Más que una idea de clase social o política propiamente dicha, el poeta nos lleva a un viaje por las islas de la región caribeña donde descubre las huellas de sus habitantes.
Entrar al mundo del “Labrador de palabras” es un viaje que
sorprende a cada paso cuando devela lugares, asociaciones,
tendencias y memorias que permiten entender la razón por la
que el lector se reconoce en muchos de sus poemas. Labrador
de palabras es poesía y testimonio.
A través de los treinta y tres capítulos el autor nos sumerge
en el laberinto del tiempo con la marcada intencionalidad de
hacer del pasado el caldo de cultivo del futuro. La extensión es
sufi ciente para aprisionar la realidad humana de una pequeña
población de República Dominicana, en cuyo nombre actúan
los personajes enlazados por indestructibles y a veces fatídicos
lazos familiares. Sí, la familia es la estructura social sobre la que,
de manera magistral, aunque con apariencia ingenua, el autor
nos enfrenta a la antinomia vida-muerte o realidad-irrealidad,
celosamente vigiladas por un tiempo cuya presencia nos obliga
a evocar a Platón para quien “el tiempo es la imagen de la eter-
nidad en movimiento”.
Esta quinta novela de Edwin Disla es una de las obras mejor estructurada e intensa de la literatura dominicana. Desnuda totalmente a la sociedad contemporánea quisqueyana, donde existen unos señores de doble moral que campean por sus respetos.
Quienes son estos señores que a veces aparecen en la prensa como delicados y pulcros empresarios que por estar por encima de la ley y de las buenas costumbres merecen ser llamados dioses de cuellos blancos? A este descubrimiento fascinante es al que el autor invita a los lectores, quienes encontraran también en personajes sinuosos como Caifas, La Calavera, el Baca, Latica y la Gata, a los peones del sucio ajedrez del bajo mundo de las drogas y el sexo. Ajedrez, en el que ademas juega el contacto, alto oficial siempre en la sombra, y funcionarios civiles y militares entremezclado con Abraham y Carlos, entre otras figuras de la burguesía dedicadas al lavado de activos.