Un emocionante tributo a las maravillas de la naturaleza.
Un alegato magistral a la conciencia colectiva frente al cambio climático.
Mares, ríos, islas, desiertos, montañas, ciudades... De abril a noviembre de 2021, el astronauta Thomas Pesquet fotografió nuestro planeta en todas sus facetas desde la Estación Espacial Internacional.
Los Estados nación dan un toque de color a los mapas, pero no suponen una verdadera fuente de poder.
En esta última década, la globalización ha fragmentado el mapa en diferentes espacios jurídicos: puertos francos, paraísos fiscales, zonas económicas espaciales. Con estos nuevos espacios, los ultracapitalistas han empezado a creer que es posible escapar de las ataduras y la supervisión del gobierno democrático.
El capitalismo de la fragmentación sigue la búsqueda por todo el mundo de los libertarios radicales más conocidos —desde Milton Friedman a Peter Thiel— para encontrar el espacio perfecto para el capitalismo. El historiador Quinn Slobodian nos lleva del Hong Kong de la década de 1970 a la Sudáfrica de los últimos días del apartheid, del Sur neoconfederado a la antigua frontera del oeste estadounidense, de la ciudad medieval de Londres a las cámaras acorazadas de oro de los multimillonarios de derechas, y finalmente a los océanos y zonas de guerra del mundo, trazando una incesante cacería de un nuevo espacio donde la competencia de mercado no se vea obstaculizada por la democracia.
Cada descubrimiento científico está plagado de historias, discusiones, anécdotas… Este libro entrelaza muchas de ellas en un viaje de la A a la Z.
¿Cómo han llegado hasta nosotros palabras como «clon», «supernova» o «robot»? ¿En qué momento fueron creadas y con qué criterio todas estas palabras que usamos a diario? Al intentar dar respuesta a estas cuestiones, el periodista científico y escritor Antonio Martínez Ron nos muestra que, si se colocan en una línea de tiempo, la aparición de los términos científicos es en sí misma una nueva forma de contar la historia de la ciencia.
Este diccionario es un recorrido de la «A de Átomo» hasta la «Z de Zoonosis» en el que se documenta el momento exacto en que se crearon palabras como «microscopio», «neurona», «láser» o «píxel» y cuál fue la discusión para elegir esos términos y no otros. El resultado es una crónica de cómo, forzada a inventar nombres para los nuevos descubrimientos, la ciencia se convirtió en un motor del lenguaje. Y de cómo los científicos se entregaron a la tarea de etiquetar el asombro.
Hace tan solo tres decadas pocos podían imaginar que una especie humana hallada y nombrada en la península iberica por científicos españoles tuviera el honor de formar parte de nuestra historia evolutiva. La especie Homo antecessor, cuyos restos fueron descubiertos en un nacimiento de la sierra de Atapuerca, fue descrita en 1997 en la revista Science. El proceso, que duró tres años, no estuvo exento de grandes dificultades ajenas a la propia investigación. No obstante, la emoción de cada nuevo hallazgo y la sorprendente anatomía de los restos fósiles fueron un estímulo para superar todos los obstáculos. Una vez superado el primer escollo, la aceptación de Homo antecessor como fuente trascendental para la comprensión del origen del linaje de nuestra especie tropezó con la oposición de un buen número de expertos en evolución humana. La resistencia duró más de veinte años, hasta que la información anatómica y molecular impuso su lógica.
Damos por hecho que nuestras decisiones parten de un largo proceso de reflexión, que le damos muchas vueltas a los asuntos más importantes de nuestra vida y que pensamos bien antes de pasar a la acción. Pues bien, no es cierto. Estamos biológicamente programados para reaccionar de manera impulsiva y si bien este comportamiento instintivo ayudó a nuestros antepasados a sobrevivir, hoy nos desvía cada vez más del éxito.
Shane Parrish, exagente del servicio de inteligencia canadiense, se dio cuenta de que los modelos mentales y métodos de razonamiento que utilizaba en su labor como espía se podían aplicar igual en todos los ámbitos de la vida personal y profesional. Este libro es el resultado de muchos años ayudando a la gente a pensar mejor, a entender que nuestro cerebro reptiliano nos empuja a veces a tomar malas decisiones y que el secreto del éxito parte de identificar correctamente cuáles son los datos relevantes en ese mar de información que nos ahoga.
Un libro revolucionario que nos dará las herramientas necesarias para pensar con claridad y reconocer las oportunidades capaces de transformar nuestra vida.
Fue Bismarck quien apuntó agudamente que «los bobos dicen que aprenden de la experiencia. Yo prefiero aprender de la experiencia de los demás». Y de todas las fuentes a las que tenemos acceso, la historia es la más rica y variada, porque no existe excusa para que cualquier persona cultivada no tenga en consideración al menos tres mil años de antigüedad. Por primera vez en español, presentamos ¿Por qué no aprendemos de la historia una síntesis de la particular concepción y filosofía de la libertad por parte de Sir Basil Liddell Hart (1895-1970), el mayor estratega del siglo xx. Las ideas del «capitán que enseñó a generales» sobre la aproximación indirecta han inspirado a generaciones de militares, tanto en los estados mayores como en el campo de batalla. En esta obra se presenta el destilado de su pensamiento con el título de Fundamentos de estrategia, tanto para sus seguidores del ámbito castrense como para todos aquellos ûempresarios, economistas, diplomáticos, estadistas o historiadoresû que han encontrado en sus libros inspiración para su desarrollo personal y profesional.