Revela toda una variedad de actores poderosos cuyos trucos manipulan nuestros sistemas económicos, políticos y legales para su beneficio, a expensas de los demás. Una vez que aprendas a detectar los hackeos, comenzarás a verlos por todas partes y nunca volverás a ver el mundo de la misma forma. Casi todos los sistemas tienen lagunas, y esto es así por diseño. Pero no podrán aplicarte las reglas si eres capaz de aprovecharlas a tu favor. Si no se controlan, estos hackeos acabarán trastornando nuestros mercados financieros, debilitando nuestra democracia e incluso afectando nuestra forma de pensar.
Y cuando la inteligencia artificial comience a pensar como un hacker, a velocidades y escalas inhumanas, los resultados pueden ser catastróficos. Sin embargo, quienes se pongan el «sombrero blanco», podrán entender la mentalidad de los hackers y reconstruir los sistemas económicos, políticos y legales para contrarrestar a quienes quieren explotar nuestra sociedad. Podemos aprovechar la inteligencia artificial para mejorar los sistemas existentes, predecir y defendernos contra los hackers y lograr un mundo más equitativo.
La venganza y el perdón tienen un propósito concreto en la biología y en la historia de la humanidad del que no podemos zafarnos. Buscamos permanentemente la justicia personal oscilando entre Némesis y Clementia, condicionados por una resaca de necesidades, anhelos, miedos o frustraciones que pueden afectar por igual al vecino, a un niño, a nuestra pareja o al político que rige los destinos de un país.
¿Hasta qué punto es la venganza una expresión innata de nuestra naturaleza? ¿Es sobre todo un fenómeno moldeado por el contexto y la cultura? ¿De qué modo se instrumentaliza la venganza para impartir justicia? ¿Cómo, cuándo y por qué elegimos entre represalia y aceptación? Son algunas de las preguntas que se esclarecen en esta accesible y completa radiografía de la venganza y de sus componentes más peligrosos: la ira, el odio y el rencor.
«Para crear sociedades más indulgentes, respetuosas y pacíficas, es inútil que pensemos en cambiar la naturaleza humana. En su lugar, hay que cambiar el mundo, los lugares donde vivimos y la educación que recibimos. ¿Parece difícil? Sin duda. ¿Es imposible? En absoluto».
Los trastornos neurológicos y psiquiátricos han sido considerados como algo completamente distinto dependiendo de si parecen afectar el cerebro o la mente. Sin embargo, lo cierto es que el cerebro y la mente son inseparables. Ambos tipos de trastornos pueden afectar todos los aspectos de la función cerebral: desde la percepción, la acción, la memoria y la emoción hasta la empatía, la interacción social, la atención y la conciencia.
Sobre la base de su pionera investigación, Eric R. Kandel ilustra cómo los innovadores estudios sobre trastornos cerebrales pueden profundizar nuestra comprensión del pensamiento, los sentimientos, el comportamiento, la memoria y la creatividad, y quizás en el futuro transformarán la atención médica y conducirán al desarrollo de una teoría unificada de la mente.