Este libro narra la historia de una mujer cuyo nacimiento se produjo el mismo día de la independencia dominicana. De ahí su nombre: Patria, convertida al término de su vida en una heroína. A Patria Mirabal le tocó vivir su niñez, adolescencia y adultez durante una de las más horrendas dictaduras de América Latina. Se formó escuchando informaciones sobre las permanentes atrocidades que cometía la tiranía; pero esos constantes excesos, menos que amilanarla, le fueron forjando una conciencia crítica desde muy temprana edad. Lo mismo ocurrió con Minerva y luego con María Teresa. Aun en el ambiente totalmente controlado por los partidarios del dictador a Patria no le pudieron tronchar ni su alegría particular ni sus acciones solidarias hacia los demás. Cuando se casó, su firmeza y su compromiso no mermaron, lo que implicó, junto al apoyo de su esposo, exponerlo todo, incluso sus propios hijos. El dictador no pasó por alto tanto decoro en aquel hogar y, dentro de los cientos de encarcelamientos indiscriminados que cometía a nivel nacional, incluyó al esposo de Patria y a su hijo mayor. Luego ordenó la aniquilación de las tres hermanas, ejecutada el 25 de noviembre de 1960. No conforme, la dictadura destruyó la casa y transfirió en pública subasta el patrimonio obtenido por Patria y su esposo Pedrito. Esas acciones solo lograron que en el seno del pueblo creciera más el valor que irradiaba esta mujer excepcional y sus hermanas. En 1999, en honor a Patria, a Minerva y a María Teresa Mirabal, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Ambientada en esa cadena de hechos, Mercedes Alonso Romero construyó la biografía titulada Su nombre es Patria.
Domingo Coronado fue el campeón del primer maratón La Vega-Moca, celebrado en 1928. Muchos años después, Domingo se sienta bajo un almendro junto a su hija Nora a contarle cómo transcurrieron su niñez y su adolescencia que culminó con la famosa carrera. Su amena narración recoge la fundación de La Vega, la leyenda del Santo Cerro, la primera ocupación norteamericana, la llegada del automóvil y la electricidad, hábitos y costumbres de entonces, así como sus preparativos y su peculiar entrenamiento para el maratón junto a su yegua, la Rusilla.
Sora ingresa a la universidad con la aspiración de pasar inadvertida, pero este deseo se hace añicos cuando conoce al extrovertido Maximiliano, con quien desarrolla una amistad de ensueño. A ellos se les sumarán Ari y Milo para conformar una especie de equipo invencible. En sus últimas vacaciones, Sora descubre un último secreto de Maximiliano que la hará cambiar su perspectiva de vida y que pondrá a prueba todo lo que han construido. ¿Será la amistad suficiente para superar las adversidades que se erigirán ante ellos?
Solo la verdad es una obra que por su contenido histórico, proporcionará al lector la oporunidad de conocer todo lo acontecido en relación a las elecciones de la Organización de Estados Americanos de 1975, en que la República Dominicana pudo haber alcanzado una posición que por su relevancia continental le hubiera permitido un li-derazgo de importancia para su desarrollo y un mayor reconocimiento en el ámbito internacional. Lo que se revela en esta obra, es la respuesta a las tantas interrogantes que el pueblo dominicano y de los países de América Launa, se han hecho durante una década. El lenguaje sencillo, espontáneo y sincero de la misma, permitirá al lector adentrarse en ella sin el menor esfuerzo, hasta llegar a las interioridades que contiene.
A pesar de mi zambullida en la literatura dominicana de los diez últimos años, tengo que admitir que pocas novelas llegaron a sacudirme de una manera tan integral y profunda como una de las primeras obras dominicanas que leí y que junto con muchos escritores y críticos sigo considerando una novela cumbre. Me refiero a Sólo cenizas hallarás (bolero) de Pedro Vergés. Lo interesante es que las tendencias que acabo de pergeñar y muchas más pistas (a veces todavía poco transitadas) ya se hallan (a veces en germen) en esta obra. Pedro Vergés (1945) trata el desengaño, el vacío y la desorientación después del trujillato, indaga en la oposición campo-ciudad,incluye la diáspora en constante diálogo con lo dominicano, evoca a los subalternos mediante el tíguere, el teniente Sotero, y la empleada Lucila en su constante mimicry, integra el problema del patriarcado y exalta la fuerza de la mujer, hace uso de la ironía y del humor que hacen más llevaderas y nada dogmáticas ciertas ideas, comenta el desarraigo profundo, introduce el lenguaje dominicano y la cultura popular de una manera a veces muy sutil.
Rita de Maeseneer (2003)
La construcción de sociedades libres y democráticas en nombre de
la educación, aprovechando las oportunidades que ofrecen las TIC
para la lectura del mundo, de cerca o de lejos, constituye uno de los
principales desafios del tercer milenio. Hacerlo, abriendo las fronteras del conocimiento a procesos de enseñanza-aprendizaje alternativos, que prolonguen sus logros más allá del currículum y de los sistemas educativos para inscribir sus propuestas en la vida cotidiana de los pueblos, forma parte de las urgencias de nuestro tiempo
histórico.
Con el rigor que proporcionan los saberes científicos y académicos, el Dr. Manuel Madé lo expone y argumenta en esta obra, entatizando el inmenso potencial que atesoran las TIC y el software libre para conciliar las necesidades individuales con el bien común, la ciudadanía digital con la sostenibilidad ambiental y la razón técnica con los valores cívicos que invocan la justicia, la equidad o la cultura de paz.
Sobrevivir para contarlo –testimonio- es un escrito ficcional de los aciagos episodios vividos por mi padre y otros habitantes de la comunidad rural denominada Ojo de Agua del municipio Salcedo, pero sin falsear un ápice de los eventos acaecidos.