Isaak Bábel nació en Odesa cuando esta era una ciudad con un importante gueto judío. Sus historias relatan la vida en este puerto en los últimos días del imperio ruso. Gánsteres, prostitutas, mendigos, contrabandistas aparecen en sus páginas: nadie escapa al agudo análisis de la pluma de Bábel. Desde los cuentos de la crueldad magnética de Benia Krik, infame jefe de la mafia y uno de los grandes antihéroes de la literatura rusa, hasta el devastador relato semiautobiográfico de un joven judío atrapado en un pogromo, esta colección de historias es considerada una de las grandes obras maestras de la literatura rusa del siglo xx.
Terrestre bien podría ser definido como un libro de Crónicas especulativas o relatos de viaje, en todo caso, de palabras en completa libertad. Imaginativo, con estructuras narrativas audaces, Cristina Rivera Garza escribe aquí sobre trayectos terrestres que nos llevan | a distintos lugares de México y el mundo, y a distintos destinos del cuerpo. A pie, en bus o en tren, las jóvenes protagonistas de estas historias avanzan acompasadas por rutas ignotas, inventando para sí nuevos modos de ocupar los espacios negados y en disputa. Ganadora del Premio Pulitzer por El invencible verano de Liliana, Rivera Garza nos regala un libro extraordinario sobre la amistad, la juventud y el poder de la transformación. Terrestre es un libro : mercurial, solar, donde el viaje es el arrojo, la concentración infinita.
Solemos identificar a María Moliner con su diccionario, «el más completo, útil y divertido de la lengua castellana», según García Márquez. ¿Pero por qué se sentó a escribirlo a los cincuenta años, en plena dictadura franquista? ¿Cómo pudo completar, prácticamente sola, el diccionario de autora más importante de todos los tiempos? Hasta que empieza a brillar cuenta la historia íntima de María Moliner, partiendo de una atractiva premisa literaria: narrar de cuerpo entero a la protagonista a través de su vínculo con la lengua. A la vez, nos propone una sugerente hipótesis: ¿y si su diccionario fuese también una suerte de autobiografía oculta? Esta es la vida novelada de una figura apasionante, retratada desde una infancia difícil hasta un final insospechado, pasando por su extraordinaria labor como bibliotecaria en la República o su polémica candidatura a la Real Academia. Entre la investigación y la imaginación, combinando la comedia, el drama familiar y la tragedia colectiva, se abre paso la historia de una resistencia secreta. Un acto de justicia con el legado de una mujer que vivió a contracorriente y exploró las palabras hasta que empezaron a brillar.
El viaje de Ulises se ha convertido en un mito universal y la Odisea en una lectura para todos los tiempos. Tras una década de guerra, una ofensa al dios Poseidón ha alejado de su reino al astuto héroe otros diez años, condenado a navegar sin rumbo y a sufrir las más diversas vicisitudes. La Odisea, que sucede a la caída de Troya, sigue los pasos de Ulises -el nombre latino de Odiseo, que esta traducción adopta- y nos acerca al relato de su largo peregrinaje para volver al hogar, Ítaca. Los mitos que configuran esta gran epopeya, la capacidad de Homero para retratar la vida en el Mediterráneo a finales del 2000 a.C. y la irrupción de un héroe deseoso de regresar a la patria han dejado huella en los grandes autores de la literatura -de Virgilio a Joyce- y han convertido la Odisea en una pieza clave de la cultura universal.
Jonathan Harker viaja a Transilvania para cerrar un negocio inmobiliario con un misterioso conde que acaba de comprar varias propiedades en Londres. Después de un viaje plagado de ominosas señales, Harker es recogido en el paso de Borgo por un siniestro carruaje que lo llevará, acunado por el canto de los lobos, a un castillo en ruinas. Tal es el inquietante principio de una novela magistral que alumbró uno de los mitos más populares y poderosos de todos los tiempos: Drácula.
Como y recuerdo, recuerdo y como». Con ese mantra como guía, Benito Taibo regresa a los sabores, olores y texturas que han marcado su vida. En este segundo tomo de Cuchara y memoria, que abarca de la langosta al zapato, el autor continúa hurgando en su historia personal y en la memoria colectiva para revivir aquellas comidas que le han provocado asombro, nostalgia, risas y, también, más de una decepción memorable. Aquí no hay reglas ni jueces: cada quien tiene su forma de «agarrar el taco». Y lo importante, insiste, no es solo recordar, sino divertirse en el camino. Este libro es una invitación a leer con hambre y a compartir el viaje de un autor que escribe con honestidad, humor y un enorme amor por la comida.
Esta es la historia de una familia amarrada por una trama obsesiva, entre la precariedad del cuerpo, sus males incesantes y la inminencia de la pérdida.
En esta particular biografía clínica de todo un clan, cada miembro va eludiendo los embates de la vida con ansiedad, con afecto, con resentimiento y violencia,con culpa, con imaginación, con chispazos de humor negro. Y con malentendidos que hacen saltar los circuitos del nerviososistema familiar.
El pasado y el presente orbitan por estas páginas narradas desde la perspectiva de una protagonista que, radicada en el extranjero, mantiene un equívoco contacto consu familia mientras intenta escribir una tesis astronómica y va internándose por agujeros negros cada vez más profundos.
Con este libro, Gabriel García Márquez se descubrió a sí mismo como un narrador. Sin embargo, la intención primera era escribir un reportaje sobre un hombre, Luis Alejandro Velasco, que estuvo diez días a la deriva en una balsa mecida por el mar Caribe. El futuro Nobel de Literatura y entonces joven reportero que era García Márquez escuchó el relato de los hechos de boca de su protagonista y los transformó, tal vez sin pretenderlo, en un prodigioso ejercicio literario, una narración escueta y vigorosa donde late el pulso de un gran escritor. La publicación por entregas del reportaje en El Espectador de Bogotá supuso un alboroto político considerable -se revelaba la existencia de contrabando ilegal en un buque de la Armada colombiana, lo que costó la vida de siete marineros y el naufragio, más afortunado, de Velasco- y el exilio para su autor.
Hyakunin Isshu es el nombre que comúnmente recibe una antología poética japonesa en la que se recogen cien poemas de cien poetas diferentes, seleccionados y ordenados de acuerdo con el criterio de su autor. Han surgido muchas obras de este tipo en distintas épocas, pero la más antigua y famosa de todas es la presente, traducida aquí al castellano y en versión bilingüe: Ogura Hyakunin Isshu, de Fujiwara no Sadaie (Kioto, 1162-1241). Compuesta por encargo del tutor legal de su hijo con el fin de decorar las puertas correderas de su residencia en el monte Ogura, este erudito se atribuiría gracias a ella uno de los mayores clásicos de la poesía de Japón, y la más fiel representación de la cultura del buen gusto del siglo XIII, siguiendo una cronología de casi seiscientos años de historia, hasta alcanzar su propio período, en el que participa incluyendo su poema en la colección. Hombres y mujeres de todos los estratos sociales, desde emperadores, hasta damas de la corte y monjes, conviven en este entramado rico y variado, cantando a coro como « los inmortales de la poesía waka»; tejiendo un tapiz de las cuatro estaciones, del amor, del desamor, de los viajes, y de otros quehaceres; marcando un ritmo magistral y memorable, fruto del inestimable intento de lograr por aquel entonces que cien melodías sonasen como una.
En 1956, tras dejar atrás su terrible experiencia en el gulag, Alexandr Solzhenitsyn deseaba perderse en un apacible rincón de la URSS, y se ofreció en las oficinas de empleo como profesor de matemáticas. Mientras buscaba alojamiento en el pueblo al que lo destinaron, vio la isba de Matriona, una anciana viuda que vivía con un gato paticojo y una cabra por toda compañía, y decidió quedarse. En los fríos meses en que se hospedó en su casa, Solzhenitsyn comprendió que Matriona, generosa pero despreciada, «era precisamente el justo sin el cual, como en el dicho, no se tendrá en pie la aldea»: su vida inspiró La casa de Matriona. Otro es el protagonista de Incidente en la estación de Kochetovka, el teniente Zotov, asistente del comandante militar de una estación de tren durante la segunda guerra mundial. Lejos de su mujer, y lamentando que no le hayan destinado al frente, Zotov dirige el tránsito de convoyes y soldados con firmeza, eficacia y ecuanimidad; pero cierto día se presenta en su oficina un hombre afable, en una circunstancia desconcertante, que pondrá a prueba sus creencias.
Horas inglesas reúne doce ensayos –once de ellos inéditos en español– que Henry James dedicó a sus viajes por Inglaterra y a su experiencia vital en Londres. Los textos abarcan casi tres décadas, de modo que pueden leerse como un periplo íntimo desde la frescura y el asombro del joven escritor (recién llegado al viejo mundo) hasta su madurez artística, ya consolidado como figura literaria y afincado en un pueblecito de Sussex. Los capítulos tratan de temas di- versos: la variopinta vida de Londres (la “turbia Babilonia moderna”), con paseos por los “paisajes urbanos más románticos del mundo”; el divertido espectáculo del Derby de Epsom; los alborotados actos de fin de curso en Oxford; o las excursiones a las ciudades catedralicias de Wells y Salisbury..., entre otros. James aplica su maestría retórica y filtro literario a unas observaciones que presenta con un potencial evocador y una abstracción reflexiva que trascienden la experiencia in- mediata. Por eso es posible releer y apreciar estos escritos siglo y medio después de su aparición. El amante de Henry James puede seguir sus pasos por distintos paseos y visitas, y, gracias al gusto inglés por la conservación de todo lo histórico, hasta le será posible alojarse en hoteles donde se hospedó el propio escritor, identificados en la Introducción.
«Cuatro flechas negras mi cinto tenía, cuatro por las penas que he sufrido, cuatro para otros tantos hombres que mis opresores malvados han sido».
Con estas lacónicas y misteriosas palabras amenaza la hermandad de La Flecha Negra a sus víctimas. Situada en los primeros compases de lo que llegaría a ser la guerra de las Dos Rosas (1452-1485), que enfrentó a las casas de York y Lancaster, y protagonizada por el joven aspirante a caballero Richard Shelton, La Flecha Negra es, sin duda, una de las novelas más recordadas de Stevenson, un narrador magistral en todo momento. El ritmo trepidante de la acción, los inesperados y espléndidamente medidos golpes de efecto, la frescura de la trama y un final no feliz menos inesperado aún son sólo algunos de los elementos que ha convertido a esta obra en todo un clásico de la novela de aventuras, sólo comparable a las mayores obras de la literatura universal.
En la casa de Kyoko los invitados son bien recibidos a cualquier hora. Ahí se reúnen cuatro jóvenes, de profesiones y caracteres diferentes, y algo en común: una conciencia estoica que les obliga a negarse a sí mismos, a aparentar que no creen en la existencia del sufrimiento en este mundo, acostumbrados a ocultar sus sentimientos, ese espejo roto en pequeños fragmentos de cristal en su interior. En esa casa no se toman en serio los matrimonios, las clases sociales, los prejuicios ni el orden, ni hay temas de conversación prohibidos. Sólo pensar que existe un lugar así en el mundo alegra a esos cuatro jóvenes, para los cuales ese lugar es un refugio y un faro. Yukio Mishima (1925-1970) es uno de los escritores japoneses más importantes del siglo XX. La casa de Kyoko, novela publicada en 1959, cuenta las historias interconectadas de cuatro hombres que representan las diferentes facetas de la personalidad del autor: lo artístico en el pintor, lo atlético en el boxeador, lo nihilista en el hombre de negocios y lo narcisista en el actor.
«No le pido que indague en el alma de mi hija, sólo le pido que averigüe dónde se encuentra y qué clase de vida está haciendo.» Éste es el encargo que Lucía Valmorant hace a la detective Ágata Blanc para que localice a su hija. Las investigaciones la llevan hasta París, donde se encontrará con la verdadera Alize... Ágata será atraída por caminos que nunca habría imaginado y que la estaban aguardando como una revelación. Una novela que ahonda en el lado oscuro que todos escondemos, sin perder de vista lo mejor de la tradición noire clásica.
Un escritor que descubre a su padre esbozando su novela en el mismo café en el que él se refugia para crear su propia obra. Un marinero que planea asesinar al que será uno de los grandes nombres de la literatura de todos los tiempos porque lo ha utilizado como personaje de uno de sus cuentos sin su permiso. Un polaco con diez hijos a los que ha bautizado con los nombres de diez reyes de Inglaterra. Personajes dispares con una nota común: todos esconden oscuros secretos que se han esforzado en mantener ocultos, pero que, como ocurre con los grandes misterios, saldrán a la luz gracias a pequeñas coincidencias, cambiando tanto el futuro como el pasado de sus protagonistas.
Se trata de una meditación que combina la crónica política, la crítica literaria y el relato biográfico para trenzar un número asombroso de historias oculares.
«Matar el ojo» abre el libro con el estallido chileno y lee ahí los mensajes explícitos e implícitos de la «visible» estrategia policial de cegar a la ciudadanía en diversas democracias contemporáneas. «Ojos prestados» regresa al episodio de ceguera experimentado por la autora para analizar cómo se ha escrito la pérdida visual en la obra de Milton, Wordsworth, Joyce, Sartre y Borges, entre otros, y cómo esas cegueras masculinas ensombrecieron las femeninas. El libro cierra con «Las casi ciegas», que narra, a partir de fascinantes hallazgos en entrevistas y cartas, las «borrosas biografías» de tres escritoras fundamentales del siglo XX -Gabriela Mistral, Marta Brunet y la mexicana Josefina Vicens- que sufrieron de la vista sin que ello llegara a manifestarse en su obra.
En el verano de 1816, el poeta Percy B. Shelley y su esposa Mary se reunieron con Lord Byron y su médico en una villa a orillas del lago Leman. A instancias de Lord Byron y para animar una velada tormentosa, decidieron que cada uno inventaría una historia de fantasmas. La más callada y reservada, Mary Shelley, dio vida así a quien sería su personaje más famoso: el doctor Frankenstein. Al cabo de un año completaría la novela.
Considerada por la crítica como la primera obra maestra de Dostoievski, Crimen y castigo es un profundo análisis psicológico de su protagonista, el joven estudiante Raskólnikov, cuya firme creencia en que los fines humanitarios justifican la maldad le conduce al asesinato de una usurera. Pero, desde que comete el crimen, la culpabilidad será una pesadilla constante con la que el estudiante será incapaz de convivir.
Phileas Fogg es un rico caballero británico que apuesta con sus colegas del Reform Club que es capaz de dar la vuelta al mundo en 80 días. Parte de Londres acompañado de su mayordomo Jean Passepartout en una aventura que le llevará por Europa, América, Asia y África. En el trayecto lo persigue el detective Fix, convencido de que Fogg ha robado 55.000 libras al Banco de Inglaterra. Es la obra más popular de Verne y su mayor éxito de ventas.
DE VIAJE SUBMARINO (HETZEL)
Como reacción a la desaparición de barcos atribuida a un monstruo submarino, el Gobierno estadounidense decide enviar una expedición formada por el doctor Pierre Aronnax, su compañero Conseil y un arponero canadiense a desentrañar el misterio. Sin duda, una de las novelas más famosas del género de aventuras, en la que Verne dio vida a uno de sus personajes inolvidables: el capitán Nemo.