El título Seis ensayos en busca de nuestra desmitificación sostiene relaciones paródicas con los de otros dos libros bastante famosos: uno de Pedro Henríquez Ureña (Seis ensayos en busca de nuestra expresión) y otro de José Carlos Mariátegui (Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana). Puesto que a todas luces se trata de una decisión deliberada, cabe decir que la misma propicia el funcionamiento de ese designador como un guiño por medio del cual el autor resalta su intención de asignarle una determinada unidad de sentido a su selección.
“La explicación histórica es, en esencia, una obra de honda reflexión teórica, metodológica y filosófica, además de estimulante, sobre el oficio del historiador, el cual fundamentalmente consiste en indagar sobre el pasado, abrevando en fuentes fiables, reuniendo o seleccionando determinadas pruebas o evidencias, ordenándolas, evaluándolas, contrastándolas con otras fuentes y/o testimonios, para finalmente proceder -mediante la escritura- a la reconstrucción parcial (que nunca podrá ser total) del pasado al que queremos aproximarnos”.
En esta novela se dibuja la tétrica vivencia de la tiranía trujillísta que por tantos años y varias generaciones marchito los sueños y aspiraciones de gran parte de la juventud dominicana, parecía en esa época que ser joven era un delito.