Con Simientes de Babel, Pérez asume desde el lenguaje el gran espejo roto de un mundo fragmentado en el que todos tratamos afanosamente de vernos y reconocernos. Ahora que la Babel lingüística y cultural se ha instalado de forma definitiva entre nosotros, la poesía resurge para aspirar a ser a un tiempo la lengua universal del origen y el origen de todas las lenguas. La poesía deviene así en acto de libertad suprema que sueña con reinventar la cr
Fundirse con el todo, ser él, y a la vez, individual y único como un dios esencial, es el sino secreto de este poeta y de esta poesía. Les basta a su universo el fiero instante que transcurre de la luz a la sombra, el breve destello de una vida, para fijar y enamorar lo eterno, que no habita, como solía pensarse, ni en lo pasado ni en lo venidero, sino en lo único que de veras es cierto e intensamente nuestro: el aquí y el ahora, el presente en el que respiramos, meditamos, amamos… Erótico, abisal, filosófico, este poemario indaga sobre la condición humana y está transido por las grandes preguntas que nos asolan como especie. Cada intento de respuesta es un poema con el que el poeta testimonia dolores, perplejidades, intuiciones… compartiendo al unísono los dones y dolores de un alma singular ansiosa por volver a la fuente nutricia, a casa, allí donde todo final es, en verdad, comienzo.
Rafael J. Rodríguez Pérez
La lectura de un guion cinematográfico es un universo distinto al que se pueda retar un lector frente a la lectura de un relato literario que busca crear una experiencia más inmersiva y reflexiva a través de las palabras. El guion cinematográfico está escrito en un formato específico que incluye encabezados, descripciones de escenas, diálogos y acciones y está diseñado, precisamente, para ser una guía en la producción audiovisual.
Por eso, en este compendio de guiones cinematográficos que abarca este libro, la perspectiva del lector debe estar enfocada en las sugerencias que el guion mismo expone para darse cuenta de la atmósfera, los personajes, las situaciones y el contexto donde esa historia centra su potencial para convertirse en un relato netamente cinematográfico.
Desde la otredad de la palabra y gracias al encanto de su voz narrativa vigorosa, fresca y alucinante, cual mago encantador, Leo Salazar nos hechiza desde el influjo de la primera frase de este manojo de cuentos fantasticos, y maravillosos, que llevan por titulo sere breve, sumergiendonos con maestria y gallarda lucidez en el mundo de sus historia, donde, sin opcion a elegir, viviremos cada una de estas singulares experiencias, unas veces en calidad de testigos, y otras, como personajes.
No hay fuerza mayor que la que produce el deseo de contar lo vivido, lanzar al aire los momentos que marcan por su contenido extraño, inverosímil, tormentoso o placentero. Los caminos de la vida arrastran consigo las injusticias ajenas o propias y los sinsabores de los logros basados en un esfuerzo indescriptible.
Testimonios se comporta como el currículum vitae de un individuo que ha latido con la vida, desde los más agrestes momentos de soledad hasta los célebres instantes de la imaginación desbordada. Aquí hay una utopía venial, un sueño permanente de alcanzar la humanidad reconciliada en el amor, en la igualdad, en la verdad y en la apuesta por la felicidad.
El recuento de poemas de Rafael Puello desnuda su trayectoria en compañía de un latir silencioso que fue creciendo en la medida en que la mirada, el tacto y la reflexión comenzaron a construir una interpretación de lo vivido. Testimonios es la pacificación de las preguntas que ahora, al cabo de los años, se convierten en las respuestas que, de alguna forma, pueden asumirse como verdades.
JOSÉ ENRIQUE DELMONTE Marzo de 2024
Eugenio María De Hostos Y Bonilla nació en Puerto Rico el 11 de enero de 1839, A los ocho años de edad Ingresó en el Liceo de San Juan, y más tarde fue enviado a España a seguir los estudios del bachillerato en Bilbao. Regresó luego a Puerto Rico, y por los años de 1855 pasó por el Seminario Conciliar de San Ildefonso de Mayagüez. Después volvió a España, a cursar en la Universidad Central de Madrid los estudios de leyes, Muy pronto se hizo estimar en España por su saber, por la elevación de sus ideas y por la bondad de su alma. Mientras permaneció en la tierra natal, Hostos pudo apreciar los sufrimientos producidos por los errores de este régimen, y el dolor que le causaron sembró en su alma la semilla de donde surgió el árbol robusto de su empeño patriótico. Hostos, creyendo que la monarquía absolutista e intolerante era la razón de que no hubiera esperanzas de libertad para las Antillas, se lanzó de lleno en el liberalismo español. Desengañado, se convenció de que las colonias tendrían que obtener la libertad por esfuerzo propio, prescindiendo de todo lazo con España. La República Dominicana le tendía los brazos y a ella se dirigió. Si grande fue la lucha tuvo también muchos colaboradores entusiastas. La labor tuvo que interrumpirse (1888) en el momento en que era más fructífera, debido a las adversas circunstancias porque atravesaba la vida política de la República. Se dirigía a Chile, llamado por el gobierno de ese país. El día 6 de enero de 1900 la ciudad de Santo Domingo acogió de nuevo al Maestro y a su familia. Volvió a su labor de difundir la enseñanza en el seno de la sociedad dominicana. [En agosto de 1903] Hostos enfermó gravemente. Murió el 11 de agosto de 1903.
Camila Henríquez Ureña