Vivimos en tiempos cibernéticos en los que lo transido como abati- miento, preocupación, angustia, intranquilidad y dolor moral intenso se ha de situar dentro de un cibermundo caracterizado por lo no previsto, lo incalculable y la inseguridad en lo económico, político y social.
La compresión de este panorama actual es buscar el sentido a la vida que tiene que ver con una responsabilidad ética, como perseguir y luchar por el valor de la paz en el mundo, en un aquí y ahora, sin ignorar las situaciones difíciles y no rehuirle a la realidad en que vivimos.
Entre la inmensidad de temas que se abordan en la Literatura, la locura es uno de los que más cautiva a los lectores. Es por esto, que no podemos dejar de recordar la existencia de tantos personajes literarios que se revisten con el hálito de la demencia para seducir con el poder atrayente de sus palabras: Don Quijote, Emma Bovary, Ivan Karamazov, Hamlet, Rodrigo Usher y Segismundo. Indiscutiblemente, en esta novela, David Cervedra intenta ocupar un espacio en este imaginario humano que calificaremos como locura. El protagonista de esta metanovela se enfrenta a los autores de diversos cuentos, para defender los
cambios radicales que les hace a sus textos.
Yo ya estaré lejos, de Pedro Vergés (autor de la aclamada Solo cenizas hallarás), nos sumerge en la Ciudad Trujillo de los años 50 y realiza sin miramientos una descarnada disección de la época a través de un conjunto de personajes inmersos en la dejadez, la desesperanza, el acorralamiento, la sumisión y, sobre todo, el miedo, y avasallados física y moralmente por una personalidad, la de Trujillo, que terminaría marcando la existencia de cada uno de ellos de manera indeleble y, sin lugar a dudas, para siempre.
Un amor por el lenguaje, así, que se enrosca como una delicada espiral, y asciende solo para caer y besar con fervor su punto de partida, es del tipo de amor que profesa el autor de este libro por su idioma natal; uno que alcanza la hombradía de hacer potables en el español nuestro, giros y formas clásicas que se abrazan, sonrientes, con términos nacidos de lo castizo y de lo popular, de las redes sociales y el universo digital: minimalistas, hilarantes, magníficos…
La batalla de la luz y las sombras, los infinitos y posibles mundos que coexisten y acechan, la inmensurable realidad de un cosmos del que apenas conocemos un ápice, la humana fantasía, ante la que se inclinan, reverentes, los hombres y los dioses, el hechizo de la cambiante luna, el amor inmortal…, son algunas de las muchas bellezas que teje y desteje ante los ojos este rico relato de ciencia ficción y fantasía, donde se salva todo un universo gracias a la genética, la inevitabilidad del destino y la pasión más pura.
Cada cuento es una historia y cada historia es un mundo por descubrir. En todo tiempo las contradicciones y contingencias de los seres humanos y de la vida misma dejan incógnitas que son fuentes inagotables de leyendas para contar. En esa busquedad de la verdad, el hombre se enfrente a diferentes enigmas por develar.
José Espinosa Feliz, en Héroes en tiempo de coronavirus y otros cuentos, nos crea historia basada en hechos y contextos sobre la covid-19, pandemia que ha sido uno de los temas humanos mas importantes del siglo XXI.
El presente manual es una versión abreviada del libro Historia dominicana, de Orlando Inoa (Santo Domingo, Letragráfica, 2010). Ha sido elaborado con la intención de que los estudiantes tanto de nivel medio como preuniversitario puedan tener acceso de una forma sucinta y didáctica a los principales acontecimientos de la historia dominicana. Asimismo, está dirigido al público en general, viajeros y personas de negocios, que deseen adentrarse en nuestra historia y adquirir de ella una visión panorámica. Para aumentar la facilidad de su lectura, ha sido escrito en un estilo sencillo y los temas son tratados de forma concisa; con ese mismo fin se han suprimido las referencias bibliográficas, los cuadros y la mayoría de las fotos y tablas estadísticas.
En este libro Metro de Santo Domingo. Personajes de las estaciones; el usuario podrá leer entre una estación y otra, quiénes fueron estas personalidades de nuestra historia: hombres y mujeres que en algunos casos y por el bienestar de la Patria, ofrendaron lo más grande que nos ha dado Dios: la vida.
En lo artístico, personas que desfilaron por los más importantes escenarios del mundo, tal es el caso de nuestro barítono, Eduardo Brito y La Reina del Technicolor, María Montez. En el folklor, Casandra Damirón, la Soberana que en su género marcó un antes y un después.
Y en la línea 2-B, estas cuatro hermosas flores que, al cruzar el Río Ozama, perfuman nuestros recuerdos, haciéndonos evocar ese gran legado que han dejado en la literatura, la educación y a nuestra patria: Ercilia Pepín, Rosa Puarte, Trina de Moya y Concepción Bona, cuatro nombres elegidos para exaltar la grandeza y la valentía de la mujer dominicana, en nuestra histaria.