Último libro de Pedro Salinas (1891-1951) publicado en España en vida de su autor, "Razón de amor" aparece en 1936, el mismo año en que da comienzo el largo exilio americano del poeta. Dividido en dos partes, la primera de las cuales fluye como un largo poema, el poemario -cuyo título procede de un poema anónimo del siglo XIII que describe el encuentro de dos enamorados en un huerto florido- prolonga el tema de la separación de los amantes iniciado ya al final de "La voz a ti debida", solo que aquí cobra un nuevo tono la voz del poeta, quien, por medio de la evocación, trata de exorcizar la ausencia de la amada. Como afirma Soledad Salinas de Marichal en la introducción del presente volumen, «se diría un diario íntimo y también una poesía de conjuros, dirigida a recordar, pero también a recobrar, el amor perdido para devolverlo a la realidad presente».
En una villa a las afueras de Zúrich vive el anciano Dr. Stotz, rodeado de retratos de una mujer joven. Melody fue una vez su prometida, pero poco antes de la boda, hace más de cuarenta años, ella desapareció. Stotz nunca se recuperó de su pérdida y ha dedicado su vida a buscarla. Sabedor de que le quedan pocos meses de vida, y con el fin de poner orden en su patrimonio y su legado, Stotz contrata a un joven que necesita urgentemente un trabajo. Poco a poco, a medida que se adentra en los papeles, Tom empieza a preguntarse si Stotz es realmente quien pretende ser, si su vida ha sido la que él cuenta y si Melody existió. Melody es un thriller contemporáneo en el que la verdad tiene muchas caras. Una historia maravillosamente romántica, una lectura cautivadora, ambientada en Zúrich y Grecia, cuya trama da innumerables giros y vueltas que mantienen a los lectores clavados en el sillón hasta la última página.
El capitán Hastings, el fiel amigo del singular detective Hércules Poirot, relata una serie de casos resueltos gracias al método deductivo del detective belga, quien aprovecha cualquier incidente sin relación aparente con la investigación para descubrir siempre la verdad. Su secreto: el poder de las células grises de su privilegiado cerebro.
Por las páginas de esta obra desfilan misterios de los más variopinto: primero fue el misterio de una estrella de cine y un diamante, un suicidio que en realidad fue un asesinato, un misterioso piso absurdamente barato, una muerte sospechosa en una sala de armas cerrada, el robo de bonos por un millón de dólares, la maldición de la tumba de un faraón, un robo de joyas junto al mar y hasta el secuestro de un Primer Ministro.
Cuando le preguntaron con qué mujer de la historia del arte le gustaría cenar, Umberto Eco contestó sin dudar Uta de Naumburgo, considerada durante siglos la mujer más bella de la Edad Media y acusada de brujería durante su corta vida.
En una gira de lecturas por la antigua RDA a finales de los años ochenta, Grass ve la estatua de Uta por primera vez en la catedral de Naumburgo, hoy Patrimonio de la Unesco, y queda embobado por su belleza y realismo. Su figura, idealizada por el nazismo e inspiración para que Walt Disney creara la madrastra de Blancanieves, se caracteriza por un gesto único para el siglo XIII: con la mano derecha levanta el cuello de su preciosa túnica con un aire de misterio, casi como para ocultarse de alguien.
Grass recurre en este libro al tradicional recurso del convidado de piedra invitando a cenar en su jardín a la hija de un orfebre que hizo de modelo para la estatua. Sin embargo, en un atrevido salto en el tiempo, Uta sigue apareciéndose en más ciudades durante sus viajes, sorprendiendo al narrador enamorado, que la busca por todas partes, y convirtiendo sus siguientes giras en un verdadero desastre, hasta la caída del Muro y sus consecuencias.
Pushkin nunca tuvo una nieta, o acaso la desconocemos, por eso este libro de cuentos es dos cosas: la audacia de la búsqueda de personajes azarosos, perdidos y esenciales, y un viaje hacia territorios desconocidos. Los escenarios son múltiples: de La Habana al desierto del Rajastán, de Saint-Nazaire a Teherán, de Rusia a Miami o Lima. El hilo conductor es el tiempo, la nostalgia, la pérdida, pero también la aventura, el humor, y la recuperación del pasado. Un salto a un vacío lleno de sentidos. La nieta de Pushkin es un libro híbrido entre el cuento y el viaje en clave de autoficción. Si toda literatura es un ejercicio de solapamiento autobiográfico, Ronaldo Menéndez rompe las rasgaduras de ficción para filtrar un yo, un nosotros, que envuelve al lector y le hace viajar con él. Y por encima de todo, un lenguaje que es en sí mismo una búsqueda y una fundación, una manera de entender la literatura. Una prosa enérgica, que nos traslada con pulso propio, a la mejor renovación de la literatura latinoamericana de este primer tercio del siglo xxi.
El vacío identitario de los llamados suburbios de Nueva York, la discriminación, la vigilancia vecinal, la impostura del movimiento woke, la normalización de los suicidios diarios, la degeneración de gran parte de la academia norteamericana, la enfermedad mental y sus laberínticas soluciones, la atroz soledad y la ternura de los inesperados encuentros que suceden como consecuencia. Esto son algunos de los temas y sentimientos paradójicos en ocasiones que recorren los cuentos de Luna Park. Y, pese a todo, el de Marina Perezagua no es un libro oscuro, sino que el humor, la ironía y la contradicción están presentes en estos cuentos como elementos vitales y lúdicos. Un libro implacable, sin medias tintas para, entre otras cosas, describir una ciudad y un tiempo imposibles de describir.
La alcaravea es una planta silvestre de flores pequeñas. Sus semillas tienen distintos usos que podrían replicar los cuentos de este libro: • Medicinal: en infusión, esta especia calma los cólicos infantiles (muchos son los niños que lloran aquí, a pesar de las nanas), pero, además, su uso tópico sirve para limpiar y cicatrizar heridas, sean las de madres derrotadas por la vida, las de un visir enamorado o las de un hermanastro tímido. • Culinario: un sabor, amargo y dulce a la vez, condimenta la mayoría de los relatos. En ellos, hay desolación y hasta horror en ocasiones, pero siempre se asoma la luz de la ternura que salva. • Relajante: su aroma, usado en aceites y lociones, tiene una cualidad tranquilizante que los protagonistas habrían agradecido. Si aún les interesa conocer otras propiedades de Alcaravea, entren en sus páginas y descubran sus beneficios.
Klara es una AA, una Amiga Artificial, especializada en el cuidado de niños. Pasa sus días en una tienda, esperando a que alguien la adquiera y se la lleve a una casa, un hogar. Mientras espera, contempla el exterior desde el escaparate. Observa a los transeúntes, sus actitudes, sus gestos, su modo de caminar, y es testigo de algunos episodios que no acaba de entender, como una extraña pelea entre dos taxistas.
Klara es una AA singular, es más observadora y más dada a hacerse preguntas que la mayoría de sus congéneres. Y, como sus compañeros, necesita del Sol para alimentarse, para cargarse de energía... ¿Qué le espera en el mundo exterior cuando salga de la tienda y se vaya a vivir con una familia? ¿Comprende bien los comportamientos, los repentinos cambios de humor, las emociones, los sentimientos de los humanos?
Klara y el Sol es la primera novela de Kazuo Ishiguro tras ser galardonado con el Premio Nobel. Emergen en sus páginas la más que probada potencia fabuladora del autor, la exquisitez de su prosa rebosante de matices y esa capacidad única para explorar la esencia del ser humano y lanzar preguntas turbadoras: ¿qué es lo que nos define como personas? ¿Cuál es nuestro papel en el mundo? ¿Qué es el amor?
García Márquez traza la historia de un amor que no ha sido correspondido por medio siglo. Aunque nunca parece estar propiamente contenido, el amor fluye a través de la novela de mil maneras: alegre, melancólico, enriquecedor, siempre sorprendente.
«La de don Gabriel es una sombra que ilumina. Y sigue presente [...] porque es un tipo que nos pertenece todos, porque es un clásico.»
Darío Jaramillo
La historia de amor entre Fermina Daza y Florentino Ariza, en el escenario de un pueblecito portuario del Caribe y a lo largo de más de sesenta años, podría parecer un melodrama de amantes contrariados que al final vencen por la gracia del tiempo y la fuerza de sus propios sentimientos, ya que García Márquez se complace en utilizar los más clásicos recursos de los folletines tradiciones. Pero este tiempo -por una vez sucesivo, y no circular-, este escenario y estos personajes son como una mezcla tropical de plantas y arcilla que la mano del maestro moldea y con las que fantasea a su placer, para al final ir a desembocar en los territorios del mito y la leyenda. Los jugos, olores y sabores del trópico alimentan una prosa alucinatoria que en esta ocasión llega al puerto oscilante del final feliz.
«Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados. El doctor Juvenal Urbino lo percibió desde que entró en la casa todavía en penumbras, adonde había acudido de urgencia a ocuparse de un caso que para él había dejado de ser urgente desde hacía muchos años. El refugiado antillano Jeremiah de Saint-Amour, inválido de guerra, fotógrafo de niños y su adversario de ajedrez más compasivo, se había puesto a salvo de los tormentos de la memoria con un sahumerio de cianuro de oro.
Encontró el cadáver cubierto con una manta en el catre de campaña donde había dormido siempre, cerca de un taburete con la cubeta que había servido para vaporizar el veneno.»
«Mamá se ha muerto hoy. O puede que ayer, no lo sé.»
Publicada originalmente en 1942, El extranjero es la primera novela de Albert Camus y una de sus obras más emblemáticas. Ahora con nueva traducción al español de María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García Gallego, este libro capital para la cultura del siglo XX transcurre en Argelia y narra la anodina vida de Meursault, un joven oficinista que vive en perpetua apatía. Cuando recibe la noticia del fallecimiento de su madre, la encaja con la mayor impasibilidad. Obligado a abandonar la capital y viajar para asistir al funeral, Meursault desea que la ceremonia sea breve para regresar a su casa. Esa indiferencia existencial marca sus días, avanzando sin reaccionar a la muerte de su madre, al afecto de su amada y ni tan siquiera a un crimen que cometerá con idéntica desidia, incapaz de ver el alcance moral de sus actos.
Camus retrata magistralmente la indolencia del hombre del siglo XX, un hombre que no encuentra su lugar, extranjero en su propio mundo. Este personaje escéptico y desapasionado que ha abandonado su condición de sujeto autónomo sigue siendo hoy un imprescindible referente literario y existencial.