Una de las habilidades más necesarias que todos debieran desarrollar es la de influir en los demás. Sin ella, las relaciones humanas son ineficaces en el mejor de los casos y desastrosas en el peor. Ya sea que trates de cerrar un negocio, una venta millonaria o simplemente intentes alentar a tus hijos o a un amigo a ser mejores, lo cierto es que si careces de la capacidad de influir no podrás convencer a nadie, ni siquiera a ti mismo.
La mente es similar a una cerradura de alta seguridad. Si te comunicas mal (con charlas interminables, presiones o falta de empatía), te será imposible abrirla. En cambio, si aprendes a transmitir tus ideas de la manera adecuada, la cerradura se abrirá y descubrirá ante ti el tesoro de la conciencia a la que podrás ayudar y motivar para lograr tus mayores sueños.
Consejos para hablar bien en público explica como redactar de tal manera los discursos para que generen una transformación personal, en la familia, el trabajo, la profesión, los negocios, las finanzas, la salud, la comunidad, la vida interior y todas las áreas de la vida.
Rigoberto Gálvez comparte con el lector consejos prácticos para aprender a comunicar de forma intencional un discurso sorprendente y transformador, enseñándonos:
-vencer el nerviosismo al hablar frente al público.
-los principios de cómo hablar en público.
-las reglas para pronunciar discursos transformadores.
-el secreto del ponente: “el orador no nace, se hace”.
-las reglas para pronunciar discursos transformadores.
-por qué algunos discursos resultan aburridos y otros no.
-por qué la mayoría de los oyentes olvidan los discursos.
-por qué discursos que son malos en contenido, son atractivos.
-cómo dar una conferencia que pueda seducir a los oyentes.
-a descubrir qué hacen los buenos oradores para transformar discursos aburridos en extraordinarios.
-cuáles son los recursos y técnicas que utilizan los grandes comunicadores.
-cómo gestionar la conexión con el público, la locación y las circunstancias.
Un práctico manual para descubrir y dominar el perfil, las características y las técnicas del buen orador, consejos que también le ayudarán a mejorar en otras áreas de su vida.
Este libro es una llamada de atención sobre las iniciativas que estás tomando, en el trabajo y en cuanto te concierne.
Ha llegado el momento de que dejes de esperar a que alguien te proporcione un mapa del camino y empieces a dibujarlo tú mismo.
Llevamos a nuestros hijos al colegio y nos obsesionamos con sus notas, su comportamiento y su capacidad de integración. Colgamos una oferta de trabajo y buscamos experiencia, universidades de prestigio y una carrera sin fracasos. Y entonces, ¿por que nos sorprendemos cuando todo se desmorona?
Nuestra economía no es estática, pero actuamos como si lo fuera. Tu posición en el mundo se define en función de lo que emprendes, de cómo lo haces y de lo que aprendes de los acontecimientos que causas.
¡Hazlo! Constituye un manifiesto sobre la producción de algo que escasea y es, por lo tanto, valioso. Ha llegado el momento de que dejes de esperar a que alguien te proporcione un mapa del camino y empieces a dibujarlo tú mismo.
¿Cómo llegaron hasta donde están hoy los individuos ricos y poderosos que mueven el mundo? ¿Son más inteligentes? ¿Más rápidos? ¿Más guapos? Claro que no. Algunos hasta son bajos y feos. ¿Qué es entonces lo que los distingue?
Las 36 estratagemas pertenecen a la misma tradición que el Arte de la guerra de Sun-Tzu. Ambas obras, dos clásicos de la estrategia taoísta, presentan una ciencia derivada del comportamiento humano, de una psicología evolucionada de las debilidades y de las fortalezas humanas en el contexto estratégico para controlar a los demás sin ser controlados por ellos. En ese sentido, cada estratagema es una especie de clave para minar, desde los cimientos, la voluntad de luchar y el equilibrio psicológico del adversario: se trata de la manera de inducirle a hacer algo sin que se dé cuenta, o de crear deliberadamente en el contendiente cierta inquietud para provocar determinadas reacciones y movimientos. A nivel práctico, los taoístas dedujeron una regla fundamental en la lucha consigo mismos o con los demás: vibrar de modo semejante a aquellos elementos que en la naturaleza ganan sin luchar, por ejemplo, el curso del agua que fluye. Cada estratagema está constituida por una fórmula, seguida de un comentario explicativo.