La endometriosis es una enfermedad que debilita el cuerpo física y mentalmente y que ha torturado a las mujeres durante siglos (actualmente afecta a 1 de cada 10). A pesar de estas estadísticas tan alarmantes, esta horrible e incurable dolencia es todavía relativamente desconocida para la población en general y para los profesionales de la salud. Síntomas como períodos muy abundantes o un dolor insoportable suelen iniciarse ya en el instituto, sin embargo, los médicos tardan un promedio de doce años en diagnosticarla en una paciente. Como resultado, estas mujeres no (o mal) diagnosticadas sufren hasta los veintitantos o principios de los treinta, a lo largo de los cuales deben escuchar argumentos como que el dolor está en sus mentes, que simplemente se trata del proceso de convertirse en mujer, o que esas molestias se deben a alguna otra enfermedad o dolencia. ¡Ese trato injusto y ese desconocimiento debe terminar, y debe terminar ahora!
De una forma clara y directa, este libro explica a las adolescentes qué es la endometriosis, y aporta posibles remedios que pueden seguir, los tratamientos que deben evitar y enseña cómo lidiar con los efectos psicológicos y sociales de la enfermedad. También incluye testimonios en primera persona de jóvenes adolescentes, así como de las personas más cercanas a ellas, como madres, padres, maestros y entrenadores.
Como es sabido, la contratación ocupa un lugar muy relevante entre las herramientas de que disponen los poderes públicos para realizar sus funciones, con una enorme influencia social y económica. Se presenta esta novedad cuyo contenido resulta, sin duda, de interés general y además goza de plenísima actualidad. Nada más acuciante para la opinión pública que lo que aquí se postula, la necesidad de objetivar (y, al servicio de ello, automatizar) las compras públicas.
El célebre columnista y escritor científico Carl Zimmer presenta una perspectiva profundamente original sobre lo que transmitimos de generación en generación. Darwin desempeñó un papel crucial a la hora de convertir la herencia en una cuestión científica, pero fracasó a la hora de responderla. El nacimiento de la genética, a principios del siglo XX, pareció hacerlo. Poco a poco, se fueron traduciendo las antiguas nociones sobre la herencia a un lenguaje de genes. A medida que la tecnología para el estudio de los genes se abarató, millones de personas pidieron pruebas genéticas para relacionarse con padres desaparecidos, antepasados lejanos o identidades étnicas. Pero la herencia no se limita a los genes que pasan de padres a hijos, sino que continúa dentro de nuestro propio cuerpo. Decimos que heredamos los genes de nuestros antepasados, pero heredamos otras cosas que importan tanto o más, desde los microbios hasta las tecnologías para hacer la vida más cómoda.
Las disputas comerciales suelen entenderse como conflictos entre países con intereses nacionales contrapuestos, pero a menudo son el resultado inesperado de decisiones políticas internas para servir a los intereses de los ricos, a costa de los trabajadores y los jubilados de a pie. Klein y Pettis rastrean los orígenes de las actuales guerras comerciales en las decisiones tomadas por los políticos y los líderes empresariales de China, Europa y Estados Unidos en los últimos treinta años. En todo el mundo, los ricos han prosperado mientras los trabajadores ya no pueden permitirse comprar lo que producen, han perdido sus puestos de trabajo o se han visto obligados a endeudarse más. Desafiando las corrientes dominantes, los autores nos invitan a reflexionar acerca de cómo las guerras de clase de la creciente desigualdad constituyen una amenaza para la economía mundial y para la paz internacional, y lo que podemos hacer al respecto.
Estas son algunas de las preguntas a las que responde este extraordinario libro sobre la manera en que las criaturas del mundo natural y los humanos hemos desafiado la gravedad a lo largo de la historia.
En nuestro deseo de imitar a los pájaros, hemos creado aparatos tan singulares como el globo aerostático o el avión, e incluso hemos logrado alcanzar el espacio. Por su parte, algunos animales han desarrollado las alas, mientras que determinadas especies las han perdido. Si a esto le sumamos invenciones como la alfombra mágica, Pegaso o Harry Potter, no cabe duda de que son innumerables las alusiones que demuestran que el arte de volar siempre nos ha fascinado.
Un asombroso ensayo que revela las distintas formas de vuelo presentes en disciplinas tan complejas como la biología, la física, la literatura, el arte y la mitología.
Reconstruir el pasado es tarea compleja y resbaladiza, no importa qué vertiente de ese pasado nos interese. Los historiadores se basan fundamentalmente en fuentes escritas publicadas, pero existe otro tipo de fuente: las correspondencias. Querido Isaac, querido Albert – un guiño a Isaac Newton y a Albert Einstein – reproduce, explicando el contexto en el que fueron escritas, un extenso conjunto de cartas de algunos de los mejores científicos de la historia.
Es imposible dar idea de la variedad de temas que tratan las cartas que aparecen en este libro, tanto en su dimensión humana y personal, como en la científica e institucional, un libro que no tiene paralelo en ningún otro publicado hasta la fecha y que en más de un sentido constituye una historia (parcial) alternativa de la ciencia. Entre los muchos episodios que se tratan, se cuentan, por ejemplo, las cartas que cubren el proceso mediante el cual Edmund Halley convenció, y soportó, al siempre reacio Isaac Newton para que escribiera su inmortal libro de 1687, Philosophiae Naturalis Principia Mathematica; la dramática carta que Lavoisier escribió en vísperas de ser víctima de la guillotina; las informaciones que Benjamín Franklin dio al presidente de la Royal Society inglesa de las ascensiones aerostáticas que presenció en París; la reacción de Charles Darwin cuando recibió la noticia de que Alfred Russel Wallace había llegado a la misma teoría de la evolución de las especies que él; la que Galois escribió a Auguste Chevalier la noche antes del duelo que acabó con su vida, resumiendo sus innovadoras ideas matemáticas; las que escribió Albert Einstein a su entonces novia, Mileva Maric, y otras a varios corresponsales que muestran la influencia que la filosofía ejerció para llegar a la teoría de la relatividad especial; la carta en la que Max Planck explicaba a Robert Williams Wood el sacrificio intelectual que tuvo que realizar para introducir los cuantos de luz; o una en la que Francis Crick explicaba a su hijo el descubrimiento de la estructura del ADN.