Las 36 estratagemas pertenecen a la misma tradición que el Arte de la guerra de Sun-Tzu. Ambas obras, dos clásicos de la estrategia taoísta, presentan una ciencia derivada del comportamiento humano, de una psicología evolucionada de las debilidades y de las fortalezas humanas en el contexto estratégico para controlar a los demás sin ser controlados por ellos. En ese sentido, cada estratagema es una especie de clave para minar, desde los cimientos, la voluntad de luchar y el equilibrio psicológico del adversario: se trata de la manera de inducirle a hacer algo sin que se dé cuenta, o de crear deliberadamente en el contendiente cierta inquietud para provocar determinadas reacciones y movimientos. A nivel práctico, los taoístas dedujeron una regla fundamental en la lucha consigo mismos o con los demás: vibrar de modo semejante a aquellos elementos que en la naturaleza ganan sin luchar, por ejemplo, el curso del agua que fluye. Cada estratagema está constituida por una fórmula, seguida de un comentario explicativo.
El lenguaje no verbal siempre te delata y aunque es difícil controlar tus movimientos corporales en todo momento, con conocimiento y una buena práctica puedes conseguirlo. Esta completa guía te explica el impacto que tiene la inclinación de la cabeza, el temblor de los labios o el movimiento de los ojos, puesto que son más reveladores que las palabras que salen de tu propia boca. Te enseña a descubrir la repercusión de la postura corporal sobre el pensamiento y como las extremidades del cuerpo reflejan estados interiores, a aprender a percibir las señales de cortejo y también a demostrar confianza en el trabajo.