¿Quién cometió el espantoso crimen?
¿Qué arma utilizó para matar a la víctima?
¿Dónde ocurrió la desgracia?
«Original, divertido y muy adictivo. Imprescindible para todo amante de la novela negra.» CARMEN MOLA
El Detective Lógico está de vuelta en Murdle: Más crímenes por resolver. Estos 100 adictivos rompecabezas, clasificados por niveles, te desafían a descubrir quién cometió los asesinatos, cómo, dónde ocurrieron y por qué. Solo necesitas sacar a relucir tus habilidades de lógica y deducción: examina las pistas, entrevista a los testigos y completa la cuadrícula que acompaña a los acertijos para atar los cabos de cada crimen.
Da un paso, únete a la Murdlemanía y viaja por todo el mundo visitando bosques encantados, descubriendo redes internacionales de espionaje, paseándote por platós de cine de Hollywood y mucho más.
Repleto de ilustraciones, códigos y mapas, Murdle es el juego rebosante de ingenio e intriga que necesita el detective secreto que todos llevamos dentro.
Esta Navidad es el momento de unirse a la Murdlemanía, la colección que necesitas para poner a prueba tu poder de deducción.
El mejor detective de crímenes ganará un viaje a Londres.
Esta Navidad habrá una razón más para unirse al Murdlemanía. El autor ha preparado un caso exclusivo y dificilísimo para esta nueva edición de Murdle: Resuelve el crimen. Si lo resuelves, ¡entrarás en el sorteo de un fabuloso viaje de dos días en Londres para dos personas!
En el invierno de 1930, llegan al barrio rural de Las Casetas Joaquina y su marido, un clarinetista de la banda de Zaragoza, sastre de profesión, llamado Mariano. Ha sido contratado para hacerse cargo de la exigua banda municipal de esa localidad de gente trabajadora, mayormente agricultores sin formación. Enseguida conoce a los que han de ser los miembros de su banda: campesinos con los dedos deformes y las uñas negras sin ningún sentido musical. Pero nadie parece querer ponerselo fácil, ni siquiera funciona la pequeña sastrería que abre y es Joaquina la que debe trabajar en un horno de pan y vendiendo bocadillos en la estación para sacarlos adelante.
Sin embargo, poco a poco, Mariano conseguirá ganarse la confianza de esa gente ruda y él mismo aprenderá a confiar en ellos. Firme creyente en las ideas progresistas de modernizar el país a través de la educación y la cultura, realmente conseguirá, a través de su pasión por la música, mejorar las vida de estas personas. Frente a sus logros, emerge sin embargo una curandera a la que llaman "la bruja", empeñada en expulsar a Mariano y su esposa de la comunidad. Y entre ambos se establecerá un pulso entre razón y magia, rechazo y deseo, mientras la amenaza de la guerra avanza inexorablemente.
Música en la oscuridad nos trae de vuelta al mejor Antonio Iturbe, a un excepcional contador de historias que, como ya demostró en La bibliotecaria de Auschwitz, tiene un don especial para rescatar del olvido un episodio real poco conocido de nuestro pasado reciente y escribir una novela conmovedora de superación en tiempos de guerra.
Todo el mundo sabe que a Haruki Murakami le apasionan tanto la música moderna y el jazz como la música clásica. Esta pasión no sólo le llevó a regentar en su juventud un club de jazz, sino a impregnar de referencias musicales la mayoría de sus obras. En esta ocasión, el escritor japones comparte con sus lectores sus querencias, sus opiniones y, sobre todo, sus ansias de saber sobre el arte musical. Para ello, a lo largo de dos años, Murakami y su amigo Seiji Ozawa mantuvieron estas deliciosas conversaciones sobre piezas de Brahms y Beethoven, de Bartók y Mahler, sobre directores de orquesta como Leonard Bernstein y solistas excepcionales como Glenn Gould. Así, mientras escuchan discos y comentan distintas interpretaciones, el lector asiste a jugosas confidencias que le contagiarán el placer inacabable de disfrutar de la música con oídos nuevos.
Joan Sample is not living the life she expected. Now a widow and an empty-nester, she has become by her own admission something of a recluse. But after another birthday spent alone, she is finally inclined to listen to her sister, who has been begging Joan to reengage with the world. With Emmie’s support, Joan gathers the courage to take some long-awaited steps: hiring someone to tame her overgrown garden, joining a grief support group, and even renting out a room to a local college student. Before long Joan is starting to feel a little like herself again.
Across town, Maggie Herbert works mornings as a barista, tending to impatient customers before rushing to afternoon nursing classes. She lives with her alcoholic father, ducking his temperamental outbursts and struggling to pay the household bills. But her circumstances brighten when she finds a room for rent in Joan’s home. In the unexpected warmth of her new situation, Maggie finds a glimmer of hope for a better life. But will Maggie’s budding attraction to one of her favorite customers ruin the harmony she’s only recently found with Joan? Meanwhile, what is Joan to make of the mysterious landscaper who’s been revitalizing her garden—a man who seems to harbor a past loss of his own?
Jackie's goal is perfection―perfect grades, the perfect look, getting into the perfect school. If she can achieve that, then maybe her too-busy mom and dad will take notice. But when her parents die in a tragic accident, Jackie is shipped off across the country to live with the Walters, her new guardians…who just happen to have eleven sons (plus a daughter who is basically one of the boys).
The Walter boys are loud, dirty, annoying―and, okay, some of the older boys might be Greek god level hot, but they don't think a city girl belongs on their horse ranch. How is Jackie supposed to fit into their chaotic world when she needs to keep her parents' memory alive by living up to the promise of perfect?
But as Jackie spends more time with the Walter boys, she begins to wonder if the perfection she's always strived for isn't the only way to find love after all.