“Machete amola’o” es una obra que, desde la experiencia cuasi biográfica del autor, nos encanta con el paisaje histórico de La República Dominicana del siglo XX. La autoctonía reflejada en esta obra, desde un incipiente poblado, de nombre “Navarrete” hasta las aceras “postmodernas” de Los Estados Unidos, pone de manifiesto una vorágine de elementos dignos de ser consumidos desde la voraz lectura acompañada de los ojos de la imaginación recreativa y contemplativa.
Sin dudas, no debe haber un dominicano que, al enfrascarse en la tarea de leer estas páginas salpicadas de una tinta cónsona, desde la pluma de su autor, el Ing. Ramón Núñez Almonte que, con sobrado conocimiento de causa, nos enrostra la realidad de una patria convulsa, particular y heroica. No solo desde la sociedad dominicana macro, sino con impresionantes y vivaces peripecias personales desde su micro mundo.
Desde lejos te construyo poco a poco,
la tela suave de tu esencia me acaricia,
su algodón tierno cubre, venda , consuela
mi honda herida
por dejarte, por no tenerte, por ausentarme,
te siento y veo todos los días ¡tierrita mía!
todavía, hace poco, tan cercana,
como la inmensa madre que he tenido...
apartada, inaccessible, lejana
¡Llenitos mis días de la sed de tu presencia!
Tal y como nos lo cuentan estos versos así nos sentimos los que vivimos distantes de nuestro lugar de origen, a cada paso nos sorprenden huellas de lo que somos, del país de dónde venimos, de nuestra geografía, de las condiciones de vida social donde crecimos, pero además de nuestra historia individual, de las marcas imborrables que dejaron en nosotros la educación en el seno de la familia, impresas muy hondamente en nuestro ser, los valores que nos formaron, los principios que siguen siendo nuestro norte, que se estamparon con fuerza y empeño en nuestro yo íntimo.
La autora de este libro narra de manera directa y veraz los acontecimientos de los que fue testigo durante el ametrallamiento de su casa y vecinos el 28 de abril de 1965, cuando entraron las tropas norteamericanas al barrio de San Juan Bosco.
Datos inéditos, detalles que respaldan lo narrado con una prosa ágil y clara, convierten este testimonio en un texto apasionante que aporta y amplía el registro de lo ocurrido durante la invasión norteamericana de 1965.
Con el deseo de colaborar, aunque sea mínimamente a una mejor y más justa convivencia en nuestro país, he escrito algunos artículos publicados en el periódico El Nacional, entre 2022 y 2024. Ahora, me permito presentar a su consideración amable lector, la recopilación de los temas tratados, a fin de dejar constancia de estos.
Este propósito lo motiva mi interés por recordarles a las autoridades nacionales que, de alguna manera estén vinculadas a las instituciones responsables de cumplir los mandatos que les ordenan la Constitución y las leyes, su obligación de velar porque se cumplan fielmente todos y cada uno de esos preceptos.
Muchos pensarán que se trata de una labor quijotesca. Sin embargo, pienso que peor sería resignarnos; por aquello de que: “tanto da la gota de agua en la piedra, hasta que le hace un hoyo”. Las jornadas por la prevalencia de la responsabilidad, la honestidad, el decoro y otros valores dignificantes, nunca han sido fáciles ni se logran en breve tiempo.
Siendo así, pienso que la tenacidad, perseverancia y consistencia en los propósitos, rinden sus frutos.
Continuamos pues, reclamando el cumplimiento del deber, y, presentando estas propuestas con ideas que entendemos pueden coadyuvar a resolver y/o mejorar las falencias denunciadas.
Éste es Ramón Saba, quien se autodefine como “un ermitaño que ama la soledad; pero compartida con buena literatura y buena televisión”. Y es que nuestro bardo se nutre de la literatura exquisita y depurada; y como caballero andante cabalga sobre su corcel, mientras pulsa su lira para armonizar con mágicos acordes clásicos o modernistas la prosa de su canto y la melodía de sus versos. Mi maestro es un prestidigitador de palabras y un dignificador de lo ruin; quien con inusitada destreza pinta de vívidos colores cada fonema del lenguaje, construyendo imágenes que seducen el alma y
conmueven la razón.
Ética de la praxis educativa docente: entre la
profesionalidad y el compromiso personal es una obra
imprescindible para repensar la educación en un
tiempo marcado por la incertidumbre, la violencia y
los retos que plantea la inteligencia articial.
Pablo Mella nos conduce desde la historia de la
ética hasta los debates actuales mostrando cómo el
acto de educar no es solo una técnica ni una rutina,
sino una relación humana profundamente ética y
política. Con claridad y rigor, el autor analiza los
desafíos de la práctica docente, la convivencia escolar
y el vaciamiento pedagógico que amenaza los sistemas
educativos contemporáneos.
Este libro es un llamado a despertar: a reconocer la
singularidad de cada persona, a construir relaciones
más justas y pacíficas, y a situar la ética en el corazón
mismo de la educación. Más que ofrecer respuestas
fáciles, nos invita a hacernos las preguntas que denen
el sentido de educar hoy.
CHEILA VALERA ACOSTA
Hay tres aspectos del poemario que me fascinan. El primero es la transparencia poética. Ese decir poesía sin procurar artificios de la imagen, ni artificios del verbo. Y, las figuras literarias a las que tanto nosotros apelamos, pues están aquí, no ausentes sino transfiguradas en una transparencia que es como si de repente la poesía saliera a primera convocatoria.
Luego me gustó mucho el juego, que también encontramos en los dos primeros poemarios de Marivell: “Mujer ante el espejo” e “Hija de la tormenta”, que es ese estilo de poema que juega un poco con la narrativa del quiebre, del torcer la tuerca, de darle otro sentido a la palabra, para traer también esos otros sentidos a la configuración del poema, lo que me sigue pareciendo innovador en este poemario.
Y, lo tercero, es el coqueteo con la rima que se identifica al finalizar con un rap... Ese coqueteo, de ya te tengo, ya voy... ya te tengo... Que por primera vez lo veo en la poesía de Marivell, como ya dijimos de la transparencia, es ese cierto desenfado que se traduce no solo en la experimentación con otros géneros de la poesía, sino atreverse a decir lo que hay que decir, como si la expresión de un sentido tan auténtico en la vida de la poeta, como que haya también dado al traste con una postura estilística; y una valentía y sostenerla... “Ya lo voy a decir de esta forma" y mantenerla durante todo el poemario.
Los humanos actu mos como si fuésemos los seres vivos que dominamos este planeta desde el principio. Actuamos como si fuéramos a dominar por siempre. Nos creemos tan poderosos que actuamos como sí nunca la raza humana se fuerá a extinguir; sin embargo, la historia nos dice otra cosa.
El afán de lucro y poder, sumado al deseo voraz de someter a sus semejantes a sus designios y dominios, ha provocado situaciones que amenazan nuestra existencia, como por ejemplo la destrucción de la capa de ozono y el consecuente calentamiento global.
En el caso de los gobernantes, fundamentalmente las grandes potencias, prefieren invertir en armamentos para guerras, que en la mayoría de los casos son provocadas, en vez de invertir en la conciencia colectiva y las soluciones a las demandas de una población en crecimiento.
Y mirando ya hacia el patio dominicano, el liderazgo de hoy no se asemeja al liderazgo que nos antecedió. La madurez política y la razón han pasado a un segundo plano al momento de tomar decisiones y practicar el ejercicio político, al actuar pensando más en el hoy que en el mañana.
Hemos tratado y esperamos en gran manera haber logrado despojarnos de todo prejuicio, fanatismo, sentimientos o resentimientos que no permitan expresar nuestras ideas lo más próximo a la objetividad. Esperamos que estas páginas nos sirvan a todos para abrir un espacio de reflexión que nos permita intentar tomar mejores decisiones en el ámbito político, en pos del desarrollo de nuestro pueblo y del país.