Recordar los momentos vividos durante la niñez
es como pasar las páginas de un libro cargado de
emocionantes aventuras, y sonríes porque revives
experiencias cargadas de un sentimiento tan puro y
quieres que tus hijos y parientes vivan contigo esos
momentos que, aunque no estuvieron ahí, sentirán
cada risa, cada lágrima, cada dolor, cada travesura.
Esto es justamente lo que en el paseo por cada página
de este libro encontrarás y notarás que no son
simples historias de costumbres familiares, sino vivencias
que han marcado de una forma extraordinariamente
hermosa la vida de varias generaciones.
Te invito a que te sumerjas en cada relato y vivas
cada historia, respires ese aire de campo, de primavera,
de cosecha… en fin albergar en el corazón remembranzas
de un tiempo que no se ha ido, porque
como dijo una vez Gabriela Mistral: Recordar un buen
momento es sentirse feliz de nuevo.
En esta novela se dibuja la tétrica vivencia de la tiranía trujillísta que por tantos años y varias generaciones marchito los sueños y aspiraciones de gran parte de la juventud dominicana, parecía en esa época que ser joven era un delito.
Tres rebeliones en los primeros años de la colonización española en las Antillas, protagonizadas respectivamente por un colono español, un indio de la Encomienda y un esclavo negro (los tres colores), sirven a Pedro Mir para trazar un intenso fresco en el que sus dotes de historiador atento a las causas sociales y psicológicas de los acontecimientos, de narrador ágil, profundo y sorprendente, y de poeta capaz de identificarse con los oprimidos y silenciados se combinan brillantemente para dar lugar a un texto, aderezado de fina ironía y sentido del humor, que mezcla el ensayo literario, la novela histórica y, convirtiendo la Historia en Leyenda, la gran poesía que ha hecho de Pedro Mir un referente para los pueblos de la América Latina.
Penumbra de la paloma
llamaron los hebreos a la iniciación de la tarde
cuando la sombra no entorpece los pasos
y la venida de la noche se advierte
como una música esperada y antigua,
como un grato declive.
En este libro el doctor Negro Veras presenta una compilación de muchos de sus escritos generados tras los múltiples inconvenientes que enfrentó en las ocasiones que quiso salir del país, sobre todo en la época de los 12 años del doctor Joaquín Balaguer, y que se extendieron, aunque no tanto, a los gobiernos de Antonio Guzmán y Salvador Jorge Blanco.
Todas estas situaciones se vieron matizadas por las dificultades para obtener la visa y que se recrudecieron al vivir situaciones familiares que lo obligaban a salir del país.
Estas primeras narraciones las refuerza con una serie de artículos y cartas que conforman la segunda parte de su libro, dedicada al ejercicio de la libertad de expresión; documentos en los que hizo gala de su elocuencia, sinceridad y apertura para decir las cosas que entendía necesarias en aquellos aciagos momentos de la vida nacional.