Aquí no hay capas ni escudos indestructibles: solo un sillón ortopédico,
una carpeta Montblanc y la convicción de que el poder
sirve, ante todo, para servirse.
El Procurador es una novela breve que se lee como un expediente
de la realidad de un país cualquiera en El Caribe: ministros todopoderosos,
presidentes bizcos de ambición, jueces usados como
chas de ajedrez y una sociedad atrapada entre la indignación y el
morbo de las redes sociales.
En el centro del escenario, un hombre convencido de ser intocable
planea su gran venganza contra La Jueza, símbolo de integridad y
de esos raros personajes que todavía creen en la justicia. Lo que
empieza como un montaje político se convierte en un espectáculo
nacional de manipulación, descrédito y circo mediático.
En este segundo libro de relatos, Franz García, ganador del Premio Anual de Novela Manuel de Jesús Galván 2023, nos propone una colección de relatos que al final nos sorprenden y nos hacen volver a revisar cada presunción, cada escenario, cada palabra. ¿Habremos obviado pistas? ¿Acaso aquello que creímos es -fueasí?
El Principio de Arquímedes es a la vez un ejercicio cinematográfico de esos que te dejarán con la sensación de haberlo visto en pantalla, con actores que conoces.
Después de Vamos por Partes, el primer libro de relatos reunidos del autor, Franz García nos entrega una obra con segundas intenciones.
Franz García. Escritor y creativo publicitario, multipremiado : en ambas disciplinas. Vive en Santo Domingo donde escribe y lee, empedernidamente.
En todo el libro se encuentran muestras de esa compenetración y esa identificación en los propósitos de bien común y del bienestar ciudadano, lo que en reiteradas ocasiones resalta el Dr. Veras para diferenciar al precandidato original Jorge Blanco, el posteriormente postulado candidato presidencial y el finalmente presidente electo, de los demás aspirantes a esa posición y aún más, de los que anteriormente habían ocupado el solio presidencial.
La idea central y fundamental de este libro atraviesa por la antropología histórica, penetra en la dialéctica, sigue curso en la filosofía política, pasa por la epistemología para evidenciar, de manera contundente, que las ideas creativas fueron las responsables de empujar a la humanidad a sustituir el viejo y arcaico sistema del feudalismo por el capitalismo, hasta llegar a la democracia, modelo incipiente que necesita revisión y mantemiento constante.
Mi primer viaje comenzó en el verano y tres años después terminé una larga investigación que me llevó a siete países, treinta ciudades y, entrevistas a más de trescientas personas las cuales me ayudaron a unir las piezas de la historia que aquí les presento.
Los nombre, lugares y fechas han sido cambiados para proteger la seguridad de todos los sobrevivientes y de una investigación que luego de más de doce años todavía continua, pues de acuerdo con entidades de investigación de algunos países de Centro y Sur América, la lista de culpables y victimas sigue incompleta, así que la investigación continúa.
Dejo en sus manos El Poder del Cabo una historia que te llena de vida, suspenso, amor, odio y una gran realidad difícil de creer, espero que al igual que cientos de miles de personas haga sus propias conjeturas de quien es víctima y quien es culpable.
Muchos dicen que para cambiar se necesita una férrea disciplina, un punto de partida, un deseo... Sin embargo, en mi camino ni siquiera lo imaginé y tengo pleno conocimiento del tiempo. Estoy seguro de que solo fueron trece minutos y, también, tengo la certeza de que esto fue suficiente para cambiar toda mi vida. Trece minutos que están ahí, por todos lados, solo que la rutina ocupa nuestro espacio, nos roba todo...
El oro y la paz tiene como escenario la región amazónica de Bolivia, por donde corren los grandes ríos Bolivianos, como el Beni y el Madre de Dios, y sus numerosos afluentes. Allí van personajes de lugares lejanos, unos en busca de riquezas y otros en busca de la paz que perdieron en la lucha por la vida.
El oráculo ardiendo, título de una hermosura vital o de una reconditez existencial, bien pudo llamarse "elegía de mí mismo". El poeta atrapa los elementos, convoca los ciclos humanos y los fusiona en el entorno próximo, invoca los aquelarres del ser más íntimo, recupera en la otredad la noción poética de la materia cantarina, de su inventario inútil y lo hace descender a los infiernos de Rimbaud. El oráculo arde porque la narrativa del hombre es universal. Arde porque sus emanaciones revisten la catarsis del poema. Es la palabra con vida propia la que expropia los roles y las poses secuenciales de sus múltiples personajes, que como en un tiovivo rotan la edad de la infancia, en universo violáceo del tiempo perdido, que en su poética es sumatoria declinante, imposible de enhebrar en la primavera del amor. Tony Raful, Premio Nacional de Literatura 2014 de República Dominicana