaeger brother.
Iron will be in prison soon. You’d never think it to meet him. He’s a nice guy, actually. But he can’t stop reacting to everything.
Dallas is the one I hate. Twenty-one, cruel, and selfish. He takes and then throws away whatever’s left.
And Trace is mine. Or he was for about two seconds. No one can tame him for long.
Not that I ever wanted to. It was fun, but now I need to go home. Back to my side of the tracks. Away from the swamps and these men. To my parents’ big house. On my clean street. Where I’m never dirty or messy or hot. And I will. I’ll leave first thing tomorrow morning. I just want to crash on the couch tonight.
Their house is dark and quiet, everyone else is asleep. Except for one. He sees me crying and comes at me from behind. I let him wrap his arms around my body and hold me tightly. His breath is on my neck, his fingers are in my hair, and he doesn’t stop there.
I don’t think it was Trace.
Fiskadoro tiene catorce años y vive en los Cayos de Florida, en una comunidad de supervivientes del desastre nuclear que ha destruido el mundo. Durante el día ayuda a sus padres con la pesca en alta mar, aunque su verdadera aspiración es aprender a tocar el clarinete. Para lograrlo recurrirá a mister Cheung, manager de la Orquesta Sinfónica y viejo albacea de la cultura humana, que será su maestro y guía a través de las ruinas de la civilización y que además convive con su madre, una anciana obstinada en rememorar una y otra vez la caída de Saigón. En medio de este clima a un tiempo hostil y familiar, Fiskadoro deberá sobreponerse a las otras lecciones que conlleva crecer: saber despedirse cuando ya no queda nada y reponerse cuando queda todo por hacer.
Fiskadoro es una novela de formación atípica: la historia de un adolescente que vive en un mundo que ha regresado bruscamente a su adolescencia. Una distopía sobre cómo salvar los restos del pasado y reconstruir su cultura en un mañana peligrosamente cercano al nuestro, contada por uno de los escritores estadounidenses más extraordinarios de las últimas décadas.