Los hombres rana son Navy seal que han demostrado valentía inigualable, adaptabilidad y resistencia ante los desafíos, por lo que se les han encomendado las misiones más importantes, como audaces rescates en altamar. Después de casi 40 años de carrera, el almirante McRaven, autor de esta obra, fue condecorado como Bull Frog, que es el más alto honor al que aspira un hombre rana y que habla del memorable legado que deja. A lo largo de su trayectoria, superó inimaginables situaciones de crisis, así como dilemas éticos que lo llevaron a aprender grandes lecciones de liderazgo, como: Quien se atreve gana. Escucha a tus tropas, a tu equipo. Ningún plan sobrevive al primer contacto con el enemigo.
Si tiendes tu cama al despertar, habrás cumplido con tu primera tarea. Tendrás una sensación de orgullo y te alentará a cumplir un objetivo más, después otro y otro. Esa pequeña labor se convertirá en muchas metas cumplidas.
El autor, quien se sobrepuso a difíciles retos y se recuperó de un grave accidente de paracaídas, nos cuenta las profundas lecciones de vida valorar la compañía, aceptar que el mundo no es justo, afrontar el fracaso, no darse por vencido y tender la cama que aprendió durante uno de los entrenamientos físicos más desafiantes del mundo.
Nazareth Castellanos te deja claro, casi como si te contara un cuento, que ni sospechamos la relación que hay entre nuestro cerebro y el resto de nuestro cuerpo». Borja Hermoso, La conversación infinita
El cerebro es un órgano plástico, que puede ser esculpido con la intención y la voluntad como herramientas. Conocer su capacidad para aprender y adaptarse al entorno es descubrir aquello que nos construye desde fuera. Pero, paradójicamente, es esa misma plasticidad neuronal la que nos brinda la oportunidad de transformarnos desde dentro.