Con la placidez y tranquilidad de quien ha sabido adaptarse a lo que la vida le ha deparado, Eszter habita la casa que heredó de su padre en compañía de una pariente anciana. Hasta que un día, inesperadamente, recibe un telegrama de Lajos, viejo amigo de la familia, anunciando su inminente visita. Canalla, encantador y sin escrúpulos, con unas magníficas dotes de actor que le confieren un poder de seducción irresistible, Lajos no solo traicionó a Eszter, sino que también destruyó a su familia y les quitó todo lo que poseían, salvo la casa en la que viven, cuyo jardín es su único y escaso medio de subsistencia. Ahora, tras una prolongada ausencia, Lajos regresa y Eszter se prepara para recibirlo conmovida por un torbellino de sentimientos contradictorios.
Para ser una esclava en el Saint-Domingue de finales del siglo XVIII, Zarité había tenido buena estrella: a los nueve años fue vendida a Toulouse Valmorain, un rico terrateniente, pero no conoció ni el agotamiento de las plantaciones de caña ni la asfixia y el sufrimiento de los trapiches, porque siempre fue una esclava doméstica. Su bondad natural, fortaleza de espíritu y honradez le permitieron compartir los secretos y la espiritualidad que ayudaban a sobrevivir a los suyos, los esclavos, y conocer las miserias de los amos, los blancos.
Zarité se convirtió en el centro de un microcosmos que era un reflejo del mundo de la colonia: el amo Valmorain, su frágil esposa española y su sensible hijo Maurice, el sabio Parmentier, el militar Relais y la cortesana mulata Violette, Tante Rose, la curandera, Gambo, el apuesto esclavo rebelde... y otros personajes de una cruel conflagración que acabaría arrasando su tierra y lanzándolos lejos de ella.
La llama doble es un ensayo enteramente unitario que, por su importancia en el conjunto de la obra Octavio Paz, resulta comparable a títulos tan decisivos como El arco y la lira o El laberinto de la soledad. Aun cuando la redacción material del libro se produjo entre marzo y abril de 1993, el propósito de escribirlo data por lo menos de 1965, y en aquella época el autor redactó los primeros apuntes de lo que deseaba que, «partiendo de la conexión íntima entre los tres dominios —el sexo, el erotismo y el amor—, fuese una exploración del sentimiento amoroso». Resumiendo toda su trayectoria de vida, pensamiento y escritura, con una tensión expresiva inabatible y una lúcida y conmovida cercanía al núcleo más íntimo y esencial de la existencia humana, Octavio Paz examina, compendia, hace revivir y otorga pleno sentido, desde sus orígenes en la memoria histórica y mítica hasta la experiencia cotidiana más inmediata, a uno de los elementos fundamentales de la vida de hombres y mujeres: «El fuego original y primordial, la sexualidad, levanta la llama roja del erotismo y ésta, a su vez, sostiene y alza otra llama, azul y trémula: la del amor. Erotismo y amor: la llama doble de la vida».
«Un maestro de la sátira anarquista. Una leyenda viviente» (New York Review of Books); «Los más honestos, directos, iluminadores e importantes relatos publicados en este país en los últimos 20 años» (San Francisco Chronicle).
Stephen King sorprende y aterroriza una vez más al lector con su magistral don para destapar y exhibir la mitad más oscura del ser humano.
Cuando Thad Beaumont en pleno bloqueo creativo, después de que su novela Las súbitas bailarinas optara al Premio Nacional de Literatura y lo perdiera, decidió seguir los consejos de su mujer y publicar una serie de thrillers retorcidos y sangrientos bajo el pseudónimo de George Stark, no pensó, ni por asomo, que le sería tan difícil «deshacerse» de ese otro yo que, no se explicaba cómo, había dejado de ser ficticio.
Cuando el comisario Alan Pangborn aparece en su casa acusándole de un brutal asesinato, Thad trata de afirmar su inocencia, de asegurar que nada tiene que ver con todos esos monstruosos asesinatos cometidos tan cerca de su casa, ni con la retorcida mente que protagoniza sus novelas policíacas, ni con las llamadas de aquella voz que, obscena y susurrante, le pide al teléfono que se rinda. Pero, ¿cómo explicar que sus huellas ensangrentadas han aparecido por todas partes en la escena del crimen?
"Al despertar, Auri supo que faltaban siete días. Sí, estaba segura. Él iría a visitarla al septimo día."
La Universidad, el bastión del conocimiento, atrae a las mentes más brillantes para aprender ciencias como la artificería y la alquimia. Pero bajo esos edificios y sus concurridas aulas existe un mundo en penumbra.
En ese laberinto de tºneles antiguos, de salas y habitaciones abandonadas, de escaleras serpenteantes y pasillos semiderruidos vive Auri, otrora alumna de la Universidad. Ahora cuida de la Subrealidad, de la que ha aprendido que hay misterios que no conviene remover. Ya no se deja engañar por la lógica en la que tanto confían en lo alto: ella sabe reconocer los sutiles peligros y los nombres olvidados que se ocultan bajo la superficie de las cosas.
La Habana, verano de 2003. Han trascurrido catorce años desde que el teniente investigador Mario Conde, desencantado, abandonara la policía. En esos años han ocurrido muchos cambios en Cuba, y también en la vida de Mario Conde. Su inclinación por la literatura y la necesidad de ganarse la vida lo han llevado a dedicarse a la compra y venta de libros de segunda mano. El hallazgo fortuito de una valiosísima biblioteca le coloca al borde de un magnífico negocio, capaz de aliviar sus penurias materiales. Pero, en un libro de esa biblioteca, aparece una hoja de revista en la que una cantante de boleros de los años cincuenta, Violeta del Río, anuncia su retiro en la cumbre de su carrera. Atraído por su belleza, por el misterio de su retiro y el silencio posterior, Mario Conde ?ahora con más años y más cicatrices en la piel y en el corazón? inicia una investigación, sin imaginar que, al seguir el rastro de Violeta del Río, despertará un pasado turbulento que, como la fabulosa biblioteca, ha estado tapiado durante más de cuarenta años.
El maestro en el arte de aterrar se supera a sí mismo. He aquí una serie de historias -unas horripilantes en su extravagancia, otras tan terroríficas que disparan el corazón- que son el producto mejor acabado de una de las más poderosas imaginaciones de nuestro tiempo: En «La niebla», historia inicial del libro, extensa como una novela, un supermercado se convierte en el último bastión de la humanidad ante la invasión de la Tierra por parte de un enemigo inimaginable... En los desvanes hay cosas que conviene dejar tranquilas, cosas como «El mono»... La más soberbia conductora del mundo le ofrece a un hombre «El atajo de la señora Todd», para llegar antes al paraíso... En fin, todo un abanico de emociones y escalofríos, cuyas flores se abren por la noche...
En este brillante ensayo, Mario Vargas Llosa analiza una de las novelas que han marcado su carrera como escritor: Madame Bovary de Gustave Flaubert, considerado el fundador de la novela moderna y uno de los maestros indiscutibles de todos los narradores posteriores. «Hacía años que ninguna novela vampirizaba tan rápidamente mi atención, abolía así el contorno físico y me sumergía tan hondo en su materia.» Mario Vargas Llosa
La pesquisa del narrador peruano tantea tres diferentes vías de aproximación al texto flaubertiano: en una primera parte, de tono autobiográfico, Vargas Llosa se retrata a sí mismo como lector enfervorizado y pasional. La segunda parte es un análisis exhaustivo de Madame Bovary, cómo es y lo que significa una obra en la que se combinan con pericia la rebeldía, la violencia, el melodrama y el sexo. En la tercera parte se rastrea la relación de la obra de Flaubert con la historia y el desarrollo del género más representativo de la literatura moderna: la novela.
Mario Vargas Llosa resulta tan solvente en su faceta de crítico literario como lo es en su oficio de narrador. Del encuentro de una inteligencia narrativa como la del novelista peruano con la obra más importante de uno de los autores esenciales de la literatura universal nace un ensayo que vale por todo un curso de literatura.