Este libro comienza con un pequeño milagro: en 1991, un grupo de chicos afroamericanos de un conflictivo instituto de Harlem ganó al todopoderoso colegio privado Dalton en el Campeonato Nacional de Ajedrez para Alumnos de Secundaria. Detrás de ese éxito inesperado se encontraba el joven maestro ajedrecista Maurice Ashley, que demostró dos cosas: que el talento no es innato y que la motivación y el desarrollo del carácter son clave para el éxito, incluso cuando todo parece estar en contra.
El psicólogo organizacional Adam Grant está convencido de que querer es poder, pero también es consciente de que, en ocasiones, uno puede perder de vista sus objetivos y venirse abajo ante las adversidades. Es ahí cuando entra en juego la educación como gran agente revulsivo. Como el propio autor confiesa, «si hubiera juzgado mi potencial por mis primeros fracasos, me habría rendido enseguida. Lo que aprendí por el camino me ayudó a crear mis propios andamiajes para avanzar en el futuro».
La responsabilidad social de las empresas puede parecer un gasto innecesario hasta que se comprueba lo que cuesta ser irresponsable. En La sociedad que no quería ser anónima comprobaremos cómo, en la era de la información, la gestión responsable y la ética empresarial son asuntos que representan una gran apuesta estratégica.
A través de un personaje ficticio, Amaro Cifuentes, director de Responsabilidad Social de una compañía cualquiera, se desentrañan las claves de esta función empresarial gracias a una mezcla sutil entre la realidad y la ficción, el día a día y el esperpento, la gestión ordenada y la ocurrencia caótica. Y es que el desafío en la responsabilidad social para cualquier compañía moderna tiene un nombre: anticipación. Sus beneficios tardan en llegar, pero son claros, como podrá asegurar cualquier directivo que haya tenido que gestionar una crisis.
HÁBITOS ATÓMICOS parte de una simple pero poderosa pregunta: ¿Cómo podemos vivir mejor? Sabemos que unos buenos hábitos nos permiten mejorar significativamente nuestra vida, pero con frecuencia nos desviamos del camino: dejamos de hacer ejercicio, comemos mal, dormimos poco, despilfarramos. ¿Por qué es tan fácil caer en los malos hábitos y tan complicado seguir los buenos?
Un libro imprescindible para los tiempos que vivimos, que nos arma de argumentos en el debate presente sobre el cambio de modelo y que nos señala el camino hacia un mundo mejor y más justo. ¿Cuál es el origen de ese afán por regular, imponer normas y burocratizar todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida? Y lo más importante, ¿hasta qué punto nos arruina la vida toda esa cantidad de formularios, procedimientos y documentación? Graeber pone luz a las distintas formas con las que la burocracia se inmiscuye en nuestro día a día, revelando hasta qué punto llega a determinar nuestras vidas. Un interminable y abominable papeleo que anula la creatividad y consume gran parte del tiempo. El avance tecnológico se ha descubierto así como otro mecanismo más de control, mucho más poderoso, al que sin embargo nos hemos plegado sin oponer resistencia, seducidos por sus encantos. Navegando desde el influjo de la economía liberal de la segunda mitad del siglo xx hasta el significado oculto tras personajes como James Bond, Sherlock Holmes o Batman, este libro es un notable trabajo de teoría social en la tradición de autores como Foucault, Marcuse o el mismo Marx.
Con La riqueza de las naciones, su obra más famosa, Adam Smith ha sido considerado el santo patrón del capitalismo. Sin embargo, muy pocos saben cuánto tenía que decir el filósofo escocés sobre el comportamiento humano: sobre cómo nos percibimos a nosotros mismos, cómo nos relacionamos y qué decisiones tomamos en nuestra búsqueda de la felicidad. Smith desarrolló sus ideas sobre la naturaleza humana en una obra genial, La teoría de los sentimientos morales. La mayoría de los economistas nunca la han leído, y durante mucho tiempo el economista Russell Roberts no fue una excepción. Pero cuando finalmente se adentró en este libro del fundador de su disciplina, se dio cuenta de que probablemente se encontraba ante la mejor obra para conocerse a sí mismo que hubiera leído jamás. En Cómo Adam Smith puede cambiar tu vida, Roberts examina esta obra maestra relegada a menudo a un segundo plano y desvela el valioso tesoro de una sabiduría práctica e intemporal. La descripción que hace Smith de la naturaleza humana es tan relevante hoy como hace doscientos años. ¿Qué puede hacernos verdaderamente felices? ¿Conseguir la fama y la fortuna o el respeto de nuestros amigos y nuestra familia? ¿Se puede hacer del mundo un lugar mejor? Las inesperadas respuestas de Smith, cuando las enmarcamos en el rico contexto actual, la literatura, la historia y la cultura pop, resultan ser profundas y paradójicas, a la vez que enormemente entretenidas.