Una clase magistral sobre el oficio del publicista a través de la confrontación entre las visiones opuestas de dos prestigiosos creativos
El concepto de interrupción es uno de los elementos centrales de la teoría de la publicidad. El debate sobre la interrupción pasó al primer plano con la aparición de internet. Dos de los creativos más prestigiosos del mundo, Toni Segarra y Edu Pou, se suman a este debate en el libro que tienes en tus manos.
La interrupción se encuentra en el centro de las dos corrientes publicitarias que Toni y Edu representan. Sin embargo, Segarra es hijo de la publicidad tradicional, en la que mandaba el imperio absoluto del spot de televisión, y que consideraba la interrupción como algo necesario para captar la atención de una audiencia desinteresada. Pou, por su parte, pertenece a la generación siguiente: es nativo digital e inició su carrera con el despegue de internet, entendiendo que la publicidad posdigital aspira a crear contenido lo suficientemente atractivo para que la audiencia acuda a ella de forma voluntaria.
Pragmatismo frente a idealismo. En términos generales, esta es la dicotomía que aparece constantemente en los debates entre Toni y Edu. Pero sus conversaciones van mucho más allá de la publicidad, y ahondan en todas las implicaciones que conlleva el concepto de interrupción.
El contraste de sus puntos de vista, enfrentados y expresados sin filtro, brinda al lector una verdadera clase magistral sobre la adaptabilidad de la creación publicitaria y le permite descubrir hasta qué punto la interrupción actúa como un factor determinante de la existencia humana.
La formación, estructura y funcionamiento de los sistemas financieros modernos tienen una larga tradición en los estudios de historia económica y en los de desarrollo económico. La mayoría de estos análisis, abordados desde una perspectiva histórica, han centrado su atención en experiencias o casos nacionales, y cuando se ha buscado la comparación, en ocasiones se ha puesto el énfasis bien en los aspectos normativos e institucionales de los problemas, bien en una verificación econométrica de la alta asociación entre estructura financiera y crecimiento económico. Similares resultados se han ofrecido por parte de los economistas de la evolución económica para las sociedades de “desarrollo reciente”, al constatar la importancia de los factores financieros a la hora de explicar el éxito o el fracaso relativo, en cada país, del proceso de crecimiento económico moderno. En el presente volumen se pretende contribuir a esta amplia discusión, con un enfoque histórico, que centra la atención en la comparación de un número selecto de estudios sobre las trayectorias de bancos de España y América Latina en el largo plazo, desde los orígenes hasta la creación de los bancos centrales y de la banca de desarrollo.
Pete Fromm vive desde hace años cómodamente instalado con su familia en la tranquila ciudad de Great Falls, en Montana. Al principio le costó cambiar su uniforme de guardabosques ―con el que había vivido tantas aventuras en la «Gran Naturaleza Americana»― por el de hombre de familia, pero el amor inagotable que siente por sus dos hijos y las nuevas experiencias que comparte a diario con esos pequeños salvajes terminaron por inclinar la balanza. Asumió que sus días huyendo de osos grizzlies y sus noches al raso pelándose de f río y extasiado bajo las estrellas eran cosa del pasado. Y estaba bien que fuera así, al fin y al cabo, todos debemos madurar y dejar de lado ciertas cosas... Sin embargo, el reencuentro con un viejo amigo le ofrece la inesperada oportunidad de pasar un mes en un paraje remoto de las montañas del oeste de Montana. Y como el azar no deja casi nada al azar, su misión allí sería controlar el crecimiento de unos huevos de tímalo, es decir, prácticamente el mismo encargo que recibió veinticinco años atrás y que le abrió por primera vez las puertas de lo salvaje, proporcionándole además el material para el debut de su carrera literaria con un libro de culto, «Indian Creek. Un invierno a solas en la naturaleza salvaje». El círculo de toda una vida parecía cerrarse con admirable belleza... ¿cómo iba a rechazar esta oportunidad para adentrarse en las montañas que tanto sigue amando y para reconectar con esa parte esencial de él mismo? Pero... ¿y los niños? ¿Y si se los llevara? ¿No sería la oportunidad ideal para transmitirles su amor inextinguible por la naturaleza? ¿Sería una insensatez imperdonable llevarse a dos chavales de ocho y diez años a un lugar plagado de osos, lobos y coyotes, con tormentas devastadoras y el médico más cercano a ocho horas de viaje a caballo?