De la obra Piense y hágase rico, de Napoleon Hill, se llevan vendidas desde su primera edición millones de copias, y en la actualidad sigue siendo uno de los libros más vendidos en el mercado.
Piense y hágase rico día a día aporta 365 citas basadas en los trabajos más importantes de Hill para conseguir el éxito y la abundancia, por lo que constituye una guía diaria insustituible para quienes quieran disfrutar de una mayor prosperidad en sus vidas.
La idea primordial de Napoleon Hill es la de que cada uno de nuestros días cuenta y nos ofrece, además, nuevas oportunidades. Esta idea se convierte en el presente libro en una filosofía innovadora.
Este volumen incluye también «Los seis pasos para el éxito», una aplicación práctica de la filosofía de Hill, un plan de acción diaria para lograr el éxito en todos los ámbitos de la vida.
Este es el primer libro que afronta el debate político y económico sobre la crisis desde una nueva y muy necesaria perspectiva: su coste humano. La recesión global ha tenido un impacto brutal sobre la riqueza de los países pero todavía ignoramos cómo afecta a un tema esencial: el bienestar físico y mental de sus ciudadanos. ¿Por qué al enfrentarse a crisis similares la salud en algunas naciones (como Grecia) se ha deteriorado gravemente mientras en otras (como Islandia) ha llegado a mejorar? Tras una década de investigaciones, David Stuckler y Sanjay Basu nos demuestran que incluso ante las peores catástrofes económicas los efectos negativos en la salud pública no son inevitables. Es la mala gestión de los gobiernos la que puede conducir a un desastroso saldo de tragedias humanas. Por qué la austeridad mata presenta una conclusión demoledora: los recortes son seriamente perjudiciales para su salud. Son las recetas de austeridad las que agravan fatalmente las consecuencias de las crisis, mutilando programas sociales clave justo en el momento en el que más se necesitan, empeorando el desempleo y obstaculizando la recuperación. Este libro defiende que las decisiones económicas no son únicamente una cuestión de ideologías, de tasas de crecimiento y de déficits presupuestarios, sino también una cuestión de vida o muerte. Solo un sistema más justo e igualitario, acompañado de políticas inteligentes que refuercen las redes públicas de protección, garantizará el bienestar de nuestras sociedades.
La teoría económica clásica ha considerado irrelevante el comportamiento irracional en el ámbito e su investigación. Sin embargo, la evidencia indica que el ser humano no siempre actúa guiado por criterios racionales, que no procesa la información como una supercomputadora, ni su voluntad es inquebrantable como la de un santo, y que además es propenso a cometer errores.