Solo la verdad es una obra que por su contenido histórico, proporcionará al lector la oporunidad de conocer todo lo acontecido en relación a las elecciones de la Organización de Estados Americanos de 1975, en que la República Dominicana pudo haber alcanzado una posición que por su relevancia continental le hubiera permitido un li-derazgo de importancia para su desarrollo y un mayor reconocimiento en el ámbito internacional. Lo que se revela en esta obra, es la respuesta a las tantas interrogantes que el pueblo dominicano y de los países de América Launa, se han hecho durante una década. El lenguaje sencillo, espontáneo y sincero de la misma, permitirá al lector adentrarse en ella sin el menor esfuerzo, hasta llegar a las interioridades que contiene.
A los que conocieron a Trujillo y no lo entendieron. A los que creyeron conocerlo y lo justificaron. A los que desean conocerlo, sin juzgarlo y sin justificarlo. A las presentes y futuras generaciones para que no imiten este modelo de referencia social no sano, y menos, digno de imitar.
Esta es una versión corregida y aumentada de la Historia Social y Económica de la R. D., libro publicado por primera vez en 1976. Se han incorporado dos nuevos capítulos y múltiples acápites, y se han matizado algunos de los análisis acerca de los procesos formativos del pueblo dominicano.
"Para doña Altagracia, por lo tanto, el matrimonio era cuestión de honor... Ella también experimentaba ese abandono rancio y añejado por el tiempo que le había dormido el razonamiento haciéndole creer que las cosas con su esposo algún día iban a cambiar; sin embargo todos sabían que don Gregorio no iba a cambiar mientras le quedara una sola gota del preciado liquido..." "Sin que nadie lo notara... el hacendado sacó un revólver Smith Wesson calibre treinta y ocho...y abriendo sigilosamente el maletín lo colocó dentro del mismo... "Y en ese silencio de la noche alguien desembuchó un chorro de palabras ensangrentadas: —¡Malditos comunistas! Hay que matarlos a todos, para que sepan que con Trujillo nadie se mete..."
" —El militar... le dijo: —"Por favor, deme su licencia de manejar, su cédula de identidad y la Palmita"...—¿Tienen todos sus documentos en regla? Al oír el requerimiento del militar don Victorio empezó a sudar profusamente. Parecía como si los poros detrás del cuello y de las axilas se le hubieran abierto dejando correr chorros de sudores hacia el lugar donde la espalda pierde su dignidad.
Pedro...visitando... la Zona Colonial. Súbitamente se oyó a alguien gritar, "¡Un calié! ... !Un callé, !Un calié! ...De repente apareció... frente a él, un individuo de aproximadamente unos cuarenta y cinco años de edad. Iba montando una bicicleta vieja y oxidada... Se movía a todo vapor....E1 importunado... tenía puesto unos espejuelos "fondos de botellas" en una montura barata de color negro...Recuerda Pedro cómo vio volar por los aires una pesada cadena que salía del medio de la turba surcando los aires de las calles Padre Billini esquina Palo Hincado y aterrizando en la misma cabeza del fugitivo...
Desde las primeras líneas sentimos que la dominicanidad -esa síntesis espiritual de lo que nos define en la historia y en la geografía, y también en nuestras interacciones con nuestro cotidiano, nuestros sueños y nuestras angustias-traspira en cada página de este libro. No es la primera vez que el autor recurre a ese recurso didáctico y de síntesis que consiste, para tratar un aspecto del alma nacional, en tomar un símbolo, un objeto o un personaje y convertirlo en un eje alrededor del cual giran sus meditaciones como intelectual y como ciudadano. Es como si cada libro representara un nuevo capítulo de una obra gigantesca y compleja de análisis y de reflexión en tomo al alma nacional... Una labor de observación y de resumen que viene realizando desde hace tiempo, partiendo cada vez, desde puntos de vista diferentes, pero siempre en tomo a un eje primario: nuestra identidad. Juan Carlos Mieses
Esther, una niña cuyo inesperado nacimiento transformó profundamente la vida de su familia, creció en un pueblo árido y humilde. A lo largo de su vida, recorre un camino lleno de desafíos y lecciones, acompañada de personajes entrañables y situaciones que la moldearán. Cada paso en su travesía es una oportunidad de crecimiento, enriquecido por aventuras y una fe inquebrantable. A través de sus ojos, descubrimos la esperanza y el resplandor de las estrellas que la guían, iluminando su sendero con fortaleza y luz.
Si quieres filosofar... constituye un aporte honrado y feliz que en buena hora viene a engrosar el magro caudal de la literatura filosófica criolla destinada a la formación de la juventud. Porque los escritos incluidos en sus páginas son todos significativos, iluminadores, cuando no fundamentales. Porque el criterio que presidió la selección de los mismos se nos impone como definitivamente esclarecedor y creativo.
León David
Nuestra época se caracteriza por la caída de los principios y de los grandes ideales del hombre. Para darle respuesta a lo anterior, sólo hay un camino: filosofar. Y a ello nos invita la presente obra.
Esto de por sí constituye un gran mérito, aunque no tuviera ningún otro, porque llamar a los hombres a pensar en una época en que no lo hacen; llamarlos a la reflexión y a la luz, en una época en que se tornan irreflexivos y se hunden en las tinieblas, es algo grandioso. El hombre sigue siendo proyecto.