Este compendio de artículos y ensayos de Aura Celeste Fernández recoge fielmente sus vivencias, triunfos y derrotas, en una sociedad que requiere del esfuerzo y el ánimo de ciudadanas como la autora, que no se cansa, que insiste, como José Martí, en la justicia, en la libertad, sabiendo que en esa lucha se va también su propia vida y la de generaciones de amantes de la libertad.
Antonio Zaglul se zambulló en las procelosas aguas de la dominicanidad y escribió un libro sospechoso, Mis 500 locos, en el que cada lector estaba involucrado, puesto que con solo iniciar la lectura los 500 locos pasaban a ser 501, incluyendo a quien en ese momento leía. ¿Cuál es el género verdadero de este libro tan exitoso en nuestro país? Yo creo que durante muchos años hemos leído este libro sin profundizar adecuadamente en su estructura narrativa. Mis 500 locos es la narración alucinada de una estación de la vida de este país, en la que la razón como instrumental se quiebra, y sobreviene el absurdo de una situación en la que la Nación toda es un gigantesco manicomio. Antonio Zaglul escribió el libro Mis 500 locos como la más hermosa novela de la libertad de este pueblo, para restituirle la historia robada durante más de treinta años de tiranía.
Los cuadernos de Manuel son una serie de escritos realizados durante mas de 40 años. Desde niño me ha fascinado la idea de escribir mis pensamientos. Un buen día, unos amigos me introdujeron a las ideas de George I. Gurdjieff. Pronto entendí la relevancia del idioma en la comunicación y lo fácil que es malinterpretar y ser malinterpretado . Así que empece a estudiar todo lo que podía acerca de las palabras. A medida que mis esfuerzos daban resultados, mi entusiasmo crecía exponencialmente. Tuve la suerte de que una prima cercana es una experta en la materia y, con su ayuda, comencé a darle forma al trabajo a tal punto que culmino en un libro: El mundo de las palabras.
Todos tenemos una historia que contar. En mi caso, ni
siquiera sabía que la mía existía, pero descubrí algo
esencial: nos salvan. Nos salva la cotidianidad, las
personas que vienen y van, la presencia, el aquí y ahora.
Para mí, el descubrimiento más profundo fue entender
que mi hogar era un refugio compartido con Él. Me salvó
comprender que soy mis propios brazos, mi refugio y mi
equipo. Me salvó el poder expresarme y narrar historias
de salvación donde Dios siempre estaba allí, llegando al
rescate. Cada día, el mayor relato de salvación se tejía en
mi vida, sin que supiera siquiera que tenía una historia
que contar. Las grandes historias, Su voz y el arte me
salvaron.
No busco que te conformes con mi experiencia; te
ofrezco un reflejo de cómo, si a mí me salvaron, tú
también puedes encontrar tu camino hacia la casita que
eres. Este libro no es un manual; es una exploración
personal que revela cómo las sombras de mi historia se
transformaron en luz y libertad, guiada por la mano de
Dios. Es una invitación a adentrarte en tu propia verdad, a
encontrar tu hogar interior y a descubrir cómo las
historias y el arte pueden ser un refugio profundo y
sanador. ¡Vamos a casa!
Carmen lleva a cabo esa búsqueda constante y apasionada de la libertad a través de la poesía; un medio que, por excelencia, le dispone las herramientas para labrar su propio mundo y sus libertades. A través de la lírica intenta comprender su propia incomprensión del mundo; sanar de una vez y por todas las viejas heridas; aprender mientras desaprende; reencontrarse consigo misma a la vez que descubre que al buscarse en otros no ha hecho más que perderse, entendiendo que nadie más que ella puede salvarse. Mi pequeño infinito es, por tanto, la infinita lucha, la infinita búsqueda, el infinito descubrimiento.
Este transparente poemario se divide en cuatro capítulos; tal vez cuatro etapas en la vida de la autora, o cuatro versiones de ella misma que se intercambian frecuentemente o forman interesantes híbridos. Aun cuando parece escribir para alguien más, no deja de escribir con énfasis para sí misma. El lector, entonces, disfrutará tanto de aquellos versos que le aluden directamente como de aquel diálogo que empieza con las «Palabras introductorias» y concluye con el poema «Humanos».