La valoración de empresas es tanto un arte como una ciencia, y a menudo implica juicios subjetivos. Utilizando una combinación de estos métodos, se puede obtener una visión más completa del valor de una empresa. Es así mismo, un proceso que implica determinar el valor económico de una empresa. El autor presenta las metodologías más comunes y prácticas que se utilizan en esta valoración junto con un enfoque práctico sobre cómo llevar a cabo cada una. Este proceso es esencial para diversas situaciones, como fusiones y adquisiciones, inversiones, financiamiento, reestructuraciones o para propósitos fiscales. Dentro de los conceptos básicos de la valoración de empresas se encuentran el valor intrínseco, el valor de mercado, los métodos de valoración (Flujos de Caja Descontados (DCF); múltiplos de mercado; valoración por activos; valoración por dividendos), tasa de descuento, crecimiento sostenido, valor terminal, prima de riesgo, valor de empresa (Enterprise Value, EV), capitalización bursátil, valor de liquidación y finalmente las sinergias.
Gracias a una nueva manera de estudiar nuestra historia, con el empleo de experimentos psicológicos, trabajo de campo y big data, Whitehouse identifica tres sesgos que marcan el comportamiento humano: el conformismo, la religiosidad y el tribalismo. Claves para entender transformaciones como el nacimiento de la agricultura y los primeros estados centralizados, el auge y caída de los sacrificios humanos o la creación de imperios multiétnicos, hoy sus efectos son muy perniciosos. Con ejemplos de las tribus de Nueva Guinea, las milicias libias o las hipercompetitivas agencias de publicidad, el autor demuestra cómo las herramientas que usábamos para gestionar nuestros sesgos ya no funcionan, así como las terribles cosecuencias que esto acarrea. Herencia revela cómo la naturaleza humana ha definido nuestra historia y descubre una sorprendente manera de resolver nuestros problemas más acuciantes. El resultado es una poderosa reevaluación de la trayectoria de la humanidad, que revoluciona tanto la idea de quiénes somos como la de quiénes podemos llegar a ser.
En una sociedad que evita el dolor y la incomodidad, es necesaria una llamada a la valentía. El miedo, la decepción o la tristeza no son los opuestos al amor, la ilusión o la alegría. Todo forma parte de la experiencia de vivir. Si queremos aspirar a los puntos dorados de la vida, hemos de estar dispuestos tambien a caer y sentir el desaliento de los puntos de sutura. La alternativa acostumbra a ser la zona media, ese espacio donde por evitar la herida cerramos las puertas a los momentos más extraordinarios. Desgraciadamente, mucha gente la elige.