Junio de 1946. Cuatro niños rateros, obligados a robar debido a las duras circunstancias de la posguerra española, presencian un crimen en el Matadero Municipal de Madrid. Los asesinos los sorprenden, hacen desaparecer a dos de los chavales, y matan al tercero delante de su hermano. Su paradero quedará sin desvelar hasta muchos años después. Septiembre de 2000. El caso de los niños desaparecidos resurge entre la niebla y llega a Corazón Rodríguez, detective privado. Las pistas lo llevan a Venezuela, donde conseguirá encajar todas las piezas. Aun así, el lector obtendrá claves que el investigador no llega a averiguar.
Referenciado como uno de los diez mejores libros sobre gestión empresarial, Good to Great nos ofrece todo un conjunto de directrices y paradigmas que debe adoptar cualquier empresa que pretenda diferenciarse de las demás.
Después de revisar montañas de datos, de hacer miles de entrevistas y de utilizar rigurosas herramientas de comparación, Collins y su equipo de investigación identificaron los determinantes clave de la excelencia en un conjunto de empresas de élite que dieron el salto hasta conseguir unos resultados extraordinarios y sostenibles durante quince años como mínimo. ¿Cómo de extraordinarios? Después de impulsar el cambio, las empresas que pasaron de buenas a extraordinarias generaron unos rendimientos bursátiles acumulados durante quince años que fueron de media siete veces superiores al mercado general y dos veces mejores que los resultados obtenidos por el índice compuesto de las compañías más importantes del mundo como son Coca-Cola, Intel, General Electric y Merck.
En la inversión taoísta se gana perdiendo y se pierde ganando. De esto trata la Inversión Austriaca, un enfoque contraintuitivo pero probado, extraído de la escuela austriaca de economía, que tiene 150 años de antigüedad y que es a la vez atemporal y sumamente oportuno.
En El tao del Capital, el prestigioso gestor de fondos de alto riesgo Mark Spitznagel nos lleva en un viaje apasionante y tortuoso desde los pozos comerciales de Chicago hasta los bosques boreales de coníferas; de los Reinos Combatientes de China, a la Europa napoleónica; de la floreciente América industrial a los grandes pensadores económicos de finales del siglo XIX en Austria.
Todo para llegar a su metodología central de inversión austriaca, en la que la victoria no proviene de librar la batalla decisiva inmediata, sino del enfoque indirecto de buscar la ventaja posicional intermedia (lo que él llama «shi»), de apuntar a los medios indirectos en lugar de hacerlo directamente a los fines.
Spitznagel es el primero en condensar las teorías de Ludwig von Mises y su escuela austriaca de economía en una metodología de inversión cohesionada que se ha demostrado muy eficaz. Con ello, Spitznagel lleva la economía austriaca de la torre de marfil a la cartera de inversiones.
El tao del Capital ofrece una mirada rara y accesible a través de la lente de uno de los grandes inversores de hoy para descubrir una profunda armonía con el proceso del mercado, una armonía esencial hoy en día.
Cada descubrimiento científico está plagado de historias, discusiones, anécdotas… Este libro entrelaza muchas de ellas en un viaje de la A a la Z.
¿Cómo han llegado hasta nosotros palabras como «clon», «supernova» o «robot»? ¿En qué momento fueron creadas y con qué criterio todas estas palabras que usamos a diario? Al intentar dar respuesta a estas cuestiones, el periodista científico y escritor Antonio Martínez Ron nos muestra que, si se colocan en una línea de tiempo, la aparición de los términos científicos es en sí misma una nueva forma de contar la historia de la ciencia.
Este diccionario es un recorrido de la «A de Átomo» hasta la «Z de Zoonosis» en el que se documenta el momento exacto en que se crearon palabras como «microscopio», «neurona», «láser» o «píxel» y cuál fue la discusión para elegir esos términos y no otros. El resultado es una crónica de cómo, forzada a inventar nombres para los nuevos descubrimientos, la ciencia se convirtió en un motor del lenguaje. Y de cómo los científicos se entregaron a la tarea de etiquetar el asombro.
La teoría filosófica que ha inspirado a filántropos como Bill Gates o Elon Musk
Dejar un futuro próspero a las generaciones venideras es una obligación moral
La historia escrita de la humanidad apenas abarca cinco mil años. Podría decirse que nuestra andadura sobre la Tierra no ha hecho más que empezar: el futuro de nuestra especie podría durar millones de años o podría terminar mañana. Todo depende de lo que decidamos hoy.
En Lo que le debemos al futuro, el autor desarrolla su teoría del largoplacismo, que ha sido elogiada por pensadores de la talla de Peter Singer o Steven Pinker, y que ha inspirado a filántropos como Bill Gates o Elon Musk.
MacAskill defiende que también debemos tener en cuenta a las personas que aún no existen y demuestra que influir positivamente en el futuro de la humanidad es la mayor prioridad moral de nuestro tiempo.
El autor se ocupa en estas páginas de los riesgos que nos amenazan. No podemos predecir lo que está por llegar, pero sí anticipar que asuntos como la inteligencia artificial, la cronificación de las pandemias, la guerra nuclear, el renacimiento del totalitarismo o el cambio climático extremo serán peligros existenciales que debemos mitigar cuanto antes.