Tras años intentando animar mi vida sexual desistí y decidí escribir un diario. Quizá mi apuesto y frío marido era incapaz de darme la pasión que yo esperaba; después de todo, mis ex ya cumplieron con los niveles de testosterona que yo ansiaba y encontraba en mis novelas favoritas…, así que, si no podía tener ese nivel de pasión, al menos podía escribir sobre ello, ¿no? Nadie debía saberlo, iba a ser mi pequeño secreto. Pues ¿adivináis qué? Mi marido leyó el diario. ¿Y sabéis qué? Le hizo cambiar el juego. Bien.
Asesorada por mi mejor amiga, me sentí especialmente poderosa y empecé a poner a prueba sus límites con entradas en mi blog diseñadas específicamente para manipular el comportamiento de Ken… Al principio funcionaron…Hasta que dejaron de hacerlo. El resto hay que leerlo…
La bella Marguerite desaparece repentinamente de su pequeño pueblo en el norte del estado de Nueva York,pero las causas no están del todo claras. ¿Hubo alguien más involucrado? ¿O simplemente aprovechó la oportunidad para dejar atrás su angustiosa vida? Veinte años despues, su hermana menor, Gigi, reconstruye las pistas de lo acontecido aquellos días y de la investigación posterior. Poco a poco, las revelaciones sobre las dos hermanas se vuelven claras, y se desvela que su perfecta vida hogareña no era tan placentera como parecía. Y sutilmente, con la maestría de Joyce Carol Oates para el suspense, comenzamos a vislumbrar lo acaecido.
Emily Dickinson es una de las poetas más grandes de todos los tiempos, comparable a Dante y a Shakespeare, y sin duda una de las mayores de Estados Unidos. De los 1.789 poemas conocidos hasta la fecha, solo diez fueron publicados en vida, todos de forma anónima y la mayoría sin el consentimiento de la poeta. La mitad se encontraron tras su muerte en un cofre que contenía cuarenta cuadernillos cosidos a mano. El resto ha ido saliendo a la luz procedente de las 1.304 cartas existentes a día de hoy.
Nicole d'Amonville Alegría, también poeta, publicó una personal y muy cuidada antología bilingüe en 2003 a partir de la última edición crítica de R. W. Franklin. Los poemas aquí reunidos, cuya traducción D'Amonville ha revisado para la ocasión, no solo constituyen una excelente muestra de la profundidad, la concisión, la música y la ineludible modernidad de la poeta de Amherst, sino que se cuentan entre los imprescindibles de esta autora inmortal que continúa ganando lectores en todo el mundo.