Cuatro amigos juegan a las cartas en un ático, mientras cae la nieve en Buenos Aires. Pronto descubren que ha empezado una mortífera invasión: los alienígenas se están apoderando de América Latina. Las horas que siguen son cruciales si desean sobrevivir y enfrentarse al ejército invasor.
Planteada como un reboot de la historieta clásica El Eternauta, presentamos restaurada la versión dibujada por Alberto Breccia, que desde 1969 ha obtenido el estatus de obra de culto.
Al hilo del relato personal de la muerte de su madre a causa del cáncer, la autora recurre a múltiples ejemplos de la literatura que abordan este mismo tema, así como a las múltiples encarnaciones de la muerte, desde catástrofes individuales a catástrofes a gran escala, para culminar con una hermosa y desgarradora plegaria en la voz de su madre. Homenaje íntimo, libro autobiográfico y obra de crítica literaria sagaz, El arte de la muerte es un libro que conmoverá profundamente a todos los que se acerquen a sus páginas.
«Cerrar un círculo, otro círculo. De eso se trataba, ¿no?, de cerrar círculos».
Un escritor que curiosamente responde al nombre de Juan José Millás recibe el encargo del periódico en el que colabora para escribir el que, cree, puede ser su último reportaje. Por ello debe pensar con cuidado el tema que sirva de broche de oro a toda una carrera. La búsqueda del reportaje perfecto despierta en su interior el recuerdo de un episodio de su pasado, envuelto en la niebla entre la realidad y lo imaginado, que lo sitúa frente a una parte de su vida olvidada en el devenir de los años. ¿Qué ocurrió con el director de la sucursal del Banco Hispano Americano al que fue a visitar una mañana de su infancia junto a su madre? ¿Y con su amigo de la universidad, Alberto?
Juan José Millás aborda en esta historia, pertida y honda al tiempo, el misterio de la identidad, los límites de la ficción y el poder de la literatura para dar forma a lo real. Ese imbécil va a escribir una novela supone un salto mortal de Millás como narrador, que juega con el lector en estas páginas como un ilusionista, un mago de la palabra, un deslumbrante prestidigitador.
Hui de un crimen involuntario.
Hui de los hombres que no me quisieron.
Hui de una guerra.
Esta es mi historia, entre España y Orán, junto al Mediterráneo.
Orán. Años 20, siglo xx. En esta ciudad africana de origen árabe, pulso español y administración francesa desembarca una joven con el falso nombre de Cecilia Belmonte. En apariencia, ha cruzado el Mediterráneo para escapar de la miseria, como tantos compatriotas. Su razón, sin embargo, es más turbia.
La urgencia por sobrevivir la obliga a dejarse la piel en plantaciones y lavaderos, como empleada doméstica y operaria de fábrica a destajo. Hasta que una madrugada, en la tabaquera Bastos, participa en un delito por el que paga con su sometimiento a un hombre despreciable.
EL AUTOR DE LA NOVELA TRES DÍAS DE FELICIDAD VUELVE PARA EMOCIONARNOS Kumorizora tiene un trabajo algo peculiar. Ha desarrollado la capacidad de poseer a las personas. Su trabajo consiste en poseer a su objetivo y llevarlo a suicidarse de manera que parezca natural. Todo se tuerce cuando su siguiente encargo implica provocar el suicidio a Aozora, una chica frágil y misteriosa que no parezca que vaya a oponer resistencia a su posesion. En ese instante, Kumorizora decide que observará un poco más el día a día de Aozora para determinar porqué ha tomado de buen grado su destino.
El subteniente Bevilacqua y la brigada Chamorro tendrán que enfrentarse a no de los mayores retos de su carrera: el esclarecimiento simultáneo de dos muertes en el momento más crítico que ha vivido nuestra sociedad en las últimas décadas.
Dos casos que dejan huella en una novela que nos habla sobre cómo con ocasión de la pandemia se hacen sentir las fuerzas adversas a nuestro bien común, a nuestro futuro, a nuestra esperanza; unas fuerzas que vienen de más atrás y van más allá de la acción del virus.
Omar tiene diez años y pasa los días junto a la ventana, esperando a que su madre vuelva. Hace tanto tiempo que no la ve que ni siquiera sabe si está viva. Su hermano intenta animarlo, pero es incapaz: sin su madre, el mundo se desmorona. Solo le consuela la presencia de Nada, su forma de cogerle la mano, sus ojos celestes.
Nada tiene once años, una vena en la frente que le palpita cuando se enfada y un hermano, Ivo, lo bastante mayor para ser llamado a filas. Nada y Omar son niños en la primavera de 1992, en Sarajevo.
Para alejarlos de la guerra, una mañana de julio un autobús se los lleva contra su voluntad. Si es que la madre de Omar sigue viva, ¿cómo dará con ella? ¿Y si Ivo muere luchando? Mientras viajan por Italia, por carreteras reducidas a escombros, Nada conoce a Danilo, que tiene unas manos cálidas y una familia, a diferencia de ella, y que un día le hace una promesa.
Inspirada en una historia real, Me limitaba a amarte es una novela de formación sobre la pérdida de la inocencia, las heridas con las que cargamos y la imperiosa necesidad de encontrar anclaje y comprensión cuando todo colapsa a nuestro alrededor. Con una escritura precisa y conmovedora, que se inscribe plenamente en la tradición de la gran novela europea, Rosella Postorino indaga en las historias individuales que se ven afectadas por las convulsiones más estremecedoras de la historia colectiva.
Iniciado hace más de diez años con Nos vemos allá arriba (Premio Goncourt 2013), el monumental proyecto de Pierre Lemaitre de ofrecer una historia subjetiva, incuestionable y sobre todo gozosa del siglo XX, que no ha cesado de sumar lectores y elogios de la crítica, prosigue con Un futuro prometedor, un sabrosísimo relato lleno de giros, misterio, tensión, espías y amor en el contexto de la Guerra Fría.
Tras vender su fábrica de jabón en Beirut, el matrimonio Pelletier se instala en la apacible campiña francesa, donde recibe la visita regular de sus tres hijos y sus numerosos nietos. Corre el año 1959 y la vida parece sonreír a los Pelletier, pese a que el sombrío panorama político nacional e internacional no invita al optimismo. Pero todo cambia cuando, en plena Guerra Fría y con el comunismo en horas altas, uno de sus hijos debe dirigir una peligrosa misión en Praga, detrás del Telón de Acero, de la que no sabe si va a poder salir indemne o ni siquiera vivo... Atrapado en una ciudad donde reinan la policía, el ejército, los delatores y los informadores, deberá superar una prueba a la que se ha comprometido en nombre de un valor moral que considera superior. Esta aventura afectará profundamente a la familia y pondrá a prueba el vínculo afectivo y la solidez de los lazos de todos sus miembros.
Un escritor, miembro de la comunidad española en Buenos Aires, intenta descifrar la verdadera personalidad de su padre años después de su muerte. Marcial Fernández, emigrante asturiano, como tantos hombres de su época siempre tuvo dificultades para comunicarse con su hijo, a quien castigó con años de silencio y disgusto al descubrir su pasión literaria. El único vínculo entre ellos fueron las películas del Hollywood clásico que veían por televisión, una educación sentimental llena de sutilezas y malentendidos que Marcial impartía de manera indirecta. A medida que avanza en la reconstrucción de su historia, el narrador halla indicios de que su padre llevó una vida secreta y se obsesiona con descubrirla.
La periodista y crítica de arte Laura Revuelta indaga en las claves para entender por qué un plátano pegado a la pared con cinta aislante expuesto en un museo, cuya foto da la vuelta al mundo, puede llegar a subastarse por cifras millonarias pese a que casi todos se ríen de él.
Esta obra de Maurizio Cattelan es heredera directa del urinario con el que Marcel Duchamp nos sorprendió el siglo anterior. Ya es hora de dar réplica a la manida frase de «esto lo haría mi hijo», a la que un avispado creador una vez contestó con: «El arte contemporáneo son los padres».
Arte parece, plátano es se propone bajar el arte contemporáneo de su pedestal de esnobismo y acercarlo al público para que se ría con él y no de él. O, al menos, para que sepa de qué nos reímos exactamente, y nadie se quede con cara de tonto.
En sus páginas no sé da nada por sentado y se repasan y explican algunos de los principales acontecimientos de estos veinticinco años: desde la primera cancelación de Picasso por sus comportamientos machistas hasta la aparición de los NFTS y la Inteligencia artificial.
Revuelta no se olvida de creadores fundamentales que siguen muy vivos, como Duchamp y Warhol, de otros que dan que hablar aunque no pasen por su mejor momento, como Damien Hirst y de quienes han producido las imágenes más icónicas de lo que llevamos de siglo (Yayoi Kusama, Alicia Framis, Banksy…). En ese deseo de no dejar ningún charco sin pisar, también se zambulle en temas tan controvertidos como la decolonización de los museos o al activismo climático que pone en el foco mediático las grandes obras.