Hace tiempo que se anuncia el declive de Occidente, pero ahora los síntomas de esa decadencia nos acosan: un crecimiento mínimo, una deuda asfixiante, una población envejecida, conductas antisociales. ¿Qué le pasa a la civilización occidental? La respuesta que ofrece Niall Ferguson es que nuestras instituciones, los complejos marcos dentro de los que una sociedad puede florecer o fracasar, están degenerando. El gobierno representativo, el libre mercado, el imperio de la ley y la sociedad civil: estos solían ser los cuatro pilares de las sociedades occidentales. Estas instituciones, más que ninguna ventaja geográfica o climatológica, permitieron el dominio global de Occidente a partir de 1500. En nuestra época, sin embargo, estas instituciones se han deteriorado de modo alarmante. Nuestras democracias han roto el pacto intergeneracional al dejar una pesada carga de deuda a nuestros hijos y nietos. Nuestros mercados cada vez están más distorsionados por regulaciones excesivamente complejas que son la enfermedad de la que pretenden ser la cura. El imperio de la ley se ha convertido en el imperio de los abogados. Y la sociedad civil es ahora la sociedad incivil, en la que esperamos que el Estado resuelva todos nuestros problemas. La gran degeneración es un poderoso y en ocasiones polémico alegato contra una era de negligencia y pasividad. Mientras el mundo árabe lucha por alcanzar la democracia y China avanza de la liberalización económica al imperio de la ley, europeos y estadounidenses malgastan el legado institucional construido a lo largo de varios siglos. Detener la degeneración de la civilización occidental, advierte Ferguson, requerirá líderes audaces y una reforma radical.
Con toda probabilidad, en 2100 podremos mover objetos con la mente, la inteligencia artificial estará en todas partes, la medicina molecular permitirá cultivar casi cualquier órgano y los rápidos avances en investigación genética harán posible alargar la vida humana de forma espectacular. Pero estas extraordinarias revelaciones son solo la punta del iceberg. Kaku estudia robots sensibles, cohetes de antimateria, visión de rayos X y la posibilidad de crear nuevas formas de vida. También contempla el desarrollo de la economía mundial y formula algunas preguntas clave: ¿quiénes serán los ganadores y quiénes los perdedores del futuro?, ¿quiénes tendrán empleo y qué países prosperarán? Sin perder de vista los rigurosos principios científicos y examinando la velocidad a la que madurarán ciertas tecnologías, Michio Kaku nos ofrece un recorrido asombroso a través de los próximos cien años de revolución científica.
Este es el primer libro que afronta el debate político y económico sobre la crisis desde una nueva y muy necesaria perspectiva: su coste humano. La recesión global ha tenido un impacto brutal sobre la riqueza de los países pero todavía ignoramos cómo afecta a un tema esencial: el bienestar físico y mental de sus ciudadanos. ¿Por qué al enfrentarse a crisis similares la salud en algunas naciones (como Grecia) se ha deteriorado gravemente mientras en otras (como Islandia) ha llegado a mejorar? Tras una década de investigaciones, David Stuckler y Sanjay Basu nos demuestran que incluso ante las peores catástrofes económicas los efectos negativos en la salud pública no son inevitables. Es la mala gestión de los gobiernos la que puede conducir a un desastroso saldo de tragedias humanas. Por qué la austeridad mata presenta una conclusión demoledora: los recortes son seriamente perjudiciales para su salud. Son las recetas de austeridad las que agravan fatalmente las consecuencias de las crisis, mutilando programas sociales clave justo en el momento en el que más se necesitan, empeorando el desempleo y obstaculizando la recuperación. Este libro defiende que las decisiones económicas no son únicamente una cuestión de ideologías, de tasas de crecimiento y de déficits presupuestarios, sino también una cuestión de vida o muerte. Solo un sistema más justo e igualitario, acompañado de políticas inteligentes que refuercen las redes públicas de protección, garantizará el bienestar de nuestras sociedades.