¿Subir el Salario Mínimo beneficia a la población más desfavorecida o genera desempleo? ¿La inmigración y el comercio internacional dañan al empleo y a la producción nacionales? ¿Son los controles de precios efectivos para luchar contra la inflación? ¿La tecnología y la robotización nos «robarán» nuestro trabajo? ¿Bajar impuestos permite aumentar la recaudación? ¿Debe preocuparnos el cambio climático?
Te habrás encontrado con debates como éstos constantemente en la discusión económica que tiene lugar en los foros políticos, mediáticos y hasta académicos. Sin embargo, las respuestas que suelen darse a esas preguntas están condicionadas por la demagogia y la ideología. Álvaro Martín y Santiago Calvo se proponen combatir el populismo en el único ámbito en que éste prácticamente no se ha resentido, el económico, donde sigue campando a sus anchas, tanto a derecha como a izquierda.
El populismo económico se disfraza muchas veces de divulgación, a través de una simplificación excesiva de términos, teorías, modelos y comprensión financiera, para acabar ofreciendo conclusiones sobre determinados fenómenos que son empíricamente falsas, y cuyo marcado perfil ideológico hace parecer que existe una única solución válida para cada problema.
Preocupados por la proliferación de las falacias económicas en el debate público, y como firmes defensores de la utilidad de la evidencia empírica para el avance de la ciencia, estos dos economistas se esfuerzan en estas páginas por limpiar el nombre de la Economía como disciplina de toda esta demagogia.
A través de un profundo estudio de la evidencia empírica más robusta disponible para multitud de temas económicos, Martín y Calvo desmienten punto por punto, con modelos y casos prácticos, algunas de las principales mentiras económicas que oímos día tras día.
Este libro es una hermosa exploración de lugares donde la naturaleza florece en nuestra ausencia. Algunas de las únicas reses verdaderamente asilvestradas del mundo deambulan por una isla abandonada desde hace tiempo en el extremo norte de Escocia. En los terrenos irradiados de Chernóbil ha resurgido una variedad de vida silvestre que no se había visto en mucho tiempo. En la estrecha zona desmilitarizada de la península de Corea, un exuberante bosque alberga miles de especies extinguidas o en peligro de extinción en cualquier otro lugar. Flyn visita los lugares más sombríos y desolados de la Tierra que, debido a la guerra, la catástrofe, la enfermedad o la decadencia económica, han sido abandonados por los humanos. Lo que encuentra en cada ocasión es una «isla» de nueva vida: la naturaleza se ha apresurado a llenar el vacío más rápido y con mayor profundidad que las proyecciones más optimistas de los científicos. Islas del abandono es un recorrido por estos nuevos ecosistemas, como lugares de inesperada importancia medioambiental, donde el mundo natural ha reafirmado su poder salvaje.
Suele pensarse que es mejor dejar la innovación en manos de los empresarios dinámicos del sector privado, y que el Estado (ese ente anquilosado) debería mantenerse al margen. En El Estado emprendedor, su libro más emblemático, Mariana Mazzucato desmonta este falso mito para demostrar que el Estado, lejos de limitarse a intervenir en el mercado para subsanar posibles errores o abusos, es en realidad la organización más audaz del mercado, capaz de asumir las inversiones de mayor riesgo, y un facilitador clave de las innovaciones tecnológicas que impulsan el crecimiento económico.
Con numerosos ejemplos, Mazzucato explica cómo, sin el papel crucial de los fondos públicos, el iPhone no sería tan inteligente, ni habrían tenido lugar muchos de los más importantes avances farmacéuticos o en las energías renovables. El sector privado solo encuentra el coraje para invertir después de que un Estado emprendedor haya realizado las inversiones de alto riesgo, y los «genios de la innovación», tan dados a las quejas por las trabas administrativas y fiscales, son en realidad beneficiarios privilegiados de las inversiones públicas en el desarrollo de nuevas tecnologías.
Al no admitir el verdadero papel del Estado, hemos terminado creando un «sistema de innovación» en el que el sector público socializa los riesgos mientras las recompensas se privatizan. Mazzucato propone ideas para cambiar esta dinámica disfuncional, reformulando los parámetros del tradicional debate Estado versus sector privado de manera que ambas partes resulten beneficiadas.
Nuestra mente es mucho más maleable de lo que pensamos. Aunque nos resulte sorprendente, conservamos durante toda la vida la misma capacidad de aprender que teníamos cuando éramos niños. Lo que sí perdemos con el paso del tiempo es la necesidad y la motivación para aprender, de modo que vamos construyendo sentencias sobre lo que no podemos ser: el que está convencido de que las matemáticas no son lo suyo, la que siente que no nació para la música, la que cree que no puede manejar su enfado y el que no puede superar sus miedos. Demoler estas creencias es el punto de partida para mejorar cualquier cosa, en cualquier momento de la vida.
Esta es la buena noticia: se pueden cambiar ideas y sentimientos, aun aquellos que están profundamente arraigados. La mala noticia es que para transformarlos no basta con proponérselo. Así como concluimos a la velocidad de un rayo si una persona nos parece confiable, inteligente o divertida, también los juicios sobre nosotros mismos son precipitados e imprecisos. Ese es el hábito que tenemos que aprender: el de hablar con uno mismo.
Por suerte, la mala noticia no es tan mala. Disponemos de una herramienta simple y potente: las buenas conversaciones. Mezclando neurociencia, historias de vida y mucho humor, este libro explica cómo y por qué estas buenas conversaciones mejoran la toma de decisiones, las ideas, la memoria y la vida emocional y, así, pueden cambiar tu vida.
Con ilustraciones de Javier Royo
¿Es el socialismo el camino hacia una sociedad más justa y más igualitaria?
«Si me hubieran dicho en 1990 que en 2020 iba a publicar una colección de crónicas titulada ¡Viva el socialismo! habría pensado que se trataba de un mal chiste. Pertenezco a una generación que no tuvo tiempo de dejarse seducir por el comunismo y que se hizo adulta constatando el fracaso absoluto del sovietismo», cuenta Thomas Piketty en el prefacio inédito de esta colección de sus columnas mensuales publicadas en Le Monde desde septiembre de 2016 hasta julio de 2020.
En los años noventa fue más liberal que socialista, pero treinta años después cree que el hipercapitalismo ha ido demasiado lejos y que debemos pensar en la superación del capitalismo, en una nueva forma de socialismo, participativo y descentralizado, federal y democrático, ecológico y feminista.
Estas columnas, completadas con gráficos, tablas y textos adicionales del autor, y que conforman una síntesis del pensamiento de uno de los economistas más importantes de nuestro tiempo, reflexionan sobre cómo el verdadero cambio, el «socialismo participativo», sólo se producirá cuando los ciudadanos recuperen las herramientas que les permitan organizar su propia vida colectiva. Además, suponen un exhaustivo repaso a todas las grandes cuestiones de índole económica, política y social de los últimos tiempos, desde el funcionamiento de la UE, el Brexit, el incremento de la desigualdad, la pujanza de China y los nuevos ejes de poder mundial o la más reciente crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del coronavirus.
El controvertido músico 50 Cent nos entrega en estas páginas una filosofía de vida que es, al mismo tiempo, una verdadera lección de supervivencia y lucha en un mundo en el que priva la violencia y la competencia feroz. La obra ofrece valiosas lecciones para los emprendedores de hoy sobre cómo aceptar el caos y el cambio, y como adaptarse mentalmente a las circunstancias adversas para convertirlas en triunfos personales.