Para muchos, la obra maestra del autor.
Considerada por la crítica como la gran obra maestra de Coloane y premiada por la Sociedad de Escritores de Chile en 1956, Tierra del Fuego no solo es una travesía por el territorio más austral del mundo: también por el interior de los hombres que lo habitan. Seres humanos curtidos y rudos que sobreviven a las inclemencias de aquellos espacios infinitos y desolados del fin del continente americano.
Una obra anticipadora del dilema ecológico en la supervivencia. Publicado en 1945, Golfo de Penas reúne dieciocho relatos situados en la pampa patagónica, donde sus protagonistas -capitanes de barco, cetáceos, goletas, cazadores de focas, entre otros- se enfrentan a la soledad y la grandeza de tierras remotas, dejando al descubierto la esencia más primitiva del ser humano en su lucha por sobrevivir y, al mismo tiempo, desvelando una belleza primigenia, bondad y el amor por la naturaleza.
En estas desgarradoras nuevas memorias, Salman Rushdie -escritor internacionalmente admirado, defensor de la libertad de expresión y ganador del Premio Booker de los Bookers y del Premio de La Paz de los Libreros alemanes, entre otros muchos- narra cómo sobrevivió al atentado contra su vida treinta años después de la fatwa que ordenó el ayatolá Jomeiní contra él.
Por primera vez, y con una franqueza conmovedora, Rushdie habla sobre los traumáticos acontecimientos vividos el 12 de agosto de 2022, respondiendo con la fuerza del arte a la violencia ejercida contra él, y recordándonos el poder que tienen las palabras para otorgar sentido a lo impensable. Cuchillo es una meditación poderosa, profundamente personal y, en última instancia, reafirmante sobre la vida, la pérdida, el amor, el arte... y sobre cómo reunir la fuerza necesaria para ponerse de nuevo en pie.
Esta terrorífica selección de cuentos recibe el nombre de uno de los relatos más referenciados y adaptados del autor: La máscara de la muerte roja, una alegoría sobre la inevitabilidad de la muerte. Junto a otros tan espeluznantes como El corazón delator o La caída de la casa Usher, completamos esta preciosa edición que ya forma parte de nuestra colección Penguin Clásicos Góticos.
Buenos Aires, finales de los años setenta. Dos adolescentes apasionados por los Beatles viajan a las afueras de la ciudad, rumbo a un concesionario de la Mercedes, en busca del gran mito de la Fórmula 1: Juan Manuel Fangio, el Chueco. Ese día cambiará por siempre sus vidas. Desenfadada crónica personal, genial autobiografía fragmentaria, Faster es un compendio de brevísimos episodios en los que Fangio y los Beatles (George Harrison, sobre todo) cumplen el rol de detonadores y el «recuerdo» se coloca en el centro de la diana. Siguiendo la estela de Perec, Eduardo Berti se entrega a un minucioso ejercicio de memoria que lo lleva a hablar sobre la velocidad de las carreras y de la vida (la velocidad a la que el mismísimo Harrison dedica su canción «Faster»), sobre la amistad y la idolatría, además de retratar con emoción y fineza aquel momento en el que elegimos un destino que no es exactamente el mismo que habían previsto o deseado nuestros padres. Con esa lentitud ideal que, según Fangio, equivale a la mejor velocidad, Eduardo Berti despliega una red de recuerdos, profundos y falsamente desordenados, para forjar un relato lleno de frescura y nostalgia sobre el paso de la niñez a la vida adulta.
Recuperar por medio del viaje los fundamentos más hondos de nuestras humanas ruinas para evitar futuros terremotos, constituye el afán de este libro que viaja por la Antigüedad de Grecia y Roma desde el presente. A partir de las raíces de nuestra cultura se busca el reencuentro y que de ese tronco vuelva a brotar la flor, un nuevo renacimiento. El viajero interior y exterior pretende alcanzar la iluminación del espíritu a partir de los escombros, ruinas de nuestras civilizaciones, que también se reconstruyen. A veces pese a nosotros mismos.
Las historias de Samanta Schweblin obsesionan e hipnotizan, cuestionan la realidad como cada sombra y cada golpe acechándonos en las noches de insomnio. En los cuentos de Pájaros en la boca el lector deberá mirar de frente esos mundos en los que el crujido de las alas de un pájaro, una mujer abandonada en la ruta o el infierno fantasmal de un asesinato son la confirmación de que la vida puede ser tan pesadillesca como hermosa. En la huella de Raymond Carver, David Lynch y Flannery O'Connor, la escritura de Schweblin difumina con maestría la línea entre lo extraño y lo cotidiano, arrastrando al lector a un estimulante tour de force que le acelerará el pulso.
Múltiples intereses están en juego en el norte de Suecia: tierras apenas habitadas y ricas en recursos naturales son codiciadas por las multinacionales más poderosas bajo la excusa del ecologismo. La corrupción y el dinero fácil pronto atraen a los grupos criminales más peligrosos. Hacia allí se dirigen Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist por diferentes motivos: los servicios sociales han informado a Salander de que su sobrina adolescente, Svala, necesita un tutor legal tras la desaparición de su madre, y Mikael acude a la boda de su hija con uno de los políticos más influyentes de la región.
El frío norte se convertirá en el escenario en el que Lisbeth Salander, Mikael Blomkvist y la indomable Svala se enfrenten a una red de corrupción amparada en la explotación de energías renovables y combatan la violencia contra las mujeres, en medio de un ambiente político en el que asciende, imparable, la ultraderecha.
Estamos en los años sesenta y Ken Kesey, el autor de "Alguien voló sobre el nido del cuco", ha reunido a su alrededor a los «bromistas», una desmadrada corte de jóvenes radicales embarcados en novísimos proyectos de vida. Recorren los Estados Unidos de costa a costa en un autobús que conduce Neal Cassady (el mítico Moriarty de En el camino, de Kerouac, amado por Allen Ginsberg y por algunos de los mejores espíritus de su generación), y celebran la vida, el éxtasis orgiástico, las drogas que abren las puertas de la percepción. Y tienen a las fuerzas del orden y al F.B.I. en los talones... La utilización de monólogos interiores, diálogos y múltiples puntos de vista, recursos todos ellos provenientes de la literatura de ficción, combinados con técnicas propias del periodismo, como la investigación exhaustiva, las entrevistas minuciosas, el gusto por «la exclusiva» y un ojo agudísimo para el detalle revelador, dan como resultado este espléndido "Ponche de ácido lisérgico".
«Si hubiera vivido un poco más, apenas tres años, Joseph Roth habría asentido ante la escena de Casablanca en la que el mayor Strasser le pregunta a Rick por su nacionalidad. "Soy un borracho", responde este. Roth habría respondido igual si alguien le hubiera preguntado. Todos sus lectores lo sabemos porque lo dejó clarísimo en sus libros, en sus dibujos y en lo que los biógrafos han descubierto de su vida. También sabemos que no le preguntaron por su nacionalidad, porque Roth fue uno de los miles de apátridas que se morían del asco en la Francia a punto de rendirse ante Alemania. En un país lleno de refugiados con pasaporte Nansen (cuyo papel era tan malo que se deshacía al segundo trámite), la gente había perdido la costumbre de preguntarse por nacionalidades que ya no existían. "Así soy realmente: maligno, borracho, pero lúcido. Joseph Roth", escribió en la dedicatoria de un autorretrato que se hizo en París en noviembre de 1938, seis meses antes de su muerte».