Entender la economía es observar el mundo de una manera completamente nueva. El profesor Robbie Mochrie nos acerca esa mirada distinta a través de sus más destacados representantes.
Capturando la esencia de los economistas más influyentes de la historia en esbozos biográficos amenos e iluminadores, este libro muestra cómo los grandes pensadores económicos siguen siendo relevantes hoy en día.
Vivimos en la economía, y somos parte de ella. Tras la experiencia de una pandemia, los gobiernos tuvieron que averiguar cómo congelar los sistemas productivos sin destruirlos; y evitar la catástrofe climática implica cambiar las economías para que no sobrecalienten el planeta. Al explicar cómo el pensamiento económico es indispensable para abordar enormes problemas, esta obra es una sólida guía que abarca desde las ideas de Aristóteles sobre la contención del consumo, al pensamiento de Adam Smith sobre la importancia del carácter moral para el desarrollo económico sostenido, o hasta el trabajo actual de Esther Duflo para ayudar a las comunidades más pobres del planeta a salir de la pobreza. Muestra cómo los grandes pensadores —Karl Marx, Maynard Keynes, Friedrich Hayek, entre otros— nos han permitido ver nuestras relaciones de una manera diferente y profundamente influyente.
A lo largo del camino, Mochrie pone en cuestión lo que creemos saber sobre la disciplina, y demuestra que una buena economía va mucho más allá de la propia economía, por lo que es importante comprender estas ideas vitales no solo para entender nuestro mundo, sino para tratar de cambiarlo y, tal vez, hacerlo mejor.
Una historia de las catástrofes deslumbrante, original y repleta de ideas para el futuro que pone en perspectiva el ya conocido como annus horribilis.
Los desastres son difíciles de prever, pero en la actualidad deberíamos estar mejor preparados contra las catástrofes que los romanos cuando el Vesubio entró en erupción o que los italianos cuando golpeó la Peste Negra en la Edad Media. Al fin y al cabo, nosotros contamos con la ciencia. Sin embargo, tal y como ha quedado demostrado con la crisis del coronavirus, la respuesta de la mayoría de países desarrollados ante un nuevo patógeno ha sido más bien torpe. ¿Cómo es posible? Niall Ferguson sostiene, entre muchas otras cosas, que estaban en juego patologías previas arraigadas ya visibles en nuestras respuestas a otros desastres del pasado.
Desde diversas disciplinas, incluidas la economía y la ciencia de redes, Desastre ofrece no solo una historia, sino tambien una teoría general de los desastres, y expone cómo nuestros complejos y atrofiados sistemas de gobernanza son incapaces de afrontar las crisis.
Como muestra Ferguson, los gobiernos deben aprender a ser menos burocráticos y más resilientes si quieren evitar un declive irreversible.