¿Qué define quiénes somos? Hasta ahora, la biología nos ha dicho que eran los genes. Hoy, el destacado biólogo Alfonso Martínez Arias rompe con la tradición popular para presentar un argumento revolucionario: lo que nos define son nuestras células.
Basándose en su investigación pionera, Martínez Arias nos revela que estamos compuestos por una sinfonía de células emocionantemente compleja y en constante reorganización que sabe contar, sentir y que da forma a nuestro cuerpo. Aunque el ADN es importante, nuestros genes no explican por qué tenemos el corazón a la izquierda, por qué tenemos cinco dedos en cada extremidad, por qué los gemelos tienen huellas dactilares diferentes o por qué es posible que una madre no tenga el mismo ADN que sus hijos biológicos. En el centro de todo ello hay una nueva y poderosa concepción de la esencia de la vida: nuestras identidades se conforman por las interconexiones existentes entre las células. Estas cooperan para crear algo mayor que ellas mismas: el linaje ininterrumpido que nos conecta con el óvulo fecundado a partir del cual nos desarrollamos y con la primera célula viva de la Tierra, que nos remonta a miles de millones de años de la historia de nuestro planeta.
En Las arquitectas de la vida, Martínez Arias lleva a cabo una revisión radical del presente, así como de toda la historia de la vida, y nos propone un nuevo paradigma para entender la biología, y transforma nuestra manera de abordar las cuestiones de dónde venimos, qué nos moldea y hacia dónde vamos como individuos, como especie y como comunidad.
Una audaz y maravillosa reflexión sobre cómo algunos animales sienten el entorno y cómo su percepción abre nuevas formas de apreciar lo que nos rodea.
Richard Dawkins sugería que podemos ver el mundo de manera inusual para recuperar la sensación de estar en un mundo nuevo, y eso es lo que nos invita a hacer esta exploración de la herencia evolutiva de los sentidos. A través de trece ejemplos conoceremos un modo asombroso de captar el entorno y aprenderemos sobre nuestra propia percepción. Los seres sintientes con los que compartimos el planeta nos enseñan una forma renovada de advertir lo que nos rodea, y conociendo sus historias accederemos a una vivencia del mundo fascinante.
A lo largo de los años, la evolución del mercado ha comprobado lo sabias que han sido las estrategias enseñadas por Graham. A la vez que conserva la integridad del texto original, esta edición revisada incluye comentarios actualizados del famoso periodista financiero Jason Zweig, cuya perspectiva incorpora las realidades del mercado presente, traza paralelismos entre los ejemplos de Graham y los titulares financieros actuales, y brinda a los lectores una comprensión más plena de cómo hacer para aplicar dichos principios.
Los hombres rana son Navy seal que han demostrado valentía inigualable, adaptabilidad y resistencia ante los desafíos, por lo que se les han encomendado las misiones más importantes, como audaces rescates en altamar. Después de casi 40 años de carrera, el almirante McRaven, autor de esta obra, fue condecorado como Bull Frog, que es el más alto honor al que aspira un hombre rana y que habla del memorable legado que deja. A lo largo de su trayectoria, superó inimaginables situaciones de crisis, así como dilemas éticos que lo llevaron a aprender grandes lecciones de liderazgo, como: Quien se atreve gana. Escucha a tus tropas, a tu equipo. Ningún plan sobrevive al primer contacto con el enemigo.
Si tiendes tu cama al despertar, habrás cumplido con tu primera tarea. Tendrás una sensación de orgullo y te alentará a cumplir un objetivo más, después otro y otro. Esa pequeña labor se convertirá en muchas metas cumplidas.
El autor, quien se sobrepuso a difíciles retos y se recuperó de un grave accidente de paracaídas, nos cuenta las profundas lecciones de vida valorar la compañía, aceptar que el mundo no es justo, afrontar el fracaso, no darse por vencido y tender la cama que aprendió durante uno de los entrenamientos físicos más desafiantes del mundo.
Nazareth Castellanos te deja claro, casi como si te contara un cuento, que ni sospechamos la relación que hay entre nuestro cerebro y el resto de nuestro cuerpo». Borja Hermoso, La conversación infinita
El cerebro es un órgano plástico, que puede ser esculpido con la intención y la voluntad como herramientas. Conocer su capacidad para aprender y adaptarse al entorno es descubrir aquello que nos construye desde fuera. Pero, paradójicamente, es esa misma plasticidad neuronal la que nos brinda la oportunidad de transformarnos desde dentro.