«Un día, mientras acariciaba a Torzal le dije: “Bésame”. Con gran sorpresa mía se apresuró a rozar mi nariz con su pico, que es el beso del pájaro. Imaginé que esa reacción era casual, pero al día siguiente contestó a mis palabras de la misma manera y siguió haciéndolo así toda su vida.» A sus cuarenta años, Len Howard parece destinada a tener una brillante carrera musical, pero un giro inesperado acaba transformando sus planes para siempre. En 1938 se traslada a East Sussex, a una cabaña rodeada por un gran jardín que bautiza como la casa de los pájaros, que será el escenario de una de las aventuras más fascinantes de toda la ornitología moderna. En sus escritos, Howard argumentó que la inteligencia individual, y no el mero instinto, es el factor determinante en gran parte del comportamiento de las aves, y se esforzó por ejercer un gran control sobre el entorno de sus aves maximizando la sensación de seguridad y fomentando una relación desinhibida con ellas. Para este fin, Howard era solitaria, y daba instrucciones estrictas a quienes se aventuraban a visitarla o deseaban contactar con ella. Su obra representa un caso único en la historia del estudio de las aves. Howard emprendió un apasionado viaje personal a través de la observación de los pájaros revolucionando la ornitología oficial que estudiaba las aves en cautividad, revelando así sus auténticas y sorprendentes facultades afectivas y cognitivas. En estas memorias de aprendizaje mutuo y conmovedor nos hace participes de una singular historia de descubrimiento.
«En aquel primer fin de semana establecí el rito de la cena. Cuando me sentara a la mesa, tenía que haber flores; debía haber una botella de vino y que la mesa estuviera puesta con esmero, como por el mejor sirviente. Un libro abierto para poder leer, el equivalente a la conversación civilizada para un solitario. Todo estaba preparado como para recibir a un invitado y el invitado de la casa iba a ser yo.» En la década de los cincuenta May Sarton compra una casa de campo del siglo XVIII en Nelson, Nuevo Hampshire. Siempre había soñado con la casa ideal y con una nueva vida en ella. Una casa propia son sus memorias sobre cómo compró esa primera casa y sobre los primeros diez años que vivió en ella: las alegrías y las penas de la jardinería, las personas que fueron a visitarla y su rutina diaria como escritora. También nos habla de ese proceso tan intenso y personal de transformar una casa en un hogar; pinta las paredes de blanco para captar la luz y busca el tono preciso de amarillo para la cocina.En esta «casa viva» descubre la paz y la belleza, trabaja en el jardín, excelente metáfora de la vida fuera de él, y no deja nunca de escribir. Son páginas llenas de belleza e iluminadas por sus reflexiones sobre la amistad, el amor, la naturaleza y su universo creativo.
Como biólogo darwinista, Gould libró una guerra sin cuartel contra quienes simplifican excesivamente la teoría de la evolución. A menudo insistió en que comprender cómo funciona un organismo hoy no necesariamente explica por qué evolucionó de un determinado modo. Y cuando el organismo en cuestión era el ser humano, Gould admitió de buen grado que más valía recurrir a Lamarck que a Darwin, pues los humanos transmitimos los rasgos culturales directamente a nuestra descendencia. En esta antología de críticas publicadas originalmente en The New York Review of Books, el célebre autor de Desde Darwin se ocupa de asuntos como la sociobiología y las teorías raciales de Arthur Jensen, y de autores como Jeremy Rifkin, conocido detractor del darwinismo y de la ingeniería genética, o Barbara McClintock, precursora de la genética molecular, a quien la ciencia oficial desdeñó en buena medida por el simple hecho de ser mujer.
El ADN es la base de la individualidad y de la singularidad humana. Siguiendo sus instrucciones se construye un cerebro particular, el tuyo, sobre el que se apoya lo que eres.
Los humanos hemos perseguido desde tiempos inmemoriales el sabio consejo «Conócete a ti mismo», inscrito en el templo de Apolo. Sin embargo, hasta ahora faltaba una pieza crucial, la exploración científica de los cimientos de nuestro edificio psicológico, es decir, nuestros genomas.La ciencia actual revela que nuestra identidad personal comienza a formarse desde el punto de partida que es nuestro ADN, y ofrece valiosas pistaspara conocernos más y mejor. A pesar de las evidencias científicas, las ciencias sociales siguen siendo reticentes a aceptar el peso que el ADN tiene en nuestro comportamiento. Sin embargo, como manual de instrucciones, este nos construye a cada uno desde la concepción. Y no solo eso, sino que nuestro desarrollo depende de este manual, compartido con nuestros congéneres, pero único para cada uno de nosotros.
Nos esforzamos por conseguir que los demás nos escuchen, pero, pese a toda la energía que invertimos, a menudo no lo logramos. Pero, ¿y si la clave para influir en los demás consistiera en demostrar aceptación en lugar de tratar de convencer?
Esto es la validación: reconocer, comprender y empatizar con la experiencia de otra persona aceptándola como válida. Más que una herramienta, es un objetivo en sí mismo cuyo impacto en nuestras relaciones tiene el potencial no solo de reducir conflictos y mejorar la comunicación, sino también de fortalecer nuestra autocompasión y ayudarnos a cambiar y a cambiar nuestro entorno.
En este libro pionero, la psicóloga clínica Caroline Fleck nos desvela por qué la validación es uno de los secretos mejor guardados de la psicoterapia y nos guía, paso a paso, a través de las ocho habilidades necesarias para practicarla.
¿Qué fue lo que pasó? La vorágine de la urgencia cotidiana acabó devorando el tiempo y la energía que requiere invertir en la ejecución de su estrategia para el día de mañana. Este método le dará una vuelta de tuerca a esta realidad para siempre.
Las 4 Disciplinas de la Ejecución (4DX) es una fórmula simple, repetible y probada para ejecutar sus prioridades estratégicas más importantes en medio del torbellino cotidiano. ¿Cómo? Siguiendo al pie de la letra las 4 disciplinas:
o Enfocarse en lo crucialmente importante
o Actuar sobre las medidas de predicción
o Llevar un tablero de resultados
o Crear una cadencia de rendición de cuentas
Al seguir estas disciplinas, los líderes pueden generar resultados contundentes, incluso cuando la estrategia requiere un cambio de actitud significativo por parte de los miembros de su equipo.