¿Serías capaz de decir en alto «Quiero ser rica» sin sentir vergüenza? ¿Te disculpas cada vez que hablas de dinero? ¿Crees que tus finanzas deberían ir mejor y que estás infravalorada en tu profesión? La sociedad ha evolucionado y, sin embargo, las mujeres seguimos cobrando menos y ocupando menos puestos de poder.
Aprende a identificar los bloqueos financieros que provienen de los estereotipos culturales y cómo cambiarlos. Mejora en tus negociaciones conociendo ejemplos prácticos de directoras, empresarias y políticas. La igualdad económica es fundamental para la libertad de las mujeres.
«Las mujeres hemos sido socializadas para no tener dinero. Hemos sido las administradoras de los bienes, pero no sus dueñas. Nos han inculcado que hablar de dinero es algo sucio y han inventado millones de distracciones para que dejemos de ganarlo o perderlo».
A tener dinero se aprende, y estás a solo unas páginas de hacerlo.
A la mayoría de las personas les gustaría ser ricas, aunque no lo confiesen. En nuestro mundo ser adinerado es sinónimo de ser malo y los afanes económicos crean mala conciencia entre quienes los albergan.
Sin embargo, el filósofo Javier Hernández-Pacheco sostiene en este ensayo que, aunque resulte escandalosa, la pretensión de enriquecimiento es expresión de la más noble humanidad.
El autor se aleja del maniqueísmo que afecta a nuestra percepción de los fenómenos económicos y critica que su consideración filosófica se haya hecho a menudo desde posiciones teóricas muy ajenas a la vida del hombre de negocios, y desde la antipatía y el recelo.
Elogio de la riqueza muestra que la aparente contradicción entre el natural afán de riqueza y las exigencias de una moral de generosidad y desprendimiento no es más que un falso dilema. La reedición de este clásico del pensamiento expone que tenemos la obligación moral de ser ricos, ya que capitalismo y solidaridad son dos caras de la misma moneda.
Un llamamiento a favor de repensar el sistema educativo y premiar la excelencia
El mérito ha sido un valor fundamental desde la Revolución francesa, que defendió la virtud del esfuerzo frente a los privilegios de nacimiento. Desgraciadamente, este principio republicano, fruto de la Ilustración, es atacado a diario desde todos los frentes.
Desde que Henry Ford revolucionó el mundo de la manufactura con su segmentación del trabajo, la especificidad en las tareas ha ido en aumento. Existe una alta especialización en todos los sectores y se ha instaurado la máxima de que, para ser eficiente, el trabajo tiene que ser autónomo, desarrollarse en paralelo y funcionar de manera simultánea.
Sin duda, la segmentación del trabajo permitió optimizar infinidad de procesos en el pasado. Pero hoy, en un mundo interconectado y dinámico, se hace difícil mantener esas lógicas estancas. Cada vez es más necesario entender los procesos productivos de una manera global y sistémica. Y plantearlos, en lugar de como una suma de partes, como un conglomerado entrelazado, donde los vínculos y las sinergias entre actores se erigen como más relevantes que los propios actores.
En este libro, Matías Birrell actualiza la teoría de sistemas, planteada desde el MIT durante las últimas décadas del siglo pasado, y la integra con la teoría de las restricciones (TOC) de Goldratt, para aplicar sus conclusiones en el siglo XXI. Su propuesta se opone al axioma de que hay que segmentar una empresa para poder gobernarla y nos anima a entender que una mirada global permite un grado de sincronización que no persigue optimizar procesos concretos, sino fomentar una cultura colaborativa y sinérgica que constituye los pilares de un modelo empresarial cibernético; donde todo está interconectado y aceptemos, de una vez por todas, que las partes son inevitablemente interdependientes del sistema. Solo de esa manera podremos dejar de estar anclados en el pasado para imaginar las empresas del futuro.
El sector turístico tiene un enorme peso en las economías locales y nacionales. Sin duda, el interés por viajar es cada día mayor. Esto, unido al cambio constante en la tecnología y en las prioridades de los turistas, hace que los profesionales del turismo tengan que estar en un continuo proceso de actualización. Así, los profesionales del sector tienen como tareas fundamentales conocer las redes sociales y su potencial en la venta de servicios turísticos, estudiar la analítica web, el posicionamiento y las mejoras en las webs turísticas, analizar la ingente cantidad de datos de la que disponemos en pleno siglo XXI a través del internet de las cosas, utilizar el geomarketing para conseguir posicionamiento y visibilidad, apostar por el mobile marketing como un referente en la estrategia de marketing (del teléfono móvil al resto de canales) e investigar sobre la realidad virtual, la aumentada y las posibilidades que ofrece el nuevo mundo del metaverso en la mente del consumidor y aprender sobre los chatbots y la inteligencia artificial. Asimismo, han de observar la reputación turística y la necesidad de su cuidado, estableciendo mecanismos de escucha activa y examinar los destinos turísticos inteligentes como la base de los nuevos destinos que quieran ser competitivos. Por último, tienen que ser conscientes de la necesidad de inquirir cómo funciona realmente el cerebro del consumidor-turista y cómo de esta manera poder satisfacer sus pensamientos inconscientes.
En todas las profesiones, el propósito de la jerga técnica es confundir a los legos y excluir a los que no son parte del gremio. También en la industria financiera es habitual darle la vuelta como un calcetín a las palabras para que su significado acabe siendo justamente el opuesto.
Jason Zweig, periodista financiero de larga trayectoria y buen conocedor de Wall Street, se ocupa en este libro de esclarecer las complejidades, oscuridades y pomposidades de la jerigonza bursátil. Y lo hace mediante definiciones sucintas que todo el mundo pueda entender.
Emulando la obra maestra del escritor satírico Ambrose Bierce, El diccionario del diablo, Zweig ha escrito su propio diccionario financiero del diablo, con divertidísimas acepciones que muestran el verdadero significado de los eufemismos financieros.