Samuel Edward Konkin III (SEK3), padre del movimiento agorista, falleció en 2004 dejando sin terminar sus proyectos más extensos y ambiciosos, a excepción del Manifiesto neolibertario. Entre ellos, el inacabado pero apasionante tratado que titula Contraeconomía, publicado en español también por Unión Editorial.
Con el fin de reivindicar la valía del corpus konkiniano, y siguiendo los pasos de la edición original de Kopubco (2006), ampliamos este Manifiesto neolibertario con una serie de valiosos escritos. En primer lugar, la Teoría de clases agorista, que le debemos al teórico Wally Conger, seguidor de Konkin, quien respetuosamente recupera y amplía las notas de SEK3 –fruto de otro proyecto incompleto– en relación a la lucha de clases desde el punto de vista agorista.
En Contraeconomía, Samuel Edward Konkin III, el creador, principal activista y teórico del agorismo, presenta los medios más poderosos para que te liberes, te protejas e incrementes tu riqueza y, en el proceso, liberes al resto de la sociedad. Contraeconomía pretendía ser su obra maestra, la destilación de todo su trabajo e investigación a lo largo de 15 años de activismo en el movimiento. Lamentablemente, de los 18 capítulos esbozados, sólo se escribieron diez. De ellos, sólo seis habían sido encontrados al momento de esta publicación. En el volumen presente, se reconstruye el contenido del libro que hubiera podido ser y no fue, añadiendo, además, como apéndice, un breve pero estimulante ensayo titulado “Desde los callejones hasta las estrellas”.
Amaia Pérez Orozco reúne en este libros seis piezas clave de la Economía Feminista, un marco político de análisis y acción que apuesta por desplazar el eje en torno al cual entendemos la economía: de los mercados y los procesos de valorización de capital a la sostenibilidad de la vida. Con esas gafas, vemos la centralidad de los vínculos y los trabajos de cuidados, y el neutro homo economicus se convierte en sujetos marcados por el género, la raza y la clase. Al poner en el centro los procesos de sostenibilidad de la vida, la Economía Feminista nos permite nombrar la tensión estructural e irresoluble bajo el capitalismo: el conflicto capital vida. Los textos reunidos, resultado de procesos de investigación militante, diálogos y derivas colectivas, avanzan en las discusiones y prácticas en marcha, por ejemplo, al intentar retejer los hilos rotos entre vida humana y no-humana o señalar los hilos de (dis)continuidad entre sur y norte global. A la vez, buscan aterrizar la apuesta por poner la vida en el centro en alternativas concretas y en todas las escalas, en espiral.
La vivienda es todo menos un asunto privado. Como expresión de las condiciones objetivas y como conflicto social permanente goza de centralidad política. En el campo de tensión entre el mercado, el Estado y las prácticas cotidianas, las encrucijadas principales de nuestra sociedad se reflejan en el acceso a la vivienda. En 1872, Friedrich Engels publicó Sobre la cuestión de la vivienda desde una perspectiva de la economía política. El texto subraya la imposibilidad del derecho a la vivienda sin cambios revolucionarios. 150 años después, sorprende la vigencia de sus análisis, que permiten reconocer cuestiones aparentemente específicas del desarrollo urbano como principios estructurales del capitalismo.
Sin embargo, abordar la cuestión de la vivienda en el siglo XXI significa pensar más allá de Engels. Los planteamientos feministas sobre la reproducción de los roles de género, los retos ecológicos, o el alcance de la regulación e intervención estatal en el sector, han añadido nuevos elementos a la cuestión. Ahora bien, ¿dónde queda la revolución, la propuesta engelsiana definitiva, también en el ámbito de la vivienda?
En Lo que Engels no podía saber. La vivienda como bien de inversión Andrej Holm actuliza las hipótesis intermedias de Engles, y plantea distintas posibilidades para la resolución de los problemas de acceso a la vivienda. Lo llama reformismo radical, una vía de propuestas concretas que, conjuntamente, representarían una alternativa cargada de potencia revolucionaria. En algún lugar, entre Engels y Holm, hay unas cuantas respuestas.
Todas las especies están condenadas a la extinción. A pesar de que esta realidad científica se reconoció hace apenas doscientos años, el registro fósil que desde entonces los investigadores han leído en las rocas muestras que los animales que habitan hoy en el planeta son verdaderos sobrevivientes y herederos de otro 99.9% de especies que cumplió apaciblemente su ciclo de vida, o que encontró su inevitable fin en uno de los episodios de extinción masiva que han ocurrido en la Tierra.
La economía y los conceptos que se utilizan para describirla están por todas partes. Los medios de comunicación bombardean a sus audiencias con jerga económica constantemente. Se usan términos como “gasto público”, “mercado”, “evasión fiscal”, “austeridad presupuestaria”, “déficit comercial”, etc. Con todo, pocas personas podrían definir estos conceptos si se les pidiera explicarlos y este desconocimiento se ve reflejado en las pésimas decisiones que toman los políticos. Por ello, Thomas Porcher propone remediar este vacío de conocimiento con este diccionario, en el que explica nociones económicas de manera clara y puntual. Dirigido a todo público, se busca que el contenido permita a los lectores entender, pensar de forma crítica y elaborar argumentos para tener voz en el debate de las políticas económicas de su país.