La muerte es mi oficio narra la vida de Rudolf Lang, alter ego novelesco de Rudolf Höss, comandante de Auschwitz y encargado de afinar la ominosa maquinaria de muerte que acabaría con la vida de millones de judíos. Robert Merle traza, paso a paso, el intrincado camino que llevará a Lang desde una infancia marcada por un padre católico y muy estricto que pretendía hacer de él un sacerdote, hasta los más altos cargos en el seno de las SS y la cúspide misma del horror, pasando por la Primera Guerra Mundial, los Freikorps, la prisión, los duros años de hambre, paro y penuria que el Tratado de Versalles deparó a Alemania, y su afiliación al Partido Nacionalsocialista. Cuando Himmler le encargue personalmente la concepción de una industria de muerte que haga desaparecer al que los nazis consideraban su «enemigo histórico», para Lang tan abominable misión se reducirá a una serie de problemas técnicos que hay que resolver de la manera más eficiente. Escrita con un estilo sobrio y tanto más perturbador por la frialdad y la contención con que rehúye toda estetización o exhibicionismo del Mal, y por preferir ahondar en los abismos psicológicos de sus protagonistas, La muerte es mi oficio, publicada en 1952, es todo un tour de force narrativo, una de las primeras novelas que tuvieron la audacia de meterse en la piel y la mente de los verdugos nazis. Estas páginas nos revelan las monstruosidades que puede llegar a cometer alguien que, lejos de ser un demente o un sádico, «se limita» a cumplir, fría y desapasionadamente, con su deber.
Inedita en vida del autor, La muerte feliz es la primera novela escrita por Albert Camus y una notable precursora de El extranjero.
Albert Camus escribió La muerte feliz en 1935, cuando contaba con solo veintitres años de edad. Pese a dejar el texto casi terminado, nunca intentó publicarlo, y todo indica que lo aparcó para volcarse en su siguiente proyecto: El extranjero. Así pues, hubo que esperar hasta 1971, once años despues de su muerte, para que la obra saliera a la luz. La espera valió la pena. En sus evocaciones líricas del mar y el paisaje mediterráneo, esta notable novela de juventud refleja en gran medida la experiencia de Camus en Argelia, mientras que su trama y personajes prefiguran la cosmovisión que el autor retrató en su "ciclo del absurdo", centrado en el "divorcio entre un hombre y su vida, entre el actor y su escenario". Al cabo, La muerte feliz no solo es un libro imprescindible para descubrir las primeras muestras del enorme talento de Camus, sino una lectura de primer nivel por derecho propio.
Una de las series más originales de los últimos tiempos.
Los años de lucha contra el crimen y el dolor por la muerte de su hija Koshi han hecho mella en Yeruldelgger. Encerrado en un misticismo a ultranza, hace cuatro meses que el incorruptible comisario ha abandonado la policía de Ulán Bator y ha plantado su yurta en el desierto de Gobi, donde, gracias al silencio y la belleza del lugar, espera reencontrarse con las tradiciones ancestrales y recuperar la paz espiritual. Pero su retiro durará muy poco: contra su voluntad, dos jinetes extraños lo empujarán a la acción, y Yeruldelgger se verá envuelto así en un fuego cruzado entre mercenarios pagados por voraces compañías mineras, políticos inmorales, policías corruptos y jóvenes seguidores del juramento de Gengis Kan.
Una maraña sangrienta en una Mongolia destripada por las excavadoras de las multinacionales, expoliada por las ansias de los especuladores y arruinada por la venalidad de sus dirigentes, y de la que Yeruldelgger, siempre fiel a sus ideales, no saldrá indemne.
Tras el éxito de las dos primeras entregas, con más de medio millón de lectores adictos a las hazañas del famoso comisario de Mongolia, Yeruldelgger. La muerte nómada pone un final dramático a una de las series más originales de los últimos tiempos y supone el adiós de uno de los personajes más inolvidables de la novela negra.
Victoria Barnett lo tiene todo. Una brillante carrera como enfermera. Un marido guapo y cariñoso. Un bonito hogar en las afueras y el sueño de llenarlo de niños.
La vida es perfecta... o eso parece.
Hasta el día en que se ve envuelta en un terrible accidente y todo se desmorona.
Ahora Victoria ya no puede caminar, alimentarse o vestirse por su cuenta. Ni siquiera puede hablar. Está atrapada en el piso más alto de su casa y necesita cuidados las veinticuatro horas del día.
Su marido contrata a Sylvia Robinson para ayudarle. Pero parece que Victoria no tiene tantas limitaciones como le han contado. Y está desesperada por contar una historia... si tan solo pudiera articular las palabras.
Entonces, Sylvia encuentra el diario de Victoria escondido en un cajón.
Y lo que contiene es aterrador.
En esta tercera entrega del quinteto narrativo integrado por novelas autónomas que abre A la sombra del granado y continúa El libro de Saladino, dedicado a novelar la historia del mundo musulmán en sus momentos más críticos de conflicto con Occidente, Tariq Ali pinta la irreversible decadencia del Imperio Otomano en los años previos a la Primera Guerra Mundial. Recuperando el estilo más intimista empleado en la novela dedicada a la caída de Granada, Ali refleja en La Mujer de Piedra los anhelos, pasiones y conflictos que bullen en el seno de la aristocrática e influyente familia de Iskander Bajá, que, tras cinco siglos al servicio del Imperio, comienza a mostrar claros signos de declive y resquebrajamiento, en simbólico reflejo de la agonía de un gigante víctima tanto del acoso de las grandes potencias occidentales como de su propio debilitamiento interno.
¿QUIÉN ES, EN REALIDAD, LA MUJER DEL PISO DE ARRIBA?
La muerte de Dorotea y el deseo de desaparecer propician el regreso de su nieta a la pequeña localidad de Lanuza, en Huesca. El ambiente que la recibe dista mucho de la paz que venía buscando: los vecinos la tratan con recelo y la inquilina de su abuela, una escritora de renombre con fama de rehuir la sociedad, ha dejado atrás todas sus pertenencias y ha desaparecido. Poco a poco, la curiosidad y el deseo de ahuyentar sus fantasmas despiertan en ella el impulso de apropiarse de la vida de la inquilina en una fusión de identidades que parece haber comenzado antes de su llegada al pueblo. ¿Quien es realmente la mujer que ocupa el piso de arriba? ¿Se trata de la nieta de Dorotea o de la famosa escritora? ¿Será cierto que alguien observa todos sus movimientos?
Un juego de desdoblamientos, un magistral doppelgänger, una historia repleta de giros y suspense.
Una mañana, el propietario de una furgoneta gastronómica ambulante aparece apuñalado en su interior. El vehículo está aparcado en una céntrica plaza, junto a otros de las mismas características. Todos participan en unas jornadas festivas que organiza el Ayuntamiento de Barcelona. Ningún testigo ha oído o visto nada durante la noche.
Tras las primeras pesquisas, los encargados del caso, la inspectora Petra Delicado y el subinspector Fermín Garzón, sólo cuentan con una pista: los vecinos de las furgonetas cercanas a la del crimen aseguran que, la tarde anterior, una mujer hizo una gran compra en el negocio de la víctima. Poco después descubren quién es esa clienta, y tan importante es el descubrimiento que encontrarla se convierte desde ese momento en una prioridad. Sin embargo, parece que una mano misteriosa sigue a los detectives amenazando con violencia a cualquier persona a la que interroguen. Petra y Garzón se enfrentan a un criminal que intentará por todos los medios que el enigma no se resuelva.
¿Cómo contar la historia de uno mismo? Y, en ese ejercicio, ¿hasta qué punto se construye o se reconstruye la identidad? En este libro autobiográfico, Piedad Bonnett parte de sus vivencias para reflexionar sobre los factores que definen nuestra cotidianidad. Nos habla, con sensibilidad y lucidez, de aquello que determina la experiencia de las mujeres —la educación, el matrimonio, la maternidad, los tabúes asociados al cuerpo y la violencia de género— y también de la ansiedad, el miedo, la rebeldía, las ansias de libertad y las obsesiones que impulsan el proceso de la escritura.
Con una prosa poética y contundente, atravesada por humor e ironía, la autora aborda las diferentes épocas que ha presenciado, en las que podemos vislumbrar las muchas mujeres que ha sido. Su camino de reconocimiento está siempre inconcluso, pues, al igual que ella, todos «somos inaprehensibles. Somos rectificables, como cuando queremos que la palabra dé cuenta de nosotros. No hay relato que diga quiénes somos».