Hector Hugh Munro escribió, bajo el seudónimo Saki, algunos de los mejores relatos de la época eduardiana. En esta recopilación presentamos 15 muestras magistrales del talento descomunal del escritor británico. En cada relato se percibe su querencia por las situaciones absurdas, el hábil equilibrio entre humor negro y terror desasosegante, el cínico retrato de personajes y la implacable burla de las señas de identidad británicas. Disfruten y déjense ilustrar por de la mano de esta figura clave y mordaz de la literatura humorística inglesa de principios del siglo XIX.
«Exquisita y poderosa hasta lo letal, como un caramelo venenoso.» Mariana Enriquez Shirley Jackson, autora de obras maestras como La maldición de Hill House y Siempre hemos vivido en el castillo, firmó también numerosos relatos; no solo «La lotería» (1948), cuya célebre aparición en The New Yorker causó tanto revuelo y que, durante décadas, fue la única obra verdaderamente conocida de una autora por lo demás relegada, durante largo tiempo, a los rincones del «género» (llámese horror gótico o terror).
Al hablar de la condición humana se corre el riesgo de caer en la frivolidad, pero basta con leer cualquiera de los cuentos de Cynthia Ozick para olvidarse de las frases hechas y asumir lo que es ajeno como nuestro.
En esta recopilación de cuentos descubrimos a hombres y mujeres que a primera vista podrían parecer seres patéticos, pero que en el fondo conservan y muestran su dignidad, a menudo gracias a la ironía, siempre tan oportuna. Si, como decía Mark Strand, vivir consiste en estar alerta y prestar atención al mundo, Cynthia Ozick, «una de las pocas maestras vivas de la literatura norteamericana» (David Foster Wallace) es el testigo que buscábamos.