Los problemas financieros globales que enfrentamos no pueden ser resueltos por las mismas mentes y personas que los crearon. Un cambio urgente es necesario, así como la capacidad de anticiparse a los cambios en el terreno laboral y el de las finanzas personales.
Con Segunda oportunidad, su aclamado autor, Robert T. Kiyosaki, te presenta una guía para entender cómo el pasado moldea tu futuro y cómo puedes utilizar las herramientas de la Era de la Información para regalarte un nuevo comienzo.
Una interesante aproximación a las opiniones de Albert Einstein sobre los temas más trascendentes.
Famoso por su teoría de la relatividad, que trastornó todas las concepciones previas sobre la gravitación, el cosmos, la geometría y, en general, toda la ciencia moderna, Albert Einstein fue, además de genio científico, un gran humanista: partidario de la convivencia pacífica entre los pueblos, fue un observador atento y lúcido de la vida social y política de su tiempo y gran defensor de la libertad individual y del progreso, pero de un progreso que no fuera utilizado por los Estados en contra de los individuos. Mi visión del mundo recoge, en una primera parte, casi a modo de diario, todos los escritos de Einstein en los que no sólo reflexiona sobre su propia vida, sino también sobre la sociedad, la religión, la política y la economía. En la segunda parte, el lector encontrará los textos en que Einstein expone en términos sencillos y al alcance de todo el mundo cómo nació y qué es la teoría de la relatividad.
Todos podemos mejorar nuestra situación financiera. El problema es que, cuando se trata de invertir, la mayoría no sabemos ni por dónde empezar. ¿Puedo invertir con poco dinero? ¿Hay que encomendarlo todo al ladrillo? ¿Es mejor un fondo de inversión o lanzarme a las criptomonedas? La buena noticia es que, en realidad, el éxito de cualquier inversión dependerá de uno mismo. Sin falsas promesas y con sentido del humor, Natalia de Santiago nos explica de forma clara y sencilla por qué invertir es tan necesario en los tiempos que corren, qué debemos tener en cuenta antes de dar el paso y cómo conseguir que nuestro dinero crezca y trabaje para nosotros. Al igual que no nos podemos fiar de lo que nos cuente el gurú de turno, tampoco hace falta que seamos ricos para invertir: basta con tener algunos ahorros, saber gestionarlos y soñar con un plácido futuro sin agobios.
¿Deberíamos pagar a los niños para que lean libros o saquen buenas notas? ¿Deberíamos permitir que las empresas compren el derecho a contaminar el medio ambiente? ¿Es ético pagar a gente para probar nuevos medicamentos peligrosos o para donar sus órganos? ¿Y contratar mercenarios que luchen por nosotros? ¿O vender la ciudadanía a los inmigrantes que quieran pagar?
En Lo que el dinero no puede comprar, Michael J. Sandel se plantea una de las mayores cuestiones éticas de nuestro tiempo: ¿hay algo malo en que todo esté a la venta? Si es así, ¿cómo podemos impedir que los valores del mercado alcancen esferas de la sociedad donde no deben estar? ¿Cuáles son los límites morales del mercado? En las últimas décadas, los valores del mercado han expulsado a las demás normas en casi todos los aspectos de la vida cotidiana - medicina, educación, gobierno, ley, arte, deporte, incluso la vida familiar y las relaciones personales. Sin darnos cuenta, dice Sandel, hemos pasado de tener una economía de mercado a ser una sociedad de mercado. ¿Es eso lo que queremos ser?
Si en su extraordinario libro Justicia Sandel demostró su maestría a la hora de explicar con claridad y vigor las duras cuestiones morales que afrontamos en el día a día, en este nuevo libro provoca una discusión esencial que en esta era dominada por el mercado necesitamos tener: cuál es el papel adecuado de los mercados en una sociedad democrática y cómo podemos proteger los bienes morales y cívicos que los mercados ignoran y que el dinero no puede comprar.
¿Se ha preguntado alguna vez por qué el océano es azul? ¿Por qué los pájaros no se electrocutan cuando se posan sobre los cables eléctricos de alto voltaje? ¿A qué se debe que los cubitos de hielo presenten ese aspecto nebuloso? ¿O si sería posible escuchar la radio mientras se viaja en un automóvil a la velocidad del sonido? Robert L. Wolke, como ya demostró en Lo que Einstein no sabía, nos ayuda a desentrañar y comprender cientos de fenómenos con los que convivimos a diario sin apenas reparar en sus causas y sus porqués.
La economía trata sobre la inflación, los tipos de interés y la bolsa. Superfreakonomics habla de prostitutas, traficantes de droga y los peligros de caminar borracho.
Este libro recoge las respuestas no solo a las preguntas más difíciles, sino a las más sorprendentes: ¿Puede un cambio de sexo elevar tu salario? ¿En qué se parece una prostituta al Santa Claus de unos grandes almacenes? ¿Por qué los médicos se lavan tan poco las manos? ¿Cuál es la mejor manera de atrapar a un terrorista? ¿Provoca la televisión un incremento del crimen? ¿Qué tienen en común los huracanes, los ataques al corazón y las muertes en carretera? ¿Podemos salvar el planeta comiendo canguro? ¿Qué genera más valor añadido, un proxeneta o un agente inmobiliario? Levitt y Dubner combinan una gran inteligencia con la capacidad para contar historias mejor que nadie, ya sea a la hora de buscar una solución al calentamiento global o explicar por qué el precio del sexo oral ha caído de manera tan radical. Al analizar cómo la gente responde a los incentivos, muestran el mundo tal cual es: bueno, malo, feo y, finalmente, superfriki.