Ellas eran las cuatro hermanas Mirabal -símbolos de una esperanza desafiante en un país ensombrecido por la dictadura y la desesperación. Sacrificaron sus vidas, seguras, y confortables, en nombre de la libertad. Ellas eran "Las Mariposas", y en esta novela extraordinaria, Patria, Minerva, Maria Teresa, y Dedé nos cuentan, a través de las décadas, sus propias historias. Desde anécdotas sobre lazos para el pelo y secretos enamoramientos al contrabando de armas y las torturas en la cárcel. Con ellas aprendemos los horrores cotidianos de la vida bajo el dictador dominicano Trujillo. A través dela rte y la magia de la aclamada e imaginativa novelista Julia Alvarez, la dramática y vibrante vida de estas martirizadas mariposas toma forma en una historia cálidad, brillante y desgarradora en la que se nos muestra el incalculable coste humano derivado de la opresión política.
A las dos semanas llegó a Nueva York. ¡Y qué maravilla, mano! Las luces adornaban la ciudad. Quedó deslumbrado. Los edificios se veían como millones de estrellas en la tierra. Estrellas por arriba. Estrellas por abajo. Ahí mismo, en ese instante, comenzó su embriaguez. Él, que venía de un lugar donde era un lujo tener electricidad cuatro horas diarias. Él, que procedía de un país donde había un faro grande, grande anunciando que allí vivía gente ciega. Ahora veía acercarse más y más una ciudad que nunca quiso imaginar maravillosa. Nueva York donde, según cuentan las malas lenguas, cualquiera puede comprar, usar y vender drogas con tanta o más facildad que si estuvieran vendiendo azúcar...
Enfrentados con traumas psicológicos y tragedias sociales, recurrimos como defensa a la negación y al olvido. Reprimimos memorias para seguir adelante sin la perturbación de un dolor perenne. Y se logra. Pero quedan carga y consecuencias del insulto, que matizarán siempre nuestro comportamiento individual y colectivo. Un lastre que se arrastra por generaciones. Pero si recordamos, dispuestos a desgarrarnos con el enfrentamiento, podremos digeiirlos. Es en este proceso de confrontación cuando se inicia la curación y se esfuman los fantasmas. Los dominicanos menores de sesenta años de edad apenas tienen un brumoso recuerdo, si es que lo tienen, de la sordidez y la maldad que fue dueña de la República durante la dictadura trujillista, sin embargo, sufren las consecuencias de las mismas. Sin saberlo, están plantadas en su inconsciente colectivo. No es enigma ni casualidad la manera en que se desenvuelve nuestra sociedad, se comportan nuestras clases dirigentes, y actuamos entre nosotros.
Con este sencillo libro de narraciones, amalgama de fantasías y realidades vividas, pretendo traer al presente la tragedia de muchos personajes, que con demasiada frecuencia necesitamos o queremos olvidar. Intento abrir un agujero más en la muralla silenciosa de la amnesia colectiva. Asomados allí, podemos sentir algo de la maldad de entonces. Una provocación al miedo, un despojo, una catarsis. Aliviar el lastre reviviendo tragedias que no debemos olvidar.
Estas páginas van dedicadas a los jóvenes que, concentrados en demasía en la fruición del presente, desprecian el pasado del que siguen, sin darse cuenta, siendo víctimas. Segundo Imbert Brugal
“En estas travesías de cuentos verídicos, Carlos Tomás nos pasea por sus Vivencias de la sangre y nos sumerge con manos pródigas de luz, desde las sendas de laberinto personal, donde se encierran aventuras de su ayer atrapado por las anclas de su pasado romántico hasta el abuelo tierno y comprensivo que los años regalaron a su dulce existencia...”
“El manejo de las técnicas literarias que socorren al cuento, encuentran un puerto nuevo en la remozada creatividad de Sención Noboa, en cuyo seno se percibe más el clamor de sus anhelos.
RAMÓN SABA
Formas del ascenso, esta exégesis del libro de la escritora Aída Cartagena Portalatín, en cierto modo era un libro esperado. Escalera para Electra es de por sí una transgresión, porque sus planos escriturales subvierten la relación espacio-tiempo, la ubicación geográfica se trastoca, Grecia es un pretexto para hablar de las condiciones de existencia de la República Dominicana, y los personajes trasiegan en un costado de la historia que es, al mismo tiempo único y plural. De la Grecia milenaria al poblado de Moca de l967, en la República Dominicana; Electra puede reconstruir una biografía que es una ilusión desproporcionada, pero que funde un paralelo insólito entre las dos culturas. Es esta magia la que hace perder a los lectores, y desde que salió al público, Escalera para Electra, son muchos los que no han encontrado un universo de sentidos coherente para valorarla. Quizás es esto lo que empujó a Rey Andújar a escribir esta propuesta de lectura. Formas del ascenso es. en realidad eso: Una propuesta de lectura de Escalera para Electra, la emblemática novela de la escritora dominicana. Y después de este ensayo los lectores podrán descubrir, o redescubrir, los nexos sorprendentes y las subversivas asociaciones de la escritura de una autora mil veces discutida.
Enmarcada en el período que va desde las proximidades de 1930 hasta principios de los setenta, esta novela nos transporta, sin que podamos desprendernos de ella, a un mundo de sueños, aventuras, heroísmos y sufrimientos.
El autor nos lleva de la mano a Puerto Plata y nos introduce en ese ambiente de encantos, emociones y tensiones en que viven los personajes de la obra. Lo logra sin dramatismos, con una prosa clara y agudas descripciones.
En esa ciudad dominicana pequeña y tranquila nace Ignacio Montilla Alonso, quien tuvo la desdicha de hacerse adulto bajo el régimen de Trujillo. Graduado de médico, regresa a ella, se casa y su futuro parece promisorio. Una dejación cobarde de un colega, sin embargo, lo lleva a prisión y a partir de ese hecho se ve obligado a transitar un largo camino de resistencia
Tras el asesinato de Trujillo, el doctor Montilla participa en la política y la experiencia lo desconcierta punto de convencerse de no tener aptitudes para ella. Vive tranquilo, pero no cuenta con la perversidad de Balaguer, el autoritario presidente en ejercicio, quien intenta humillarlo. El doctor Montilla Alonso se rebela, defiende su dignidad, y su vida comienza a tener un giro inesperado que cautivará al lector hasta el final.
De acuerdo a Calvino, hay en Borges como en otros
escritores que incursionan en diversos géneros, una unidad
que no parece conocer fronteras.
José Mármol, en ese aspecto, es un seguidor del autor de
Fervor de Buenos Aires, pues entre sus ensayos, poesías y
aforismos hay un cordón umbilical que transmite pensamien-
tos junto a una experiencia formal que tiene al lenguaje
como núcleo.
Con Mármol y su cosmos artístico, tres décadas laborando
con las palabras, se desprenden desde la luz o desde las
sombras signos claros de la calidad de su poesía, demuestra
con su talento que cada uno de los versos que construye su
mundo literario tiene lucidez, precisión y rigor. Estos
aspectos se combinan entre sí para darnos en cada nueva
entrega poética algo propio, y aunque su particular mundo
literario forma parte de cada parto editorial, cada texto es
una estrella con luz propia.