En el invierno de 1990, fracasado su proyecto para una película sobre Rossini, Robert Altman abandona Italia. Pide algo para leer en el avión, su secretaria le da varios libros de Raymond Carver y, cuando llega a los Estados Unidos, Altman tiene la certeza de que allí hay otra película. Absolutamente fiel al estilo (a una visión de América, de unos tiempos y de una manera de vivir) y libre con respecto a la letra, las formas, los personajes, Altman dialoga con Carver, entrelaza y combina historias, mueve las figuras de un relato a otro, estructurando, a su manera, la novela que Carver escribiera con sus cuentos.
En 1996, Allen Ginsberg tenía setenta años, se encontraba muy delicado de salud y le quedaba apenas un año de vida. Impulsado quizá por la urgencia de cantar unas últimas verdades, y a pesar de sus escasas apariciones públicas durante aquel período, el poeta beat se lanzó a un gran proyecto final: el de musicar, en colaboración con Paul McCartney y Philip Glass, una colección de pequeños poemas que acababa de publicar en la revista The Nation: se trataba de la Balada de los esqueletos.
Inspirados en la festividad mexicana del Día de los Muertos, estos esqueletos universales reproducen y padecen los males de nuestra sociedad, ejercen y a la vez sufren el poder, dejándose el cuerpo en ello. Entre todos conforman la danza macabra del sistema de agotamiento, explotación y destrucción en que vivimos. Sus versos, tan radicales como divertidos, azote de la moral estadounidense, mantienen hoy su feroz condición de sátira carnavalesca, cobrando una sorprendente y acaso terrorífica actualidad.
Inaugura este volumen de no ficción La otra aventura (1968), una serie de prólogos y artículos de Bioy entre los que se destacan un análisis en torno a la originalidad de La Celestina y una valiosa nota sobre su amistad con Borges; en Memoria sobre la pampa y los gauchos (1970) Bioy explora las múltiples resonancias de esas palabras que a él le despiertan ansiedad pero «para la mayoría de los argentinos son de uso turístico»; el hilarante y satírico Diccionario del argentino exquisito (1971) incluye verdaderos hallazgos; Unos días en el Brasil (1991), el diario de un viaje realizado en 1960 en el contexto de un congreso del PEN Club, y De las cosas maravillosas (1999), reflexión luminosa que tiene como objetivo ayudar a conocernos mejor.
Estructurada sobre los ejes del amor, la filosofía y la muerte, esta nueva antología de las obras de Alfonsina Storni pone de relieve la gran variedad tonal e intelectual de una de las figuras más importantes de la poesía hispanoamericana de primera mitad del siglo XX. Sus poemas más famosos encuentran su contrapunto en textos en prosa poco conocidos, y del conjunto surge la potencia de una voz que incluye tanto la protesta como la celebración de la naturaleza o la reivindicación de la igualdad. Con una introducción escrita desde una perspectiva actual, esta antología rinde homenaje a la obra de Storni y aspira a acercar a nuevos públicos.
Borges y Bioy Casares compartieron cincuenta años de amistad literaria, buena parte de los cuales los pasaron encerrados, escribiendo juntos. Eran el mismo otro: un tercer escritor, inasimilable a uno tanto como al otro, profundamente excéntrico. De ahí que Bustos Domecq y Suárez Lynch -los alias con que formalizan la existencia del Tercer Escritor- sean algo más que seudónimos. Son escritores de derecho, tan autores como los autores que los inventaron. En ese otro llamado Bustos Domecq o Suárez Lynch descubrieron la posibilidad prematura, y por eso doblemente fascinante, de esa experiencia de balbuceo, inestabilidad y desequilibrio que Adorno llamó "estilo tardío", y que los artistas, según él, sólo alcanzaban una vez que eran dueños absolutos de sus medios artísticos. El estilo tardío es el malestar hecho estilo, una suerte de implosión que sacude la obra y la vuelve contra sí misma, al precio incluso de liquidarla. Esa obra maestra enferma, irreconocible para sí misma, Adorno decía que sólo podía aparecer al final de algo. Con la obra del Tercer Escritor, Borges y Bioy demostraron que también podía aparecer en el medio, en una zona de pasaje, que la pasión política podía ser su motor activo, el chiste al cuadrado su lógica de vértigo y la risa su signo, su huella digital y su música.
Del prólogo de Alan Pauls
Cuatro destinos. Dos misiones. Una mujer. Vuelve a sumergirte en un tiempo inolvidable junto a la protagonista de El tiempo entre costuras.
La segunda gran guerra llega a su fin y el mundo emprende una tortuosa reconstrucción. A pesar de que Sira afronta el futuro con ansias de serenidad. No lo logrará, sin embargo. El destino le tendrá preparada una trágica desventura que la obligará a reinventarse, tomar sola las riendas de su vida y luchar con garra para encauzar el porvenir.
Entre hechos históricos que marcarán una época, Jerusalén, Londres, Madrid y Tánger serán los escenarios por los que transite. En ellos afrontará desgarros y reencuentros, cometidos arriesgados y la experiencia de la maternidad.
Sira Bonnard —antes Arish Agoriuq, antes Sira Quiroga— ya no es la inocente costurera que nos deslumbró entre patrones y mensajes clandestinos, pero su atractivo permanece intacto.
Nueva York, 1936. La pequeña casa de comidas El Capitán arranca su andadura en la calle Catorce, uno de los enclaves de la colonia española residente en la ciudad. La muerte accidental de su dueño, el tarambana Emilio Arenas, obliga a sus indomables hijas veinteañeras a tomar las riendas del negocio mientras en los tribunales se resuelve el cobro de una prometedora indemnización. Abatidas y acosadas por la urgente necesidad de sobrevivir, las temperamentales Victoria, Mona y Luz Arenas se abrirán paso entre rascacielos, compatriotas, adversidades y amores, decididas a convertir un sueño en realidad.
Himno telúrico a los elementos naturales del continente americano, ascensión hacia la redención del propio ser desde el deshumanizador mundo masificado hasta la comunión con un pasado que es un paisaje a la vez humano, arqueológico y orográfico, Canto general es quizá, por encima de todo, un poema a la vez épico y moral. Se trata de un texto en la gran tradición de la poesía a un tiempo civil, histórica y metafísica de los poetas románticos, a la que ha sido incorporada la herencia expresiva de las vanguardias de nuestro siglo, y la capacidad desmitificadora y satírica del cronista crítico del presente.
Esta monumental biografía de un continente es también la biografía de un hombre, el propio Neruda, errante y clandestino al redactarla, y un canto a sus compatriotas anónimos, a la fraternidad con los oprimidos y humildes y a la vastedad silenciosa y solemne del gran océano inmemorial que lo circunda todo. Este impresionante canto a América es una de las obras maestras de Neruda y de la literatura en lengua española del siglo xx.
Cuando Carrie se retira del tenis, es la mejor jugadora que el mundo ha visto jamás. Ha batido todos los récords y ha conseguido veinte títulos de Grand Slam. Y si le preguntas, se merece cada uno de ellos. Lo ha sacrificado casi todo para convertirse en la mejor, con su padre como entrenador.
Pero seis años después de retirarse, Carrie se encuentra en las gradas del US Open de 1994, viendo cómo una tenista británica brutal e impresionante llamada Nicki Chan le arrebata el récord.
Con treinta y siete años, Carrie toma la decisión de salir de su retiro para entrenar con su padre un último año, con la intención de recuperar su récord. Aunque la prensa deportiva le ponga nombres desagradables. Aunque ya no tenga la misma agilidad que antes. Y aunque eso signifique tragarse el orgullo para entrenar con un hombre al que una vez casi le abrió su corazón: Bowe Huntley. Al igual que ella, él tiene algo que demostrar antes de abandonar el deporte para siempre.
A pesar de todo, Carrie Soto ha regresado para una última y épica temporada.
Malibú: agosto de 1983
Como cada año, ha llegado el día de la fiesta de final de verano organizada por Nina Riva, y la expectación es máxima. Todo el mundo quiere estar cerca de los famosos hermanos Riva: Nina, la talentosa surfista y supermodelo; Jay y Hud, un campeón del surf y un conocido fotógrafo respectivamente; y la adorada Kit, la más joven de la familia. Los cuatro hermanos despiertan auténtica fascinación tanto en Malibú como en el resto del mundo, especialmente por ser los descendientes del legendario cantante Mick Riva.
La única persona que no está ansiosa por que llegue la fiesta es la propia Nina, que nunca quiso ser el centro de atención y que acaba de ser públicamente abandonada por su marido, un jugador de tenis profesional. Y quizás tampoco Hud, porque hace demasiado tiempo que debería haberle confesado algo a su inseparable hermano.
Jay, en cambio, está impaciente por que llegue la noche para ver a la chica de sus sueños que le prometió asistir. Kit, por su parte, también guarda algunos secretos, incluida cierta persona a quien ha invitado sin consultar a nadie.
A medianoche, la fiesta estará completamente fuera de control. Por la mañana, la mansión Riva se habrá consumido en llamas. Pero antes de que prenda la primera chispa, el alcohol correrá, la música sonará, y todos los amores y secretos que han forjado a generaciones de esta familia saldrán a la luz.
La Navidad ofrece muy poco a Eileen Dunlop, una chica modesta y perturbada atrapada entre su papel de cuidadora de un padre alcohólico y su empleo administrativo en Moorehead, un correccional de menores cargado de horrores cotidianos. Eileen templa sus tristes días con fantasías perversas y sueña con huir a una gran ciudad. Mientras tanto, llena sus noches con pequeños hurtos en la tienda local, espiando a Randy, un ingenuo y musculoso guardia del reformatorio, y limpiando los desastres que su padre deja en casa.
Cuando la brillante, guapa y alegre Rebecca Saint John hace su aparición como nueva directora educativa de Moorehead, Eileen es incapaz de resistirse a esa milagrosa e incipiente amistad. Pero en un giro digno de Hitchcock, el cariño de Eileen por Rebecca la convierte en cómplice de un crimen.
Tiempo después de publicar la novela Un padre extranjero, Eduardo Berti recibe un correo inesperado: unas fotocopias del legajo que su padre, nacido en Rumania, presentó en el año 1950 para obtener la nacionalidad argentina. Ahí figuran todos o casi todos los datos que su padre ocultó o alteró tras su emigración a Argentina, incluidos algunos secretos que se llevó con él a la tumba: su verdadero apellido, su verdadera fecha de nacimiento, el nombre del barco que lo transportó de Europa a América justo antes de la Segunda Guerra Mundial y la fecha exacta en la que ese barco llegó al puerto de Buenos Aires, el mismo puerto donde el padre comenzó la reinvención de su identidad pública. El grueso legajo, enviado por un amigo y lector, trae además algo aún más sorprendente: la dirección de la casa natal del padre, en la ciudad rumana de Galați, a orillas del Danubio, junto a la frontera moldava, lo que convence a Berti de viajar por fin a ese lugar que siempre había sido para él un «país imaginado».
Tras su precipitado matrimonio con Octave de Fonneuve, Aldara, refugiada de la Guerra Civil, llega al Domaine de Clair de Lune, una imponente bodega de Borgoña. Cuando estalla la guerra en Francia, su marido cae prisionero y la deja sola frente a los recelos de su suegro, el acoso de su cuñado y la ocupación alemana. Con todo en contra, su amor y su lealtad hacia Octave la llevarán a tomar las riendas de un negocio amenazado por la rapiña nazi. Sin embargo, su determinación será puesta a prueba cuando aparezcan dos hombres: un teniente alemán, que se aloja en la mansión, y un piloto aliado caído, al que esconde de la Gestapo.
Implicada en la Resistencia francesa, atrapada por las intrigas y los secretos de su familia política y perseguida por los fantasmas de su pasado, Aldara se ve obligada a sobrevivir a uno de los momentos más difíciles y apasionantes de la historia.
La vida de Cheryl Glickman está sometida a las fantasías y creencias más dispares, así como a un excéntrico sistema de reglas y rituales. Cree fervientemente en historias de amor que traspasan los siglos y tiene una estrecha relación con el alma de un recién nacido al que conoció siendo niña y que transmigra, desde entonces, del cuerpo de un bebé a otro. A sus cuarenta y poco años vive sola, y desde hace tiempo trabaja en una organización sin ánimo de lucro que realiza unos peculiares vídeos de autodefensa femenina.
El día que se ve obligada a acoger temporalmente en su piso a Clee, la hija veinteañera de sus jefes, su rutina e intimidad sufren un inesperado descalabro. Clee es distante, altiva, desdeñosa y mantiene una escasa higiene personal, además de estar enganchada al móvil y sumida siempre en una preocupante inactividad frente al televisor. Inevitablemente, Cheryl se ve arrastrada a un peligroso juego de intimidación pero, a su vez y de forma inesperada, acaba descubriendo el amor de toda una vida.
Una mujer da rienda suelta a sus fantasías tras dormirse en el hombro de su vecino mientras él sufre un ataque de epilepsia. Una joven encuentra sentido a su vida dando clases de natación a tres ancianos en la cocina de su casa, sin más agua que la que cabe en una palangana. Una chica desesperadamente enamorada de su mejor amiga hace más llevadero el rechazo desnudándose ante extraños. Dos completas desconocidas se funden en un llanto compartido durante un cursillo para aprender a ser más románticas.
Los solitarios protagonistas de estos dieciséis relatos intentan conectar con los demás del modo más extraño. Con una ironía agridulce y un erotismo punzante, Miranda July convierte las situaciones más bizarras en escenas de una humanidad reveladora.
En Mortal y rosa, sobrecogedora y tierna elegía de la infancia, Francisco Umbral evoca la muerte de su hijo. Desde la inhóspita revelación de la pérdida, el escritor construye un largo monólogo en que la muerte actúa como coartada maravillosa que convierte su pesadilla humana en una fuerza catártica y liberadora. Francisco Umbral procura el reencuentro en la evocación, y cada sensación es un continuo superar la existencia inerte, cada objeto, una excusa para la reflexión: «sillas de paja infantil, graves mecedoras, caballos de crin celeste me preguntan por ti, se preguntan por ti». Con «esta corporeidad mortal y rosa / donde el amor inventa su infinito» —verso de Pedro Salinas que preludia el texto—, el escritor aborda una cantata de belleza y originalidad máximas, que desborda todos los rencores, porque, como señala en una frase que bien pudiera glosar la obra, «el hijo es un relámpago de futuro que nos deslumbra. Por él, por mi hijo, he visto más allá, más adentro, y más lejos, y quizás, ay, eso basta».
Publicada por primera vez en 1818, La abadía de Northanger narra la historia de Catherine Morland, una joven muy aficionada a las novelas góticas. Por ello, cuando los Tilney la invitan a pasar una temporada en su casa de campo, se pone a investigar tortuosos e imaginarios secretos de familia. Pero al comprender que la vida no es una novela, la inocente Catherine pondrá los pies en la tierra y encauzará su futuro según dictan las normas morales y sociales de la época.
Fanny Price es aún una niña cuando sus tíos la acogen en su mansión de Mansfield Park, rescatándola de una vida de estrecheces y necesidades. Allí, ante su mirada amedrentada, desfilará un mundo de ocio y refinamiento en que las inocentes diversiones alimentarán maquinaciones y estrategias de seducción. Ese mundo oculta una verdad peligrosa, y solo Fanny, desde su sumiso silencio, será capaz de atisbar sus consecuencias y amenazas.
Obra maestra de la narrativa del siglo XIX y una de las grandes novelas de Jane Austen, Emma cuenta la historia de una inteligente y laboriosa joven empeñada en hacer de celestina de todas sus amistades. Cuando su institutriz, amiga y confidente decide contraer matrimonio, Emma Woodhouse se queda sola con sus propios sentimientos y se enfrenta al vacío de su vida y a la penosa tarea de intentar que los demás lleven una vida tan perfecta como la suya. Todos sus trabajos de manipulación sentimental crean a su alrededor una telaraña de enredos, malentendidos y confusiones que ponen a prueba su propia confianza en sí misma. Emma es una obra imperecedera y su protagonista ocupa uno de los lugares de honor en la galería de inolvidables heroínas de la literatura universal.
Persuasión narra la historia de una mujer madura, sensible y menospreciada, que años después de dejarse persuadir para rechazar al hombre que amaba, lo ve reaparecer en su vida, rico y honorable pero aún despechado. Quizá por primera vez en la historia de la novela, la mujer debe luchar para que el amor le conceda una segunda oportunidad. Esta obra de madurez está considerada una de las novelas más oscuras de Jane Austen, y es sin duda la más crítica con la sociedad de suépoca.