El controvertido músico 50 Cent nos entrega en estas páginas una filosofía de vida que es, al mismo tiempo, una verdadera lección de supervivencia y lucha en un mundo en el que priva la violencia y la competencia feroz. La obra ofrece valiosas lecciones para los emprendedores de hoy sobre cómo aceptar el caos y el cambio, y como adaptarse mentalmente a las circunstancias adversas para convertirlas en triunfos personales.
Nada es posible sin la virtud del coraje. Desde los antiguos espartanos hasta el Movimiento por los derechos civiles; desde científicos pioneros hasta empresarios innovadores; desde Charles de Gaulle hasta Florence Nightingale, los grandes líderes han pasado a la historia por los riesgos que se atrevieron a asumir. Sin embargo, hoy somos muchos los que nos vemos paralizados por el miedo.
En este primer libro de una nueva serie sobre las virtudes cardinales del estoicismo, Ryan Holiday nos enseña por qué el coraje es tan importante y cómo cultivarlo en la vida diaria. A partir de las acciones de quienes han respondido a la llamada del destino, Holiday nos muestra cómo podemos dar un paso adelante incluso cuando los demás dan un paso atrás. Porque tener coraje es mucho más que lanzarse al combate. Tener coraje es hacer lo correcto, enfrentarse a las convenciones y defender las propias creencias; es creatividad, generosidad y perseverancia. Y es la única forma de vivir una vida plena, extraordinaria y efectiva.
Todo en la vida empieza con el coraje. Y este libro te dotará de la valentía necesaria para dar el primer paso, para responder a la llamada.
En el siglo XX, el socialismo real pretendía instaurar una sociedad sin mercados donde la persona se reducía a mera materia socialmente reproducible. Ahora, en la tercera década del siglo XXI, el liberalismo tecnicista propugna un mercado sin sociedad. Para esta visión materialista y tecnicista la capacidad de transformación de la realidad por el ser humano no tiene límites. Dicho en otras palabras, la libertad humana no tiene límites. Es pura voluntad de poder ilimitado. Lo cual plantea el siguiente dilema: si el socialismo real, al negar la capacidad fabril de la persona, destruye lo social, ¿no destruirá el liberalismo tecnicista con su negación de los principios metafísicos de la libertad, la libertad individual misma?