Un hombre sale de un supermercado chino cargado de baratijas que el cajero le ha endilgado al carecer de cambio. Unas pilas AAA, un ojo de goma con luz, una hebilla dorada, una minúscula cámara fotográfica, una cucharitalupa… La aventura más inesperada lo aguarda a la vuelta de la esquina, y en forma episódica, estos objetos aparentemente inútiles articularán una trama delirante en la que aparecen extraterrestres idénticos a los seres humanos, sistemas de tráfico de información entre planetas también idénticos, una misteriosa nostalgia alienígena ante mundos indistinguibles y una máquina capaz de multiplicar los mundos.
Como ocurre con toda la obra de Aurora Venturini, estos cuentos fueron escritos desde las tripas, y también desde un lugar periférico del lenguaje y la literatura. Sus páginas las recorre una galería de personajes extraños y deformes. Porque esa ha sido siempre la manera como Venturini perfila sus historias, abordándolo todo con una mirada extravagante. Aquí desfilan gatos absorbidos por un tornado, niñas que nacen con un bulto negro en el cuello, una maestra que se enamora de un ventrílocuo de circo. Y viejos y mujeres que pegan a sus hijas. Dueña de un estilo excepcional, lírico y sórdido a la vez, Aurora Venturini narra de manera irrefrenable las zonas perversas y macabras del mundo, y atrapa a estos raros personajes antes de que se evaporen. Divididos en dos partes, El marido de mi madrastra y Hadas, brujas y señoritas, estos relatos trasmiten su particular manera de entender la literatura y la vida, dos espacios tomados casi siempre por la oscuridad, pero con algunos fogonazos breves de una luminosidad que hiere.
Las peripecias de seis mexicanos que hallan el remedio al tedio, el bochorno y la frustración en un traje de verano. El pintoresco encuentro en Chicago entre un punk y un anciano donde la hostilidad inicial se transforma en emociones inolvidables. Y la guardería del futuro: una prodigiosa habitación donde todos los deseos de los niños se hacen realidad.
«Oz es ese lugar, diez minutos antes del sueño, donde […] decidimos que la humanidad, por muy maliciosa y mezquina y tonta que sea, merecerá otra oportunidad al amanecer.» Ray Bradbury
Célebre por la adaptación cinematográfica de Victor Fleming, la película fantástica más famosa de todos los tiempos, El maravilloso Mago de Oz era el tercer libro que Baum escribía, y fue un éxito inmediato. Se trataba de uno más entre muchos que estaba planeando, pero la presión de los lectores fue tal, que terminó escribiendo catorce novelas sobre este fantástico mundo. La multipremiada Olimpia Zagnoli despliega un cautivador imaginario, en el que los potentes patrones geométricos y el juego cromático entre el verde esmeralda y el dorado otorgan a esta edición un talante inigualable.
Tras muchos años de trabajo y muchas sábanas revueltas en el ejercicio de amores desganados, el gran Charles Arrowby, famoso dramaturgo, director y figura destacada de las tablas londineses, decide retirarse de las candilejas para ir a un apartado rincón de la costa británica y escribir sus memorias.
El mar hospital es el mar aeropuerto es una selección deá poemas de Mariano Peyrou que, en palabras del autor, abordan, de un modo más o menos directo pero siempre emotivo, la experiencia del exilio. Se exploran aquí la vida fantasma que surge cuando uno se traslada de país durante la infancia y la sensación de provisionalidad y falta de solidez con que marca esa profunda experiencia. El volumen se completa con unas "Notas sobre el exilio y la escritura" que, a modo de breves iluminaciones, nos permiten entender algo mejor tanto la condición de los exiliados como la de los escritores.