El interés no es el precio del dinero, sino el valor del dinero en el tiempo
Durante las dos primeras décadas del siglo xxi, las tasas de interés se hundieron como nunca antes. El dinero fácil tras la crisis financiera mundial de 2007-2008 ha producido varios efectos negativos, incluida la aparición de múltiples burbujas crediticias, una reducción en el crecimiento de la productividad y una exacerbación de la desigualdad.
El historiador financiero Edward Chancellor reconstruye la trayectoria que nos ha llevado hasta aquí. Se remonta hasta el mundo antiguo, cuando la práctica de prestar dinero con intereses no era popular, considerándose un ejercicio de usura, robo y abuso por parte de una clase parasitaria. A medida que el capitalismo se estableció desde finales de la Edad Media, se fue entendiendo mejor que el interés era una recompensa legítima y necesaria para que los prestamistas se desprendieran de su capital, y que cumplía otras muchas otras funciones vitales para el correcto funcionamiento de la economía.
Este ensayo, ganador del Premio Hayek al mejor libro de 2023, está inspirado en la convicción de que la reducción artificial de los tipos de interés ha creado muchos de nuestros actuales problemas, incluyendo el resurgimiento del populismo. Esto ocurre porque el dinero fácil y la política monetaria laxa crean distorsiones económicas que desincentivan el ahorro, empujan a los inversores a asumir riesgos excesivos y dificultan la distribución de la renta y la riqueza, perjudicando sobre todo a los más pobres.
El precio del tiempo explica que el interés no es exactamente el precio del dinero, sino el valor del dinero en el tiempo. Además, demuestra que dado que todas las actividades económicas tienen lugar en el tiempo, el interés es necesario para dirigir la asignación de capital, valorar las inversiones y equilibrar la oferta y la demanda.
En 2021, las criptomonedas se convirtieron en la corriente dominante. Los grandes fondos de inversión las compraban, famosos como Tom Brady las apoyaban, y en la televisión se las proclamaba el futuro del dinero. Aunque casi nadie sabía cómo funcionaban, ¿a quién le importaban los detalles cuando todo el mundo estaba ganando una fortuna con Dogecoin, Shiba Inu o cualquier otro «activo digital» con un nombre curioso?
Mientras asistía como espectador a semejante frenesí, al periodista de investigación Zeke Faux no dejaba de rondarle por la cabeza una pregunta persistente: ¿era todo aquello un juego de confianza de proporciones épicas? Lo que empezó como mera curiosidad, y cierta envidia sana, terminaría transformándose en una búsqueda de dos años que le acabaría llevando por medio mundo en un intento por descubrir a los magos que se escondían detrás de la nueva maquinaria financiera mundial. Su investigación le conduciría hasta Sam Bankman-Fried (SBF), un hombre desaliñado y de pelo encrespado de veintinueve años, y a una horda de estafadores, utópicos y nuevos multimillonarios del sector de las criptomonedas.
¡Vivir desmotivado en el trabajo es una realidad que toca a muchos! No todos estamos donde queremos estar, donde nos sentimos apreciados y útiles y, sobre todo, donde somos felices. Con unos cambios en el panorama mundial tan complicado tanto a nivel económico como social, ahora es más importante que nunca controlar dónde te conviene estar ubicado y a quién necesitas tener cerca para alcanzar tus metas.
Por ejemplo, si eres un actor y quieres filmar películas, lo más probable es que tengas que mudarte a Hollywood. Y si lo que quieres es trabajar en una empresa de tecnología, lo más conveniente será que te desplaces y estés lo más vinculado posible a Silicon Valley.
El autor y experto financiero Ken Coleman suele escuchar una y otra vez en su programa de radio e Ken Coleman Show las mismas preguntas:
¿Es demasiado tarde para empezar de nuevo?
Y si no es demasiado tarde, ¿qué pasa si lo intento y fallo?
Si pruebo algo nuevo, ¿qué pensarán al respecto mi familia y mis amigos?
¿Es asequible para mí la profesión de mis sueños?
Después de leer El Principio de Proximidad, sabrás cómo conectarte con las personas adecuadas y ubicarte en los lugares correctos, de modo que las oportunidades llegarán y estarás preparado para aprovecharlas.